El presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, pidió una vez más que Canadá se convierta en el estado número 51 tras el anuncio del primer ministro Justin Trudeau de que renunciará.
«Estados Unidos ya no puede sufrir los enormes déficits comerciales y subsidios que Canadá necesita para mantenerse a flote. Justin Trudeau lo sabía y renunció», dijo Trump en Truth Social el 6 de enero.
Trump también dijo que a muchos canadienses «les encanta ser el estado número 51» y que la fusión con Estados Unidos significaría que Canadá no tendría aranceles, sus impuestos «bajarían mucho» y estaría militarmente seguro frente a la «amenaza de los barcos rusos y chinos que los rodean constantemente».
El 6 de enero, Trudeau anunció que tenía la intención de dimitir como primer ministro una vez que el Partido Liberal haya elegido a un sustituto. También se reunió con la gobernadora general Mary Simon para pedirle que prorrogara el Parlamento, lo que ella aceptó, poniendo fin a la sesión parlamentaria actual hasta el 24 de marzo.
El primer ministro lleva varias semanas recibiendo solicitudes de los caucus regionales para que renuncie, ya que el partido sufre malos resultados en las encuestas y varias derrotas en las elecciones parciales. Las peticiones de que Trudeau renuncie se hicieron más fuertes luego de que la ex viceprimera ministra y ministra de Finanzas Chrystia Freeland renunciara al gabinete el 16 de diciembre, el mismo día en que iba a presentar la declaración económica de otoño.
Trump ha hecho varias referencias a la posibilidad de convertir a Canadá en el “estado 51” desde que ganó las elecciones de Estados Unidos en noviembre de 2024.
Hizo referencia a ello por primera vez durante la visita de Trudeau a Mar-a-Lago el 29 de noviembre, diciendo que si Canadá no podía sobrevivir sin tener un superávit comercial con Estados Unidos, entonces debería convertirse en un estado.
El ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, quien había asistido a la cena como ministro de Seguridad Pública en ese momento, dijo posteriormente que el presidente había hecho los comentarios en tono de broma y que hubo «bromas alegres entre el primer ministro» y Trump.
El 3 de diciembre, Trump también publicó una imagen generada por inteligencia artificial en la que aparecía posando en una montaña junto a la bandera canadiense, con el texto «¡Oh, Canadá!». El presidente entrante dijo el 10 de diciembre que había sido un «placer cenar la otra noche con el gobernador Justin Trudeau del Gran Estado de Canadá», y el 18 de diciembre que «muchos canadienses» quieren que Canadá se convierta en el estado número 51.
Trump dijo que impondrá un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones canadienses si el país no toma las medidas adecuadas para mejorar la seguridad fronteriza y detener el flujo de drogas e inmigrantes ilegales. Posteriormente, el gobierno federal anunció medidas para fortalecer la frontera entre Canadá y Estados Unidos, como un plan fronterizo de 1300 millones de dólares para crear un nuevo grupo de trabajo norteamericano contra el crimen organizado y el tráfico de drogas, y un aumento de la financiación para helicópteros, drones y torres de vigilancia.
Durante una conferencia de prensa el 6 de enero, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, respondió a los últimos comentarios de Trump sobre la fusión de Canadá con Estados Unidos diciendo que «nunca estaría a favor de eso» mientras él dirija la provincia. «Le haré una contraoferta. ¿Qué tal si compramos Alaska y agregamos Minnesota y Minneapolis al mismo tiempo?», bromeó.
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