Durante una conferencia de prensa conjunta el 12 de abril con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), el expresidente Donald Trump dijo que testificaría en su próximo juicio penal en Nueva York si es llamado a hacerlo.
«Voy a testificar, diré la verdad», dijo el presidente Trump. «Siempre digo la verdad, y la verdad es que no tienen caso».
En una conferencia de prensa anterior, el presidente Trump dijo que estaba dispuesto a testificar, pero había agregado que esperaba que el juicio se retrasara más allá de la fecha del juicio del 15 de abril. Después de tres rechazos consecutivos de la división de apelaciones de la Corte Suprema de Nueva York para suspender el juicio a la espera de apelaciones, el caso está listo para ir a juicio el lunes.
La selección del jurado comienza el 15 de abril, y el 12 de abril la defensa planteó algunas objeciones a las preguntas del juez para los miembros del jurado, queriendo profundizar en aquellos que tienen una opinión negativa del presunto nominado republicano.
Durante la rueda de prensa, el presidente Trump señaló que tiene pendiente una apelación sobre el rechazo del juez a su moción para trasladar el juicio fuera de Manhattan.
«La selección del jurado es en gran parte suerte. Depende de quién te toque. Es muy injusto que tenga un juicio allí [en Manhattan]», dijo el presidente Trump.
También criticó al juez del Tribunal Supremo de Nueva York Juan Merchan, calificándolo de políticamente parcial. La defensa ha pedido en dos ocasiones que el juez se recuse del caso, y el magistrado ya ha declinado dimitir una vez.
«Es muy injusto que tengamos a este juez que odia a Trump y tiene este tremendo conflicto», dijo el presidente Trump. «Nadie puede creer que este juez no se esté recusando, el conflicto está a un nivel que nadie ha visto antes».
El presidente Trump no detalló los argumentos para la recusación, ya que una nueva orden de silencio presumiblemente le impediría hacerlo. Los abogados defensores habían argumentado que la hija del juez tiene intereses en una consultora política que ha recibido millones de dólares de candidatos anti-Trump que están recaudando fondos con mensajes sobre el próximo juicio. Una reciente orden judicial prohíbe al presidente Trump hablar sobre familiares del juez.
El presidente Trump dijo que los académicos legales han dicho que «no hay caso» aquí, en referencia a los comentarios de los expertos que generalmente han caracterizado el caso de Manhattan como el más débil de las cuatro acusaciones penales que enfrenta el expresidente. En Nueva York, se le acusa de 34 cargos de falsificación de registros comerciales.
«Incluso ustedes dijeron: ‘Oh, caramba, es una lástima que este sea el primero'», dijo a los periodistas.
Normalmente un delito menor en Nueva York, el cargo de falsificación de registros comerciales se eleva a un delito grave de clase baja si se hace para ocultar otro delito, y el fiscal del distrito de Manhattan Alvin Bragg ha alegado que el presidente Trump lo hizo para ocultar «pagos por silencio» para influir en el ciclo electoral de 2016. Los fiscales afirman que el presidente Trump pagó a su exabogado Michael Cohen, el testigo clave del caso, USD 130,000 para ocultar una supuesta aventura. Los abogados defensores afirman que los pagos realizados al Sr. Cohen fueron honorarios de abogados.
El presidente Trump mantuvo que no hizo nada malo y que los cuatro casos en su contra son parte de una «caza de brujas» política.
Afirmó que los fiscales estaban trabajando a instancias del presidente Joe Biden, que está perdiendo en las encuestas.
«Todo el asunto es una desgracia y es una desgracia para nuestra nación», dijo.
Es una incógnita si alguno de los otros tres casos contra el presidente Trump irá a juicio antes de las elecciones de noviembre.
En Georgia, ha sido acusado junto a otras 14 personas en un caso de crimen organizado por sus acciones para impugnar las elecciones de 2020. Los fiscales han solicitado un juicio en agosto que se estima que durará al menos cuatro meses, y los asesores legales del presidente Trump han argumentado que sería una clara interferencia electoral celebrar el juicio en vísperas de las elecciones presidenciales.
En Florida, el presidente Trump se enfrenta a 40 cargos relacionados con la supuesta manipulación indebida de documentos clasificados, y el juicio estaba fijado inicialmente para el 20 de mayo. Después de que la presentación de pruebas resultara más voluminosa y compleja de lo previsto inicialmente, la juez indicó que podría reajustar los plazos. Sin embargo, los coacusados del presidente Trump habían exigido un juicio rápido, y si el caso no puede ir a juicio para el 20 de mayo puede que tenga que resolverse para ellos sin juicio.
Los fiscales criticaron recientemente a la juez en una presentación judicial por «inyectar retrasos sustanciales» a la programación del juicio, a lo que la juez respondió en órdenes posteriores señalando que los fiscales han contribuido a este retraso haciendo peticiones para presentar mociones fuera del calendario establecido.
En Washington, el presidente Trump se enfrenta a cuatro cargos de obstrucción y conspiración por sus acciones del 6 de enero de 2021, y el caso se dirige al Tribunal Supremo por la apelación de una moción previa al juicio para desestimar el caso basándose en la inmunidad presidencial.
Es una defensa que el presidente Trump ha planteado en sus otros casos, y es probable que la decisión del Tribunal Supremo afecte a cada uno de sus otros tres juicios penales en cierta medida.
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