El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo el lunes que el presidente Donald Trump está obligado constitucionalmente a nombrar un candidato para ocupar el puesto vacante en la Corte Suprema, tras la muerte de Ruth Bader Ginsburg, de acuerdo a sus declaraciones a la CBS.
Ginsburg murió el viernes por complicaciones debidas a un cáncer de páncreas, dejando un asiento vacío en el más alto tribunal de la nación, por lo que Trump prometió proponer un candidato. Se espera que sea «antes de que termine la semana», según el vicepresidente.
«El presidente Trump cree que tiene la obligación, según la Constitución de Estados Unidos, de proponer un candidato para la Corte Suprema», declaró Pence.
«Hubo 29 veces que hubieron vacantes, desde George Washington hasta Barack Obama. En los 29 casos, el presidente presentó la nominación a la Corte Suprema durante un año electoral», añadió. «El Presidente Trump cree que es su responsabilidad y su deber volver a hacerlo».
Trump confirmó el lunes que Barbara Lagoa y Amy Coney Barrett están en su lista corta de candidatas a la Corte Suprema.
«Escogeremos a alguien que sea sobresaliente, muy calificada. Todas están calificadas, pero [escogeremos] alguien que sea sobresaliente», dijo Trump.
El presidente «dejó claro que nuestro objetivo es nombrar a juristas provida en nuestros tribunales federales, a todos los niveles», declaró Pence en su entrevista en la CBS, al comentar la lista de candidatos del mandatario.
«De lo que yo estoy convencido es que la jueza Barrett y los otros finalistas de la lista interpretarán la Constitución de una manera que sea consistente con la gran tradición del juez Antonin Scalia», dijo Pence.
Los puntos de vista de Scalia, sobre los estrictos límites constitucionales del gobierno, han tenido un fuerte impacto en el pensamiento político conservador de Estados Unidos, según el politólogo Joe Ura, en un artículo de opinión publicado en The Epoch Times poco después de la muerte de Scalia en 2016. «A través de su influencia intelectual en el liderazgo del movimiento conservador contemporáneo y el Partido Republicano, creo que es justo llamarlo fácilmente uno de los más importantes e impactantes jueces de la Corte Suprema», escribió.
Pence dijo que aunque cree que una nominación para el puesto vacante puede proceder rápidamente, es «importante que nos tomemos el tiempo para rendir homenaje esta semana a un verdadero servidor público. Nos unimos a la nación en el duelo por la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg. Ella allanó el camino de las mujeres en la ley».
Trump emitió una proclamación oficial que honra a Ginsburg como «pionera, no solo en el campo de la ley, sino en la historia de nuestro país», y ordenó que las banderas ondearan a media asta.
«Reconocida por sus poderosos disensos en la Corte Suprema, la Jueza Ginsburg personificó un argumento poderoso pero respetuoso; que puedes estar en desacuerdo con alguien sin ser desagradable con él», escribió Trump en la proclamación.
El nominado presidencial demócrata, Joe Biden, escribió en su cuenta de Twitter que «Ruth Bader Ginsburg se puso de pie para todos nosotros. Ella fue una héroe estadounidense, una gigante de la doctrina legal y una voz implacable en la búsqueda del más alto ideal estadounidense: igualdad de justicia bajo la ley».
La muerte de Ginsburg desencadenó una feroz batalla sobre la nominación de su reemplazo para la vacante en la Corte Suprema. Trump y sus partidarios republicanos prometen proceder con la nominación antes de las elecciones del 3 de noviembre, mientras que Biden y los demócratas piden al presidente que espere hasta después de la votación presidencial.
El senador John Barrasso (R-Wyo.) rechazó el domingo las quejas de los demócratas sobre la nominación de un reemplazo.
«Seamos muy claros: si el zapato estuviera en el otro pie y los demócratas tuvieran la Casa Blanca y el Senado, ahora mismo estarían intentando confirmar a otro miembro de la Corte Suprema», dijo Barrasso en el programa Meet the Press de la NBC.
El líder de la Mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), prometió que el nominado de Trump recibirá los votos en la sala del Senado. A su vez, el senador Lindsey Graham (R-S.C.), quien encabeza el Comité Judicial del Senado, dijo el lunes que cree que es «importante que procedamos con rapidez a procesar cualquier nominación hecha por el presidente Trump para llenar esta vacante».
El domingo, la senadora Lisa Murkowski (R-Alaska) declaró por su parte que no apoyaba el plan de Trump de proceder con rapidez para llenar la vacante, convirtiéndose en la segunda, tras la muerte de Ginsburg, de los 53 republicanos en la cámara de 100 escaños en objetar el hecho públicamente. El sábado, la senadora Susan Collins (R-Maine) dijo que el ganador de las elecciones presidenciales debería elegir al candidato.
Otro posible voto decisivo es el que dará el senador Mitt Romney (R-Utah), quien aún no ha dicho cómo votará, pero un empate 50-50 puede ser roto por Pence.
La mayoría de los senadores republicanos dijeron que apoyan a Trump en la nominación de un reemplazo. Pero existe la posibilidad de que uno o más surjan y se unan al pequeño grupo que se opone al presidente en este tema.
Con información de Zachary Stieber y Reuters.
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