FILADELFIA —El expresidente Donald Trump y su compañero de fórmula prometen «desatar» a la energía y la industria manufacturera estadounidenses como parte de su llamamiento a los votantes de clase trabajadora que decidirán el próximo presidente de Estados Unidos en noviembre.
Durante su última visita a Pensilvania el 19 de agosto, Trump y el candidato republicano a la vicepresidencia, el senador J.D. Vance (R-Ohio), hicieron campaña por separado en fábricas locales; los candidatos prometieron promulgar políticas que apoyen a esas empresas.
«Desatar la energía estadounidense reducirá los precios, iniciará un crecimiento económico récord, creará millones y millones de empleos y producirá salarios más altos para el trabajador estadounidense», dijo Trump a una audiencia en Precision Custom Components en York, Pensilvania. Esa empresa de 150 años de antigüedad ha producido piezas para plantas de energía atómica y para la famosa presa Hoover a lo largo del río Colorado, dijo Trump.
Durante su discurso, Trump prometió bloquear la compra por parte de la empresa japonesa Nippon Steel de uno de los fabricantes de acero más conocidos del país, U.S. Steel, con sede en Pittsburgh. «Impediré que Japón compre United States Steel», dijo Trump. «No se les debería permitir comprarlo».
El expresidente reiteró su promesa de reducir los costes energéticos en un 50 por ciento para las familias y empresas estadounidenses en el plazo aproximado de un año si recupera la Casa Blanca.
«Con su voto, desataremos un crecimiento económico explosivo y una nueva y vasta prosperidad para todos nuestros ciudadanos. Pondremos más dinero en sus bolsillos», dijo Trump, y añadió: «No se puede ser una potencia manufacturera a menos que se tenga energía de bajo costo».
Vance habló ante unas 300 personas que se reunieron en DiSorb Systems Inc, una empresa de Filadelfia que fabrica productos para el tratamiento de residuos médicos.
El candidato republicano a la vicepresidencia dijo que él y Trump «cancelarían estas ridículas regulaciones» que dificultan la producción de energía y obstaculizan las fábricas. En concreto, Trump dijo que aboliría una norma federal actual que restringe las emisiones de las centrales eléctricas. Calificó la norma de «desastre para nuestro país».
Cortejando a «demócratas descontentos»
Vance explicó después cómo él y Trump esperan atraer a los demócratas descontentos, especialmente en Pensilvania y otros estados del Cinturón del Óxido que podrían resultar fundamentales en las elecciones del 5 de noviembre.
«Tenemos que argumentar que, con mejores políticas y políticas más inteligentes, se pueden recuperar los empleos manufactureros», dijo en respuesta a una pregunta de The Epoch Times mientras estaba a bordo de su avión de campaña «Trump Force Two”. «Puedes dar a la gente un mejor nivel de vida».
Muchos «demócratas descontentos» creen firmemente que Estados Unidos debe producir más bienes esenciales, dijo Vance. «Más que cualquier presidente a lo largo de mi vida, como mínimo, el presidente Trump realmente ha conectado con los trabajadores manufactureros estadounidenses y tiene un conjunto de políticas que funcionan para traer de vuelta muchos de esos empleos manufactureros», agregó.
Pensilvania es un estado líder en fabricación. La fabricación es responsable de 92 mil millones de dólares en producción, lo que representa el 11 por ciento del producto bruto total del estado, según la Asociación Nacional de Fabricantes.
Por qué es importante Pensilvania
El Keystone State es uno de los pocos en los que un pequeño margen de victoria de cualquiera de los dos partidos puede determinar las elecciones presidenciales. Pensilvania tiene 19 de los 538 votos del Colegio Electoral, y un candidato necesita ganar 270 de esos votos para asegurarse la presidencia.
Las tres encuestas más recientes entre los votantes de Pensilvania, publicadas entre el 16 y el 19 de agosto, mostraban a Trump con una ventaja del 1% sobre la candidata presidencial demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, según RealClear Politics. Esas encuestas siguen a un trío de sondeos que mostraban a Harris aventajando a Trump hasta en un 4 por ciento en Pensilvania.
Cuando se promedian todas las encuestas, Trump mantiene una ligera ventaja sobre Harris en Pensilvania y otros cuatro estados indecisos: Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte. Harris aventaja a Trump en un 1% en Wisconsin y en un 2% en Michigan, según RealClear Politics.
Sin embargo, todas esas ventajas están dentro del margen de error de la mayoría de las encuestas, lo que deja la contienda en un empate estadístico.
Durante su discurso en Filadelfia, Vance restó importancia a los resultados de las encuestas, independientemente de que muestren a su equipo a la cabeza o no. Las encuestas de agosto de 2022 predecían que perdería en la contienda al Senado en noviembre, pero acabó ganando, derrotando al entonces representante Tim Ryan (D-Ohio).
Reunión con los trabajadores
Mientras los demócratas celebran esta semana su convención en Chicago, los candidatos republicanos a la presidencia y la vicepresidencia hacen campaña en los estados indecisos.
A medida que Vance entra en su segundo mes como candidato oficial del GOP a la vicepresidencia, está demostrando su habilidad para relacionarse con la clase trabajadora, observó el senador Eric Schmitt (R-Mo.), que viajó con Vance en su avión el 19 de agosto.
Tras su discurso, Vance hizo una parada en un restaurante emblemático de Filadelfia, Pat’s King of Steaks, que dice haber creado el famoso sándwich «Philly cheesesteak» de la ciudad.
Vance charló con los lugareños que hacían fila para comer y con los empleados del restaurante.
«Creo que hoy se ha visto su capacidad para conectar con los votantes en lugares como Pensilvania, Michigan y Wisconsin, que van a ser estados muy importantes», dijo Schmitt a The Epoch Times después de que el avión de Vance aterrizara en Hebron, Kentucky, cerca de la casa de Vance en Cincinnati.
Schmitt dijo que la cercanía de Vance podría deberse a sus antecedentes. Aunque Vance se graduó en Derecho en Yale, procedía de una familia pobre de Ohio con raíces en Kentucky.
«Es un gran mensajero, así que estoy orgulloso de apoyarlo y de apoyar al presidente Trump», dijo Schmitt.
Los votantes son bastante hábiles para detectar cuándo un político es falso o genuino, dijo Schmitt, y añadió: «Una divisa que tienes es, creo, la autenticidad, y creo que JD la tiene, y hoy se ha demostrado».
El factor Haley
Respondiendo a una pregunta de otro miembro de la prensa, Vance consideró la idea de que la excontrincante republicana de Trump, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, podría unirse a él y a Trump en la campaña electoral.
«La embajadora Haley es ciertamente bienvenida en este avión y bienvenida a hacer campaña con nosotros siempre que hagamos eventos», dijo Vance.
Haley y Trump se vieron envueltos en agrias batallas durante la temporada de las elecciones primarias republicanas. Sin embargo, tras su retirada, la excandidata brindó su apoyo a Trump.
«Ella reconoce que sus políticas conducirán a precios más bajos, más prosperidad económica y paz en todo el mundo», dijo Vance.
Haley atrajo a un gran número de independientes y demócratas, según los datos de las encuestas a pie de urna. A muchos de esos votantes no les gustaban ni Trump ni el entonces candidato demócrata Joe Biden, que desde entonces ha abandonado la carrera y ha sido sustituido por Harris. Ahora, esos votantes están en juego.
Como exembajadora, a Haley «le importa mucho la política exterior estadounidense», dijo Vance. Las políticas promulgadas bajo la presidencia de Joe Biden y su vicepresidenta, Harris, «han hecho que el país sea mucho menos seguro y el mundo mucho, mucho más caótico», dijo Vance.
«Y a medida que la campaña se va intensificando para hacer ese empuje posterior al Día del Trabajo, cuando la mayoría de la gente presta atención, me encantaría tener al embajador», dijo Vance. «Veremos qué ocurre».
Con información de Reuters
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