El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirige a Wisconsin para ver en persona los daños causados por los alborotadores en la ciudad de Kenosha tras un tiroteo de la policía en la zona.
El mandatario republicano también planea reunirse con los dueños de negocios afectados por los disturbios y con oficiales de policía, informó la Casa Blanca.
Trump tiene previsto salir de Washington a las 10:30 a.m., hora ET, y aterrizar en el Aeropuerto Nacional de Waukegan en Illinois a las 11:55 a.m. hora CT.
Desde allí será conducido a Kenosha para inspeccionar las propiedades afectadas por los recientes disturbios, de acuerdo con su agenda diaria. Se asignaron 20 minutos para la inspección.
Si todo va según lo previsto, Trump partirá hacia la escuela secundaria Mary D. Bradford, en Kenosha, donde recorrerá el Centro de Operaciones de Emergencia, antes de participar en una mesa redonda sobre la seguridad de la comunidad en Wisconsin.
El presidente tiene previsto salir de Kenosha a las 2:20 p.m., hora CT, y aterrizar en Maryland, cerca de Washington, a las 5:40 p.m. ET.
Trump dijo a los periodistas el lunes por la noche que los disturbios en Kenosha terminaron gracias a la presencia de la Guardia Nacional y las fuerzas federales que fueron enviadas allí.
«Mañana iré a un lugar donde nosotros nos movilizamos muy rápido —ya saben eso— a Wisconsin, y nos movimos muy, muy rápido, y tan pronto como nos movilizamos, ese fue el final de eso. Ese fue un muy buen desempeño», dijo.
«Esto podría ser muy interesante. Pero nosotros estamos orgullosos de ello porque en seis días esto fue como un mundo diferente y tuvo lugar inmediatamente. Tan pronto como surgimos, tan pronto como entramos, tuvo lugar inmediatamente», añadió más tarde.
Los disturbios terminaron después de tres días, tras los disparos que dejaron dos muertos y un herido. Un adolescente de Illinois fue arrestado y se enfrenta a múltiples cargos, pero no será extraditado a Wisconsin hasta al menos finales de septiembre.
El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, y el teniente gobernador Mandela Barnes, ambos demócratas, fueron algunos de los funcionarios que instaron a Trump a no visitar Kenosha.
«Me preocupa que su presencia solo obstaculice nuestra recuperación. Me preocupa que su presencia solo retrase nuestro trabajo para superar la división y avanzar juntos», escribió Evers en una carta al presidente.
Trump dijo que Evers no quería enviar a la Guardia Nacional a sofocar los disturbios, pero lo hizo a regañadientes.
«Pero yo le doy crédito porque, al final, dijo que sí y tan pronto como dijo que sí, el problema terminó», declaró Trump. «Pero tengo que ver a la gente que hizo tan buen trabajo para mí y nos reuniremos con numerosas personas. También tenemos un tremendo apoyo en el estado de Wisconsin. Así que les prometí que cuando todo se solucione, iremos».
La visita podría «aumentar el entusiasmo y podría aumentar el amor y el respeto por nuestro país», dijo Trump.
El margen de victoria de Trump en Wisconsin en 2016 fue el más pequeño de cualquier estado. Estuvo a punto de ganar Minnesota, que se encuentra al oeste de Wisconsin. El equipo de la campaña presidencial de Trump dijo que esperaban ganar ambos estados este año.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, declaró a los reporteros en una sesión informativa separada, que Trump se reuniría con la policía local y algunos propietarios de negocios, para estudiar los daños de los disturbios.
Trump no planea reunirse con miembros de la familia de Jacob Blake, según McEnany.
El presidente dijo que habló con el pastor de la familia por teléfono, pero sintió que sería inapropiado hablar con un abogado que los representara.
Un oficial de policía en Kenosha disparó a Blake, de 29 años, el 23 de agosto. Blake era buscado por asalto sexual y fue el objetivo de una llamada al 911 de su exnovia, diciendo que él estaba en su casa. Su novia dijo que se suponía que no tenía permisos de estar allí.
Cuando los oficiales llegaron intentaron arrestar a Blake, pero él luchó contra ellos que tenían dos pistolas paralizantes, dijeron los investigadores del Departamento de Justicia de Wisconsin. Blake se dirigió entonces a la puerta del lado del conductor de su vehículo y se inclinó hacia el interior, lo que hizo que un oficial le disparara por la espalda.
Blake fue llevado de inmediato a un hospital en Milwaukee en helicóptero. Los oficiales involucrados quedaron con licencia a la espera de una investigación.
El tiroteo desató disturbios ya que algunas personas afirmaron que era un signo de injusticia racial.
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