Las revelaciones procedentes del nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, sobre la operación entre bastidores de la plataforma para suprimir ciertos puntos de vista han sido «bastante horribles» y demuestran que la plataforma formó parte de los esfuerzos para interferir en las elecciones presidenciales de 2020, dijo el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
En el período de una semana, Musk ha publicado muchos documentos internos, arrojando luz sobre las «listas negras secretas» de Twitter y las herramientas de censura que funcionaron para censurar la cobertura poco favorecedora sobre Hunter Biden.
«Si usted quita al presidente de Estados Unidos de Twitter, ¿cuánto cuesta? Si usted es Google y en los últimos cuatro días de cada mes, usted se niega a entregar correos electrónicos de recaudación de fondos a los republicanos, ¿cuánto cuesta eso?». dijo Gingrich, colaborador de The Epoch Times, en una entrevista el 9 de diciembre, en referencia a la decisión de Twitter de bloquear al entonces presidente Donald Trump tras la irrupción del Capitolio del 6 de enero y a las acusaciones de que Google había filtrado millones de correos electrónicos de la campaña política del Comité Nacional Republicano hacia las carpetas de spam a final de cada mes.
«Estas cosas deberían considerarse violaciones de la comisión electoral federal, porque son acciones de una corporación para remodelar las elecciones», dijo Gingrich.
Pero no solo Trump y los republicanos se ven afectados, añadió Gingrich, señalando la herramienta de «filtrado de visibilidad» que Twitter utilizó para limitar el alcance de ciertas personas sin su conocimiento.
El doctor Jay Bhattacharya, profesor de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, fue uno de los usuarios añadidos a la lista negra por afirmar que los cierres de COVID perjudicarían a los niños, según Bari Weiss, redactora de The Free Press que colaboró con Musk para revelar los archivos de Twitter.
Al igual que los «científicos de renombre mundial que exponen argumentos científicos que ellos —los burócratas de Twitter— decidieron que no eran aceptables», otros usuarios de la plataforma podrían encontrarse en una situación similar, dijo Gingrich.
«Es una historia bastante sorprendente de censura en un país dedicado al derecho a la libertad de expresión consagrado en la Primera Enmienda», afirmó el expresidente de la Cámara.
Pero es probable que actividades similares se repitan en Facebook y Google, que, según Gingrich, también son «abrumadoramente demócratas».
Los datos de financiación de campañas de 2020 muestran que Facebook y Twitter contribuyeron juntos con 12 veces más dinero a los demócratas que a los republicanos, con alrededor de 5.5 millones de dólares a los primeros y menos de 435,000 dólares a los segundos.
Gingrich cree que estas grandes plataformas de redes sociales se han integrado tanto en la vida de las personas que deberían considerarse servicios públicos y regularse como tales.
«Piensen en la compañía telefónica», dijo. «No permitiremos que la compañía telefónica discrimine a quién puedes llamar o qué puede decir». Del mismo modo, las compañías eléctricas no pueden negar el servicio a un grupo por motivos de raza o fe.
«Se trata de grandes empresas de servicios públicos que tienen un poder enorme, y no se puede permitir que utilicen arbitrariamente ese poder para su propio interés político», dijo Gingrich.
El viernes se publicó un tercer volumen de archivos que tratan sobre la censura de Twitter a Trump, y habrá más durante el fin de semana. Musk ha anunciado actualizaciones del software que permiten a los usuarios ver si su contenido está siendo hecho no visible y apelar tales decisiones.
Tal decisión es «un gran paso en la dirección correcta», dijo Gingrich, quien añadió que Musk le ha impresionado por su «voluntad de arrancar la cubierta y dejar que la gente vea lo que está pasando».
«Yo creo que cuanto más haga eso, mejor estaremos todos».
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