Twitter anunció el lunes que se asociará con las agencias de noticias The Associated Press y Reuters para combatir la supuesta «desinformación», aunque no está claro cómo implementarán la iniciativa.
La compañía con sede en San Francisco, en un blog corporativo, dijo que la asociación con Reuters y AP ampliará sus «esfuerzos para identificar e impulsar información creíble en Twitter». Eso afectará la sección de tendencias del sitio web de redes sociales, la pestaña explorar, su función de búsqueda, etiquetas y más, según la compañía.
En la publicación del blog de Twitter también decía que se «contextualizarán» las conversaciones emergentes y se tratará de anticipar las conversaciones, incluso antes de que comiencen.
Con la medida, Twitter afirmó que uno de sus objetivos es “proporcionar contexto de manera proactiva sobre temas que despiertan un interés generalizado, incluidos aquellos que podrían generar información engañosa. En lugar de esperar hasta que algo se vuelva viral, Twitter contextualizará el desarrollo del discurso al ritmo de la conversación pública o en anticipación a ella”.
Las medidas de Twitter para apuntar a la llamada «desinformación» seguramente generarán las críticas de algunos de sus usuarios. Los conservadores han dicho que las grandes empresas tecnológicas y de redes sociales han censurado injustamente a usuarios prominentes por publicar contenido que se considera políticamente sensible y a determinados candidatos y políticos.
Hacia el final del ciclo electoral de 2020, la empresa de redes sociales bloqueó un informe explosivo del New York Post sobre los negocios en el extranjero de Hunter Biden y el contenido de su computadora portátil, aunque el CEO, Jack Dorsey, escribió más tarde que el manejo sobre esa información fue incorrecto. Mientras tanto, el NY Post no pudo acceder a su cuenta durante varios días, lo que generó reclamos por la censura.
Los informes que incluían especulaciones sobre si un brote inicial de COVID-19 se originó en un laboratorio de máxima seguridad en Wuhan, China, también fueron suprimidos por Facebook y Twitter. Facebook incluso bloqueó y eliminó dichas publicaciones. Los conservadores y activistas chinos de derechos humanos acusaron a las empresas de redes sociales por encubrir al Partido Comunista Chino (PCCh), el cual ha negado categóricamente que el virus se haya filtrado desde las instalaciones de Wuhan.
Más tarde, sin embargo, algunos funcionarios estadounidenses, incluido el presidente Joe Biden, reconocieron que la hipótesis de la fuga del laboratorio de Wuhan es creíble. Biden, a principios de este año, anunció que la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos, compuesta por 17 organismos, entregaría un informe sobre los orígenes del virus dentro de varios meses.
El expresidente Donald Trump anunció el mes pasado una demanda colectiva contra Twitter, Facebook y YouTube, propiedad de Google, acusando a las empresas de negar sus derechos a la libertad de expresión. Twitter, Facebook y Google anunciaron en enero que habían suspendido a Trump por haber afirmado que las elecciones del 3 de noviembre fueron robadas y también alegaron que el expresidente contribuyó a la violencia del 6 de enero en el Capitolio.
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