Se incautaron cinco restaurantes chinos, ocho autos de alta gama y un centro comercial, así como una casa y un departamento que pertenecían a los sospechosos.
Las autoridades europeas desmantelaron una banda delictiva sospechosa de evadir impuestos por valor de 113 millones de euros (122.83 millones de dólares) utilizando una red bancaria clandestina china.
El 25 de octubre, la Fiscalía Europea (EPPO) en Bolonia y Milán, Italia ejecutó una orden de embargo preventivo de 116 millones de euros (126.09 millones de dólares) contra 33 sospechosos. Se incautaron cinco restaurantes chinos, ocho vehículos de gama alta y un centro comercial, así como una casa y un apartamento pertenecientes a los sospechosos. Se congelaron varias cuentas bancarias.
Según la EPPO, fiscalía independiente de la Unión Europea, se efectuaron registros ese día en 20 ciudades de Italia. La EPPO se encarga de investigar, perseguir y juzgar los delitos contra los intereses financieros de la UE.
Los oficiales detuvieron a siete sospechosos, entre ellos dos presuntos cabecillas, sometieron a arresto domiciliario con brazaletes electrónicos a cinco sospechosos y ordenaron a otros dos sospechosos que se presentaran periódicamente ante la policía. Todos ellos son sospechosos de fraude del IVA (impuesto sobre el valor añadido), asociación ilícita y lavado de dinero.
«La investigación identificó un complejo esquema de fraude fiscal internacional, llevado a cabo a través de numerosas empresas fantasma (»operadores desaparecidos»), que importaban cientos de contenedores de ropa y accesorios de China a Italia, utilizando triangulaciones con Bulgaria y Grecia, para ocultar el origen de las mercancías», se lee en un comunicado de la EPPO.
«Se entiende que la trama delictiva tuvo un volumen de negocios de al menos 500 millones de euros (543.50 millones de dólares), al tiempo que evadía el pago del IVA y los derechos de aduana».
Ganancias lavadas
Según las pruebas actuales, los beneficios ilícitos se lavaron a través de una red bancaria clandestina china con sucursales clandestinas en Las Marcas, en el centro de Italia. La transferencia al extranjero de los fondos ilícitos se realizaba a través de empresas ficticias con facturas falsas, lo que ayudaba a eludir las medidas contra el lavado de dinero.
«El dinero pasó por muchos países europeos, entre ellos Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Francia, Irlanda, Alemania, Grecia, España y el Reino Unido, antes de llegar a China», declaró la fiscalía. «Las pruebas demuestran que parte del dinero regresó vía bancaria a Italia, donde la organización lo invirtió en negocios comerciales legítimos».
En los registros, llevados a cabo por la policía italiana con el apoyo de las autoridades de Bulgaria, Alemania y Grecia, también se incautó abundante documentación.
La redada es uno de los recientes esfuerzos europeos por desmantelar organizaciones delictivas en las que están implicados ciudadanos chinos en la UE.
El 24 de mayo, Europol, la agencia policial de la Unión Europea, apoyó a la policía española en la desarticulación de dos organizaciones delictivas que traficaban con más de 1000 ciudadanos chinos utilizando diversos métodos fraudulentos.
Los días 2 y 3 de julio, las autoridades policiales europeas, coordinadas entre sí, desmantelaron en España una red internacional de lavado de dinero, detuvieron a cinco ciudadanos chinos y se incautaron de casi 160,000 euros (173.92 dólares) en efectivo.
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