La última entrega de los «Expedientes Twitter» avalados por Elon Musk se publicó el lunes, revelando más detalles internos sobre cómo y por qué la red social suspendió la cuenta del expresidente Donald Trump en enero de 2021.
En un hilo de Twitter, la periodista Bari Weiss, exeditora del New York Times que renunció en 2020, recordó lo que Trump había escrito el 8 de enero de 2021 respecto a los resultados de las elecciones de 2020. Señaló que a Trump le quedaba “una falta más antes de estar en riesgo de suspensión permanente”.
Un posteo que Trump había publicado el 8 de enero fue: “Los 75,000,000 de grandes patriotas americanos que votaron por mí, AMÉRICA PRIMERO y HACER AMÉRICA GRANDE OTRA VEZ, tendrán una VOZ GIGANTE en el futuro. ¡¡¡No se les faltará el respeto ni se les tratará injustamente de ninguna manera o forma!!!”
El segundo posteo que publicó ese día terminaría siendo el último antes de que su cuenta fuera bloqueada: “A todos los que han preguntado, no voy a ir a la Inauguración el 20 de enero”.
“Durante años, Twitter se había resistido a los llamados, tanto internos como externos, para prohibir a Trump con el argumento de que bloquear a un líder mundial de la plataforma o eliminar sus controvertidos tuits ocultaría información importante que la gente debería poder ver y debatir”, escribió Weiss el lunes. “Pero después del 6 de enero, como han documentado @mtaibbi y @shellenbergermd, creció la presión, tanto dentro como fuera de Twitter, para prohibir a Trump”.
Si bien algunos empleados de Twitter no estuvieron de acuerdo con las versiones de que Trump estaba tratando de incitar a la violencia con sus posteos en Twitter, según las capturas de pantalla de los mensajes de Slack de la compañía que se publicaron en el hilo, algunos empleados, cuyos nombres fueron tachados, estaban enojados porque Trump no fue prohibido antes. Después de la irrupción en el Capitolio el 6 de enero de 2021, incluso más trabajadores de la empresa exigieron su expulsión de la red social, revelaron esos mensajes.
“Tenemos que hacer lo correcto y prohibir esta cuenta”, exigió un empleado de Twitter tres veces seguidas, según la captura de pantalla. Otro afirmó que es «bastante obvio que intentará ‘enhebrar’ la incitación sin violar las reglas», sin explicar más ni brindar pruebas. Dijeron que los dos posteos de Trump, sobre no ir a la toma de posesión y sobre sus votantes, eran una incitación a la violencia.
Pero una directiva, Anika Navaroli, argumentó: «Tampoco veo una incitación clara o codificada en el tuit de DJT», y agregó: «Responderé en el canal de elecciones y diré que nuestro equipo evaluó y no encontró vios [violaciones] de DJT”.
Navaroli escribió que la división de seguridad de Twitter luego “Evaluó el tuit de DJT (Trump) anterior y determinamos que no hay violación a nuestras políticas en este momento”.
“Menos de 90 minutos después de que los empleados de Twitter determinaran que los tuits de Trump no violaban la política de Twitter”, escribió Weiss, “Vijaya Gadde, directora legal, política y de confianza de Twitter, preguntó si, de hecho, podría tratarse de una ‘incitación codificada a más violencia’”.
Unas dos horas después de eso, los ejecutivos de Twitter celebraron una reunión de 30 minutos con toda la empresa, incluidos Gadde y el exdirector ejecutivo Jack Dorsey. Respondieron preguntas sobre por qué Trump, que tenía casi 90 millones de seguidores y usaba mucho la aplicación, no había sido suspendido.
Más tarde ese día, Twitter anunció que suspendía a Trump “debido al riesgo de una mayor incitación a la violencia”. Después de que se prohibiera la cuenta, no fue restaurada hasta el mes pasado, después de que Musk comprara Twitter y despidiera a muchos empleados.
Se señaló que algunos líderes mundiales, incluido el líder supremo iraní Ali Khamenei y el primer ministro etíope Abiy Ahmed, habían publicado posteos en Twitter que parecían incitar a la violencia contra otros grupos.
Varios días después de la suspensión, algunos empleados de Twitter pidieron que la red social eliminara la “información médica errónea” sobre el COVID-19, según las capturas de pantalla. Varias cuentas destacadas de Twitter, como la del Dr. Robert Malone que participó en el desarrollo de la tecnología de ARNm y el periodista Alex Berenson, fueron suspendidas de Twitter por supuestas violaciones a las políticas de la compañía sobre el COVID-19.
Con Musk, la empresa ha eliminado su política de desinformación sobre COVID-19, según una actualización del 23 de noviembre.
Revelaciones anteriores
Los «Expedientes Twitter» comenzaron el 2 de diciembre cuando el periodista Matt Taibbi reveló los intentos de la empresa por suprimir la historia de Hunter Biden del New York Post en 2020. Musk lo anunció y lo respaldó.
Días después, Weiss informó sobre la segunda entrega de los archivos, revelando cómo la firma creó listas negras secretas o cómo a ciertos usuarios se les limitó el alcance. La tercera, cuarta y quinta entrega tratan sobre la prohibición de Trump.
El autor Michael Shellenberger publicó documentos internos de Twitter que muestran que los ejecutivos de la empresa se desviaron de la política de la empresa para prohibir la cuenta de Trump. Estos demuestran que el exdirector de confianza y seguridad de Twitter, Yoel Roth, le habría dicho a un empleado que la empresa “cambiaría su enfoque de interés público” para la cuenta de Trump “en este caso específico”. The Epoch Times se ha puesto en contacto con Roth en busca de comentarios.
Trump, por su lado, ha indicado en varias entrevistas que no volverá a Twitter y optará por usar su propia red social, Truth Social. Desde que Musk restauró su cuenta en noviembre, esta no ha tenido señales de actividad.
«Lo más grande que sale del Engaño de los Objetivos de Twitter es que la elección presidencial fue MANIPULADA – ¡y más grande no puede ser!», escribió el fin de semana pasado.
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