El condado de Loudoun, Virginia, se ha convertido en la «zona cero» de la lucha contra el adoctrinamiento basado en la teoría crítica de la raza en las escuelas de todo el país, según el cofundador de un grupo de padres que se enfrenta al sistema educativo local.
La teoría crítica de la raza (TCR) debe ser arrancada de raíz porque «trata de ver todo a través de la lente de la raza y cree que todas las instituciones, tradiciones, lenguaje e historia de este país son sistemáticamente racistas», dijo Ian Prior, un padre que ayudó a fundar y es director ejecutivo de Fight for Schools, que está registrado en Virginia como un comité de acción política.
Prior fue director principal adjunto de asuntos públicos en el Departamento de Justicia en la Administración Trump. Ahora es director general de su propia empresa de consultoría política, Headwaters Media, y cofundador del sitio web The Daily Malarkey.
Los defensores de la TCR creen que la naturaleza supuestamente racista de la nación solo puede remediarse «viendo todo a través de la lente de la raza y discriminando para acabar con lo que creen que es un racismo sistémico», dijo a The Epoch Times en una entrevista.
«Y se ignora al individuo en favor de los grupos de identidad, lo que significa que es perjudicial para las personas de todas las razas que creen en los conceptos de liberalismo occidental, meritocracia e igualdad de oportunidades para todos».
Pero el condado de Loudoun, dijo Prior, es «la zona cero de un movimiento de los padres para retomar el control de lo que ocurre en las escuelas donde dejan a sus hijos todos los días».
Esto está ocurriendo «principalmente debido a la educación a distancia, por lo cual hemos recibido información de cientos de padres, que pasan cerca, durante una clase que escuchan en internet y dicen, ‘¿qué es eso? O una captura de pantalla o algo donde son capaces de observarlo, donde normalmente no habrían podido», dijo.
«Los padres tienen mucha más información en el último año sobre lo que está pasando, y creo que eso es realmente lo que ha impulsado la responsabilidad y el foco de atención en todo esto».
«Juego de los esclavos fugitivos»
Los problemas actuales en Loudoun, el condado más rico de Estados Unidos, según Forbes, comenzaron en febrero de 2019 cuando a los estudiantes de la escuela primaria Madison’s Trust, en Ashburn, se les indicó que fingieran ser esclavos.
«Algunos educadores argumentan que provocar emociones intensas en los estudiantes, para lo que generalmente están diseñadas las simulaciones, puede ser un punto de partida para la investigación», según Education Week. Pero otros activistas radicales de la educación rechazan este tipo de juegos, diciendo que perjudican a los niños negros.
Los jóvenes jugaron a que, como esclavos fugitivos, tenían que atravesar una carrera de obstáculos que representaba el Underground Railroad, que era una red encubierta de rutas y casas seguras en Estados Unidos de antes de la guerra civil que los esclavos utilizaban para escapar a los estados libres.
Michelle Thomas, presidenta de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) del condado de Loudoun, denunció este «juego de los esclavos fugitivos» como «repugnante y racista» y exigió formación sobre raza y prejuicios.
Las Escuelas Públicas del Condado de Loudoun (LCPS) se disculparon y prometieron contratar a expertos externos para «una auditoría de equidad«, requiriendo que todos los maestros recibieran «capacitación en competencia cultural y sesgo implícito», y creando un nuevo puesto relacionado con «equidad y competencia cultural».
En abril de 2019, los LCPS contrataron a Equity Collaborative, una empresa consultora de California especializada en la teoría crítica de la raza, por 422,000 dólares para hacer grupos de enfoque, capacitar a los maestros y generar una «evaluación de equidad». La firma dice que descubre «sesgos personales e institucionales que impiden que todas las personas, y especialmente las personas de color, alcancen su máximo potencial». Se centra en «el análisis de la opresión, la teoría del aprendizaje y el coaching para el cambio».
El fiscal general investiga
Posteriormente, el fiscal general de Virginia, el demócrata Mark Herring, llevó a cabo una investigación sobre las acusaciones de que las Escuelas Públicas del Condado de Loudoun, entre otras cosas, negaban a los alumnos la igualdad de oportunidades para participar en los programas de alumnos superdotados y con talento de la escuela primaria por su raza.
Herring se pronunció a favor de la teoría crítica de la raza el año pasado cuando instó al entonces presidente Donald Trump a rescindir la Orden Ejecutiva 13950, que prohibía la enseñanza de la TCR a los contratistas del gobierno. Trump dijo que la ideología era «divisiva y dañina» y «como un cáncer». El presidente Joe Biden, partidario de la TCR, anuló rápidamente la orden tras su toma de posesión.
Los izquierdistas sostienen que la TCR es necesaria para promover la igualdad racial al destacar el supuesto daño que los blancos han hecho a otros en la sociedad. Herring dijo que la orden de Trump «podría deshacer años de importante trabajo implementando el sesgo implícito y la formación en diversidad».
La investigación de Herring determinó en noviembre de 2020 que las «políticas y prácticas de los LCPS tuvieron un impacto discriminatorio en los estudiantes negros/afroamericanos y latinos/hispanos».
El distrito escolar resolvió el caso con la oficina de Herring en febrero de 2021, acordando reformar sus políticas, centrarse en el compromiso con la comunidad de las minorías y someterse a la supervisión de terceros. El acuerdo se extiende hasta el 30 de junio de 2024.
Mientras tanto, después de que la Colaboración para la Equidad examinara las escuelas de Loudoun, las LCPS publicaron un Plan Integral de Equidad y un Plan para Combatir el Racismo Sistémico el pasado otoño.
Los planes requerían la formación de los empleados en la teoría crítica de la raza, el cambio de la política de disciplina para supuestamente reducir las disparidades raciales siendo indulgentes con los estudiantes que participan en «la falta de respeto, la resistencia, y la alteración del orden en el aula campus», disculparse por luchar contra los esfuerzos de integración racial hace seis década, crear espacios seguros para el personal de color de las LCPS y alejarse de la admisión basada en el mérito en las escuelas de élite del condado para dar a los estudiantes negros e hispanos una mejor oportunidad de ingreso.
Lista de enemigos
Casi al mismo tiempo, los activistas radicales comenzaron a conspirar para quitar autoridad a los padres que están en contra de la teoría crítica de la raza.
El Daily Wire reportó en marzo que el condado de Loudoun se sumió en «un pánico moral», ya que el sistema escolar «parecía pasar de servir a los contribuyentes a convertirlos en su objetivo».
Los miembros de un grupo privado de Facebook de 624 miembros llamado «Padres antirracistas del condado de Loudoun», entre los que se encontraban miembros del personal y del consejo escolar, supuestamente recopilaron una larga lista de enemigos donde figuraban los padres que se pensaba que se oponían a las políticas de los LCPS, incluyendo las enseñanzas de la TCR. Los miembros dijeron que querían «infiltrarse», utilizar «hackers» para silenciar los mensajes de los padres y «exponer a estas personas públicamente».
«Estoy perdiendo cualquier esperanza de que permanecer civilizado hacia estas personas cambie algo», escribió un miembro del grupo pro-TCR. «Evitar a esta gente no es suficiente para detener la difusión de su malvada retórica».
«¿Alguien conoce a algún hacker?», escribió.
Campaña de petición
En mayo, Fight for Schools lanzó una campaña de petición para destituir a 6 miembros radicales de la junta del distrito escolar de 9 miembros: Denise Corbo, Beth Barts, Brenda Sheridan, Atoosa Reaser, Ian Serotkin y Leslee King, todos ellos demócratas.
Legalmente hablando, la petición se basa en el hecho de que «tenían un quórum de miembros de la junta escolar en un grupo privado de Facebook discutiendo temas relacionados con la escuela», dijo Prior, añadiendo que tal comportamiento viola la ley de reuniones abiertas del estado, así como sus propios estatutos y código de conducta.
Después de que Prior y otros reúnan el número requerido de firmas para la petición, éstas se presentarán en el tribunal. Se supone que la fiscal del estado debe presentar el caso contra los miembros de la junta escolar para sus destituciones.
Es un problema, dijo Prior, que la fiscal del Estado en la zona es Buta Biberaj, una demócrata pro-TCR que participó en el grupo secreto de Facebook. «A partir del 30 de abril, ella todavía formaba parte del grupo y comentaba de posteos sobre la investigación o la búsqueda de videos de TikTok de niños que podrían ser racistas», dijo.
En 2019, Biberaj venció a la fiscal titular Nicole Wittmann, una republicana, 51-49 por ciento, después de que un comité de acción política financiado por George Soros gastara 845,000 dólares para que fuera elegida. Wittmann recaudó 113,000 dólares, reportó The Daily Wire. En Twitter, Biberaj elogia a los fiscales de distrito de las grandes ciudades, que están en contra de la policía y del encarcelamiento, como Chesa Boudin de San Francisco.
Antes de ser fiscal, Biberaj fue funcionaria de la NAACP local, reportó el medio. Como fiscal, procesó a un simpatizante de Trump por agresión debido a que exhaló sobre manifestantes anti-Trump mientras no usaba una mascarilla. Resolvió el caso obligando al hombre a donar 3000 dólares al fondo local de becas de la NAACP, que no tenía ninguna relación con el incidente, a cambio de retirar los cargos.
Después de que el experto de Fox News, Tucker Carlson, comentara la disputa enconada relacionada con la TCR en el condado, Biberaj lo llamó «hombre blanco infeliz».
«Creemos que hay al menos un aspecto de conflicto, si no un conflicto real, que haría imposible para ella o su oficina procesar adecuadamente el caso en el tribunal», dijo Prior a The Epoch Times.
Prior dijo que la otra parte tiene problemas.
«Creo que subestiman nuestro movimiento. Subestiman el interés nacional en esto, y están demasiado centrados en su cámara de eco de las redes sociales y su base de apoyo que en los padres, los estudiantes y los contribuyentes que ahora están descubriendo todo lo que ha estado sucediendo en este sistema escolar en los últimos dos años, y la gente no está feliz por ello».
The Epoch Times se puso en contacto con las Escuelas Públicas del Condado de Loudoun para pedirles comentarios. Wayde B. Byard, directivo de Información Pública de las LCPS, dijo por correo electrónico que el distrito se negó a comentar.
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