Un funcionario estadounidense ha alertado de un «brote de neumonía» en el norte de China que, al parecer, ha enviado a muchos niños a hospitales locales.
Unos cuatro años después de la aparición del virus del COVID-19 en China, muchos niños han sufrido neumonía, fiebre u otros problemas respiratorios, según los reportes. Al parecer, los hospitales están desbordados debido al aumento de los casos, lo que ha provocado la alerta de la Organización Mundial de la Salud y de un alto funcionario estadounidense.
«El reciente brote de neumonía en China plantea serias preguntas, y la Organización Mundial de la Salud las está planteando», dijo el embajador de EE. UU. en Japón, Rahm Emanuel, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca de Obama, en un posteo en las redes sociales.
«Es hora de abandonar el engaño y los retrasos del COVID, ya que la información transparente y oportuna salva vidas», añadió, en referencia a los intentos del Partido Comunista Chino de ocultar el alcance de la pandemia dentro de China continental. «La plena cooperación con la comunidad internacional no es una opción, es un imperativo de salud pública. ¿Dará Beijing un paso al frente?».
El embajador de Estados Unidos en China, R. Nicholas Burns, no ha hecho ningún comentario público sobre el asunto.
Funcionarios del PCCh han afirmado que el misterioso brote no es el resultado de un nuevo virus, alegando que se trata de una mezcla de enfermedades respiratorias como la neumonía por micoplasma, la gripe o el virus sincicial respiratorio (VSR).
El Mycoplasma pneumoniae es una bacteria que puede causar infecciones leves del sistema respiratorio, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Sin embargo, esta bacteria puede causar infecciones pulmonares más graves que requieren atención hospitalaria, como la «neumonía errante», descrita como una forma «atípica» de neumonía por las autoridades sanitarias.
Los reportes taiwaneses han indicado que había largas filas y salas de espera abarrotadas en varios hospitales infantiles, incluido el Hospital Infantil de Beijing. Y, al parecer, algunas escuelas de Beijing también suspendieron las clases en las zonas con tasas de infección.
Los usuarios de las redes sociales que visitaron los hospitales de Beijing postearon videos de largas filas en los hospitales. The Epoch Times no pudo confirmar la autenticidad de los posteos.
La situación en China provocó una alerta en ProMed, un sistema de vigilancia de enfermedades que también hizo sonar la alarma a finales de 2019 en Wuman cuando el COVID-19 emergió en la escena mundial.
Previamente esta semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un comunicado, diciendo que está «monitoreando los datos» de los sistemas de vigilancia operados por el PCCh.
«Desde mediados de octubre de 2023, la OMS ha estado monitoreando los datos de los sistemas de vigilancia chinos que han estado mostrando un aumento en las enfermedades respiratorias en niños en el norte de China», dijo la organización de la ONU en un comunicado. «Hoy, la OMS mantuvo una teleconferencia con las autoridades sanitarias chinas en la que proporcionaron datos solicitados sobre enfermedades respiratorias entre los niños en el norte de China».
«Los datos indican un aumento de las consultas ambulatorias y los ingresos hospitalarios de niños por neumonía por micoplasma desde mayo, y por VSR, adenovirus y virus de la gripe desde octubre», prosiguió la OMS. «Algunos de estos aumentos se producen antes en la temporada de lo que se ha experimentado históricamente, pero no son inesperados dado el levantamiento de las restricciones de COVID-19, como se ha experimentado de forma similar en otros países».
Tanto el régimen chino como la OMS se han enfrentado a críticas por su transparencia a la hora de notificar los primeros casos de COVID-19 hace varios años. Sigue habiendo numerosos interrogantes sobre el origen del virus, y las autoridades chinas han bloqueado las investigaciones en el laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan.
Algunos investigadores han dicho, sin embargo, que la gente debe ser prudente ante el temor de otra pandemia mundial.
El virólogo Tom Peacock, del Imperial College de Londres, que ha seguido de cerca la aparición de nuevas variantes de coronavirus, dijo que se disponía de buenas herramientas para detectar «con bastante rapidez» la gripe emergente o los coronavirus, por lo que parecía poco probable que esto hubiera ocurrido bajo el radar.
El investigador declaró a Reuters que «puede acabar siendo algo más mundano o una combinación de cosas… digamos COVID, gripe, RSV».
China’s recent pneumonia outbreak raises serious questions, and the World Health Organization is asking them. It’s time to abandon COVID deception and delays as transparent and timely information saves lives. Full cooperation with the international community is not an option,…
— ラーム・エマニュエル駐日米国大使 (@USAmbJapan) November 24, 2023
Brian McCloskey, un investigador de salud pública que también asesoró a la OMS sobre el COVID-19, dijo al servicio de noticias: «Lo que estamos viendo es el sistema del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS en acción», refiriéndose a las normas que rigen la forma en que los países trabajan con la OMS sobre posibles brotes.
«No voy a pulsar el botón del pánico pandémico en base a lo que sabemos hasta ahora, pero estaré muy interesado en ver la respuesta a la OMS de China y ver la evaluación de la OMS después de eso», añadió.
No obstante, el comunicado de la OMS dice que recomienda «a los habitantes de China que sigan las medidas para reducir el riesgo de enfermedades respiratorias, que incluyen la vacunación recomendada; mantener la distancia con las personas enfermas; permanecer en casa cuando se enferme; someterse a pruebas y recibir atención médica según sea necesario; llevar mascarillas según proceda; garantizar una buena ventilación; y lavarse las manos con regularidad».
El régimen chino dispone de 24 horas para responder a la OMS en virtud de la normativa.
Con información de Reuters.
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