Al menos una persona murió y 15 más resultaron heridas durante los disturbios que vivió el municipio colombiano de Yumbo, cercano a Cali, en la noche del domingo durante el decimonoveno día de protestas contra el gobierno del presidente Iván Duque, confirmaron este lunes a las autoridades locales.
El alcalde de Yumbo, Jhon Jairo Santamaría, dijo a Efe que la gerente del Hospital La Buena Esperanza de Yumbo, Claudia Sánchez, le reportó la muerte de una de las 16 personas que llegaron heridas hasta allí por disturbios, que derivaron en enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes.
«Hay personas en una situación compleja de salud y otras que se vieron afectadas por los gases lacrimógenos por la situación que se provocó en esa confrontación», agregó el funcionario al referirse a los lesionados.
Las protestas en Colombia, que se iniciaron el pasado 28 de abril contra la ya retirada reforma fiscal del Gobierno, se han cobrado 42 víctimas mortales, según lo informado a la Defensoría del Pueblo hasta el pasado 11 de mayo.
Las manifestaciones también encajan una serie de exigencias que incluyen, entre otros temas, el cese de la brutalidad policial; el retiro del proyecto de la reforma a la salud, que contempla privatizaciones; el fortalecimiento de una masiva vacunación y renta básica de por lo menos un salario mínimo legal mensual.
Origen de los disturbios
El alcalde Santamaría señaló que los disturbios comenzaron porque algunas personas trataron de vandalizar un Comando de Atención Inmediata (CAI) de la Policía en el barrio La Estancia, lo que provocó enfrentamientos entre ciudadanos y derivó en la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
«Ahí surgió esa reacción, ese choque entre la comunidad que era lo que habíamos querido por todos los medios evitar (…) Parece que esas mismas personas que atacaron el CAI fueron las mismas que le tiraron piedra a mi casa, tratando de vandalizarla como tal», agregó Santamaría.
Según denunciaron senadores opositores, la Policía arremetió contra los manifestantes y les dispararon, además de arrojar gases lacrimógenos para dispersar la protesta.
Todo eso, señaló el alcalde, sucedió cuando las autoridades locales y representantes de los manifestantes organizaban «mesas de diálogo, de conversación» para solucionar la crisis social.
«Hemos procurado que no se den esos actos de violencia, afectación de la Policía con la comunidad y de la comunidad con la misma comunidad», dijo.
«Manos oscuras» y soluciones
En esa línea advirtió que hay «manos oscuras», no sabe si «de izquierda o de derecha», que buscan llevar el caos a su municipio y lo tienen en una situación de zozobra.
«Nosotros hemos procurado hacer es dialogar, conversar. Yo he estado visitando los puntos de encuentro donde están los muchachos, la gente, y me he sentido bien atendido en medio de una situación de que la gente tiene inconformidad y plantea unos requerimientos que son válidos», expresó.
El alcalde de Yumbo, que dice no ser capaz de dar una orden para que la Policía ataque a la comunidad, también hizo un llamado al Gobierno nacional para que resuelva «esta situación» porque las autoridades locales están «asumiendo una responsabilidad surgida desde el Gobierno nacional».
«Que se siente con los organizadores y nos quiten esta responsabilidad porque estamos quedando en la mitad de todo esto», aseveró.
A dos semanas de las violentas protestas en Colombia, un experto en seguridad dijo que el país está afrontando un ataque de desinformación “nunca antes visto” por gobiernos extranjeros, y que la izquierda no parará en su empeño de desestabilizar a Colombia.
El presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales de las Fuerzas Militares en Retiro (ACORE) y consultor internacional en seguridad y defensa, John Marulanda, dijo que la situación en Colombia es un ataque por parte de la izquierda.
“Sí hay un problema serio –hay un problema de pobreza, han habido abusos policiales, no lo podemos negar– pero la mayoría de abusos han procedido de esas células terroristas de las FARC y el ELN alimentadas por el dinero del narcotráfico, que están tratando de desestabilizar a Colombia para que llegue la izquierda al poder”, dijo Marulanda a The Epoch Times.
Por otro lado, el pasado 13 de mayo, una veintena de exjefes de Estado y de Gobierno de España y Latinoamérica pidieron que se pongan “límites” a las manifestaciones violentas en Colombia y condenaron a la “dictadura” de Venezuela por instigar la violencia en el país vecino.
En una declaración publicada ese día por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), los exgobernantes recuerdan que hay diferencias entre las protestas pacíficas y las violentas desde el punto de vista de las leyes y los derechos.
Así mismo condenan a “los actores internos que, dentro de Colombia, aliados de los grupos narcoguerrilleros aún en insurgencia contra el orden constitucional y democrático, se han dicho patrocinadores de las manifestaciones violentas”.
También condenan a “las autoridades del Gobierno dictatorial de Venezuela que, públicamente, vienen instigando la violencia insurreccional contra el Gobierno democrático, constitucional y legítimo de Colombia, presidido por Iván Duque”.
Alcaldía incendiada
En el municipio de La Plata, en el sureño departamento del Huila, fue incendiado por desconocidos el edificio la Alcaldía y la Casa de la Justicia.
Las protestas se desataron en esa localidad luego de que un joven de 27 años resultara herido en un procedimiento policial.
«Expresamos el llamado a la Policía Nacional y a la institucionalidad para brindar garantías que nos permita definir lo acontecido en estos hechos (la agresión contra el joven)», expresó el alcalde de La Plata, Luis Carlos Anaya.
La reportera de The Epoch Times Pachi Valencia contribuyó a este artículo.
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