Un nuevo estudio realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. sugiere que las mujeres embarazadas que dieron positivo a la prueba del COVID-19 pueden tener más probabilidades de tener partos prematuros.
El estudio, que se publicó el miércoles, descubrió que las mujeres embarazadas posiblemente tengan un alto riesgo de sufrir partos prematuros si la madre está infectada con el COVID-19.
El estudio utilizó los datos de mujeres hospitalizadas del 1 de marzo al 22 de agosto. Se estudiaron a casi 7900 mujeres entre las edades de 15 y 49 años, pero solo alrededor de 2255 tenían disponible la información sobre el embarazo. De ellas, 598 mujeres estaban embarazadas, lo cual significa que aproximadamente 1 de cada 4 mujeres entre las edades de 15 y 49 años estaba embarazada en ese momento.
«La proporción de mujeres hospitalizadas de 15 a 49 años con COVID-19 que estaban embarazadas en este estudio (26,5 por ciento) sugiere que las mujeres embarazadas tienen tasas desproporcionadamente más altas de hospitalizaciones asociadas al COVID-19 en comparación con las mujeres no embarazadas», indicó el estudio.
Los datos también mostraron que 56 nacimientos (alrededor del 12,6 por ciento) fueron prematuros. Esto es más alto que la tasa general de nacimientos prematuros en Estados Unidos, que es del 10 por ciento. Lo que también se descubrió es que, en comparación con las mujeres embarazadas asintomáticas (23,1 por ciento), las mujeres sintomáticas (8 por ciento) tenían tres veces más probabilidades de dar a luz prematuramente.
Los investigadores encontraron que el 54,5 por ciento de las mujeres embarazadas eran asintomáticas. El resto eran sintomáticas y se descubrió que eran más susceptibles a las complicaciones: el 16,2 por ciento de ellas fueron ingresadas a UCI, el 8,5 por ciento con respiradores y otras dos murieron durante sus hospitalizaciones. Ninguna de estas complicaciones ocurrió en las mujeres embarazadas asintomáticas.
Los investigadores también dieron sus propias advertencias con respecto a los bebés prematuros, indicando que «los recién nacidos prematuros podrían tener un mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19, y se deben enfatizar las medidas preventivas, como alentar a los cuidadores a usar una mascarilla y practicar la higiene de las manos, para minimizar la posible transmisión».
Además, de las 598 mujeres embarazadas estudiadas, 458 completaron su embarazo, mientras que el resto aún no había dado a luz o había fallecido. De los 458 embarazos completados, hubo 10 pérdidas de embarazos.
Sin embargo, la tasa de pérdidas de embarazos se produjo tanto en mujeres embarazadas asintomáticas como sintomáticas.
El estudio sugirió que las personas que están embarazadas deben tomar medidas para protegerse contra el COVID-19 y asegurarse de asistir a todas sus citas médicas, especialmente las citas de atención prenatal, según los CDC.
“La identificación del COVID-19 durante las hospitalizaciones por parto es importante para orientar las medidas preventivas para proteger a las mujeres embarazadas, los padres, los recién nacidos, otros pacientes y el personal del hospital”, afirmó el estudio.
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