No solo existen los temibles ‘ríos de agua’ en el cielo. Una imagen del satélite de resolución moderada (MODIS) de la NASA revela un ‘río de humo’ que fluye desde el Amazonas de Bolivia hacia Paraguay. Corresponde a los incendios del Amazonas de Bolivia.
Según una estimación de la Fundación Amigos de la Naturaleza, en Bolivia se han quemado hasta fines de septiembre cerca de 5,3 millones de hectáreas (13,1 millones de acres), de los cuales 3,9 corresponden al departamento La Cruz y 1,2 al departamento Beni, reportó El Deber, el 27 de septiembre.
“Un área casi del tamaño de Costa Rica”, destaca el reporte de Tiempo, el 7 de octubre.
Con ello se perdió «el 24 por ciento del Área Natural de Manejo Integrado de San Matías, el 32 por ciento del Parque Nacional Otuquis y el Área Natural de Manejo Integrado, y el 34 por ciento del Área de Conservación e Importancia Ecológica de Ñembi Guasu se han quemado».
Los incendios destruyeron los bosques secos y arbustivos de Chiquitano y Chaco del este y sur de Bolivia. También se extendieron por los pastizales en la región de la sabana de Beni al norte. Por último afectaron los humedales del Pantanal en el este de Bolivia.
Otros incendios han quemado áreas donde la tierra ya había sido limpiada y convertida en pastos o tierras de cultivo.
La relatoría de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aseguró que desconocía la grave magnitud de los incendios en la Chiquitanía en Santa Cruz, pese a que estos comenzaron en julio, según la presentación de la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (Unitas) el 3 de octubre.
El argumento es que “en el exterior todavía se cree en el discurso “pachamamista” del presidente Evo Morales”, informó Agencia de Noticias Fides (ANF).
El análisis de la situación de la política agraria en Bolivia reveló que Evo Morales “está ‘desesperado’ por ejecutar lo que denomina desarrollo agropecuario basado en la ampliación de la frontera agrícola”, dijo en la presentación de UNITAS el investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), Enrique Ormachea, según la Brújula Digital.
De hecho según declaraciones del bombero Héctor Pérez, de la ONG Acción Norte, que llegó desde España a ayudar a Bolivia, los incendios que ello vieron en terreno eran provocados para poder explotar las tierras. «Es una selva muy tupida que no sirve ni para agricultura ni para ganadería», informó previamente La Sexta.
La ONG Acción Norte cree que sin la selva de por medio, los terrenos serían destinados a cumplir los acuerdos comerciales que Bolivia tiene para exportar miles de toneladas de carne y soja a China.
Otro bombero, Javier Bodeho, declaró al medio español que en uno de los incendios encontraron un laboratorio de hoja de coca y luego que la noticia se divulgó, “a los pocos días tres de sus componentes aparecieron muertos ahogados».
Los incendios forestales en la parte de Chiquitanía también son parte de una estrategia geopolítica del agronegocio del gobierno boliviano que pretende atravesar esta región con la hidrovía industrial Paraguay-Paraná, dijo el director de la Fundación Productividad Biósfera Medio Ambiente (Probioma), Miguel Crespo en el informe de UNITAS.
La hidrovía Paraguay-Paraná, proyectada en los años 70, vuelve a retomar fuerzas en el Gobierno de Evo Morales, como parte de la alianza público privada con el sector agroindustrial del oriente, señaló Crespo, citando un reporte de la ANF.
“Estas obras se concentran en el Pantanal con puertos y vías de acceso (…) todo para facilitar la exportación de materias primas e importación de tecnología que hace de nuestro país cada vez más dependiente del extractivismo”, sostuvo.
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