Un miembro más de la delegación cubana de béisbol que participó en el preolímpico en Florida la semana pasada optó por quedarse en Estados Unidos.
La Federación Cubana de Beisbol (FCB) confirmó el lunes que el pítcher Andy Rodríguez no viajó el lunes a Japón para cumplir su contrato con los Halcones de Softbank autorizado por el régimen de Cuba.
Rodríguez se convierte así en el cuarto miembro de la delegación cubana en desertar, luego de que lo hicieran el segunda base César Prieto, el también lanzador Lázaro Blanco, y el psicólogo Jorge Sile Figueroa.
Un comunicado de la FCB refiere que Rodríguez permaneció en la sede del torneo Preolímpico de las Américas en espera de la fecha acordada para su traslado a Japón, pero «no se presentó en el aeropuerto».
Según se informa, el padre de Rodríguez reside en Homestead, al sur del condado de Miami Dade.
Aunque la deserción del pitcher ya la había informado el sábado un portal de deportes, SwingCompleto, la noticia de la deserción del pelotero de 22 años fue recién confirmada el lunes por parte de la FCB.
La Federación Cubana de #Beisbol informa que el lanzador Andy Amaury Rodríguez Valdés decidió incumplir su contrato con el equipo Halcones de Softbank, de la Liga Profesional de Japón, país al que debió viajar hoy desde Estados Unidos. #BeisbolCubano pic.twitter.com/D0vKe1xRnl
— Federación Cubana de Béisbol (@CubanaBeisbol) June 7, 2021
En respuesta a la decisión de Rodríguez, la Federación Cubana de Béisbol (FCB) del régimen calificó al lanzador de «transgresor» al decidir romper su vínculos con la delegación isleña para permanecer en EE. UU.
Al estilo del régimen castrista, la Federación insistió en denunciar «una sostenida agresión contra el deporte cubano» y culpó a Estados Unidos de un «repudiable tráfico de atletas».
El primero en desertar a su llegada de Florida fue Prieto, quien escapó nada más al llegar al hotel con el equipo.
El periodista especializado en béisbol Francys Romero escribió en Twitter que cuando la selección cubana llegaba al hotel donde se aloja para el torneo, que se disputará en Fort St. Lucie y West Palm Beach (este de Florida), Prieto se bajó del autobús y se subió inmediatamente en automóvil que estaba esperando y abandonó el lugar.
Luego de la deserción de Prieto, el régimen habría tomado acciones diplomáticas para hacer «control de daños» en el equipo de béisbol.
Los encargados de la delegación le quitaron los celulares a los jugadores y solo permitieron que se comunicaran con sus familiares.
Sin embargo, poco después Sile, el psicólogo del equipo, se escapó poco antes de que el grupo retornara a Cuba.
Por su parte, el pítcher Blanco–considerado el mejor en Cuba–se fue del aeropuerto y dijo que «no regresaría a Cuba».
Blanco dijo que espera poder seguir jugando o, de no ser así, trabajar en «cualquier cosa», pero sin sentir arrepentimiento por haber desertado en Miami.
«Le doy gracias a Dios por estar aquí. Fue una decisión tomada para jugar en cualquier liga, o estar aquí y trabajar en cualquier cosa», dijo el jugador de 35 años a Telemundo.
Con información de EFE.
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