Las noticias sobre la muerte de una joven de 16 años en un centro de cuarentena de COVID-19 después de que se ignoraran las súplicas de ayuda de su familia se han estado difundiendo en las redes sociales chinas desde el 18 de octubre—durante el 20º Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh)—y han provocado la indignación pública. Se cree que el padre de la niña fue silenciado por las autoridades luego de que hablara públicamente sobre su muerte.
En un video que se hizo viral, se veía al padre filmando a la niña fallecida en una cama de hospital. Dijo que su nombre es Guo Lele y que vive en el pueblo de Qizhuang, ciudad de Ruzhou, provincia de Henan. Reveló su identificación nacional y números de teléfono celular. Dijo que su hija, Guo Jingjing, fue colocada en un centro de aislamiento COVID-19 en la escuela secundaria Wanji el 14 de octubre. El 16 de octubre comenzó a tener fiebre alta y el 17 de octubre estaba convulsionando, deshidratada y temblando en una litera.
El padre dijo que el personal médico del centro de aislamiento ignoró su petición de ayuda médica. Llamaron muchas veces a la línea de emergencia 110 y a la línea de ambulancia 120, pero también ignoraron la súplica de la familia. El retraso hizo que la condición de su hija empeorara, según Guo.
A las 7 p.m. del 17 de octubre, su hija fue enviada al Cuarto Hospital Popular del Condado para recibir tratamiento de emergencia y fue declarada muerta. Ahora solicita que la Comisión Central de Control Disciplinario del régimen investigue las denuncias de que el gobierno de Ruzhou implementó medidas de control de la epidemia de manera inapropiada, exigiendo justicia para su hija.
La tía de la niña dice en el video que los seis miembros de la familia también fueron obligados a ingresar a un centro de cuarentena como contactos cercanos.
Cuando entró en el centro de aislamiento, ella estaba bien, dijo Guo sobre su hija.
«Llevaba cuatro días allí y luego sufrió convulsiones, vómitos y fiebre alta», dijo. «Sin un tratamiento oportuno, la niña murió».
Un post en un grupo de redes sociales llamado “Ruzhou Experimental Middle School” afirmaba ser de una mujer cuya hermana y Guo Jingjing habían sido puestas en cuarentena juntas en el dormitorio de la escuela. Según el post, Guo Jingjing tenía fiebre alta y se la dejó sin atención, lo que le provocó encefalitis aguda, vómitos, espuma y convulsiones. Cuando estuvo al borde de la muerte, la enviaron finalmente al hospital. En el hospital, estaba en coma y la dejaron sin atención en la cama del hospital. A las 3 a.m., su madre fue notificada de que no tenía latidos.
El Padre es silenciado
Después de que la noticia del incidente se volviera viral en las redes sociales, la cadena de radio Sound of Hope habló con Guo por teléfono.
“Nuestra política aquí [en China] es que mientras haya contacto o contacto cercano, todos ellos serán retirados», dijo. «A las 2 de la madrugada del 14 de octubre, se llevaron a toda nuestra familia al punto de cuarentena».
Posteriormente, la llamada fue cortada. El reportero volvió a llamar a Guo pero no ha podido comunicarse. De acuerdo con las tácticas habituales del PCCh, se sospecha que el teléfono de Guo estaba siendo vigilado por el régimen, ya que las autoridades intentaban evitar que hablara con el mundo exterior.
Dos reporteros de The Epoch Times tuvieron la misma experiencia. Justo cuando Guo y los reporteros comenzaron a hablar por teléfono, casualmente recibió otra llamada. Posteriormente colgó y no ha vuelto a responder las llamadas de los reporteros.
Las políticas de reducción a cero COVID son responsables de asesinato
Dan Xia, exprofesora de una universidad en China continental dijo a The Epoch Times el 19 de octubre que las cuarentenas deberían servir para prevenir infecciones y proteger la vida de las personas, pero bajo el PCCh, no se trata de proteger la vida de las personas, sino de ser políticamente correctos.
«¿No vimos esta escena absurda?», dijo. “Se dice que para evitar la propagación del virus no se permite abrir las fábricas, pero la gente está esperando en grupos para hacerse las pruebas PCR. Eso también es reunión, así que ¿por qué permitirlo? Es porque es políticamente correcto reunirse para hacerse una prueba PCR, pero no es políticamente correcto que los trabajadores se reúnan para trabajar juntos».
“Esta pobre niña de Ruzhou, Henan, murió a causa de la política políticamente correcta de prevención de epidemias del PCCh. La burocracia actual del PCCh solo habla de política, no de sentido común; los funcionarios del PCCh solo se preocupan por sus cargos; no les importa el sustento de la gente”.
La Sra. Liu, una profesora jubilada de una universidad de China continental que no dio su nombre completo por temor a represalias, dijo a The Epoch Times que esta era solo otra muerte por negligencia que se suma al abuso que han significado las cuarentenas de COVID-19 en China. La niña de 16 años tuvo fiebre alta durante tres días y su vida estaba en estado crítico, pero las numerosas llamadas y peticiones de ayuda médica en Internet fueron ignoradas.
“¿Cuál es el propósito de pagar impuestos al gobierno?” dijo Liu. “¿El PCCh todavía trata a las personas como personas? ¡Esta malvada política de ‘reducción a cero COVID’ es equivalente a un asesinato! Esta chica fue asesinada por el PCCh. Hasta ahora, el desprecio total del PCCh por la vida humana ha alcanzado un nivel escandaloso. ¿Pueden ignorar por completo si las personas viven o mueren cuando las ponen en cuarentena?”.
Ella dijo que si una persona está infectada, toda la comunidad será puesta en cuarentena centralizada. Ahora, los chinos continentales consideran la cuarentena como una puerta al infierno, y todos tienen miedo de ser puestos en cuarentena.
“Si todos dijeran no al PCCh, ¿cuál sería el resultado?”, dijo Liu. «Pero todos obedecen, y el resultado de la obediencia sería como el de la niña de Ruzhou».
Xia Song, Li Yun y Gu Xiaohua contribuyeron a este artículo.
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