En un episodio reciente de «American Thought Leaders», el presentador Jan Jekielek conversó con Chad Wolf sobre la crisis fronteriza de Estados Unidos: las políticas de la actual administración y de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que exacerban esta catástrofe; la trata de niños; soluciones a esta afluencia masiva de inmigrantes; y más. El Sr. Wolf es el exsecretario interino del Departamento de Seguridad Nacional y ahora es director ejecutivo del America First Policy Institute.
Jan Jekielek: La última vez que nos reunimos, la situación fronteriza era muy diferente. ¿Qué diferencia hay con la situación actual?
Chad Wolf: En la primera parte de 2019, tuvimos una crisis y vimos que las cifras a lo largo de la frontera comenzaban a aumentar.
Empezamos a hacer cosas diferentes, como Permanecer en México o los protocolos de protección a migrantes y los acuerdos de asilo con Guatemala, Honduras y El Salvador. Comenzamos a expulsar a más personas que no tenían el derecho legal de estar en Estados Unidos.
En enero de 2021, la administración Biden heredó una frontera en cierto modo ordenada y segura, probablemente la más segura de mi vida. La administración desmanteló todo eso. En el verano de 2019, vimos entre 40,000 y 50,000 detenciones en un mes determinado. Compare eso hoy con 250,000 a 300,000 en un mes.
Sr. Jekielek: Muchas personas en las organizaciones que participan en esto creen que, en primer lugar, las fronteras no deberían existir.
Señor Wolf: Se remonta a los principios en los que se basa la política de inmigración. En el caso de la administración Biden, sus principios fundamentales se alinean estrechamente con los de la extrema izquierda del Partido Demócrata. Piensan que cualquiera debería poder entrar al país por cualquier motivo: si busca una vida mejor, si su país de origen es peligroso o si no le agrada su vecino de al lado.
Si uno cree en esas cosas e idea un sistema de esa manera, como lo ha hecho la administración Biden, entonces eso favorece el objetivo de estas organizaciones no gubernamentales que ayudan a trasladar a los migrantes al norte. En el lado estadounidense de la frontera, una vez que son liberados de la custodia del gobierno federal, estas ONG también asumen el control.
No todas las ONG son iguales. Algunas llevan décadas ayudando a particulares. Algunas lo hacen por buenas razones. Otras lo hacen por razones equivocadas, y el dinero que les llega en los últimos tres años ha aumentado espectacularmente.
Tan pronto como liberen a estos individuos en Brownsville, Del Rio y El Paso, quedarán fuera de la custodia federal. Entonces las ONG toman el control y dicen: «¿Adónde quieres ir? Compraremos su pasaje», que será pagado por el contribuyente estadounidense.
Van a Nueva York o Chicago y hay instalaciones a las que pueden acudir. Es como una profecía autocumplida. Cuanto más financie esto, más personas vendrán.
Sr. Jekielek: Hablemos del tráfico de niños. ¿Cómo ha cambiado esto debido a este aumento de números?
Sr. Wolf: En el transcurso de la administración Biden, nos acercamos a unos 500,000 niños no acompañados traficados a través de esa frontera. Estos niños no vienen con ningún padre o tutor, ni ningún miembro de la familia. Son traficados por los cárteles. O pagan una tarifa por adelantado o tendrán que pagarla más tarde. Desafortunadamente, todos estos niños son víctimas de abusos, sobre todo si son mujeres.
Durante la administración Trump, intentamos hacer varias cosas. Todos estos individuos van a Salud y Servicios Humanos, y luego son entregados a patrocinadores. Aumentamos la investigación de esos patrocinadores. También queríamos conocer a los demás adultos de la familia, para comprobar sus antecedentes e investigarlos.
La administración Biden canceló todo eso. Dijeron: «La forma más fácil de sacar a los niños de las instalaciones es flexibilizar los requisitos de investigación de antecedentes», lo cual es extremadamente peligroso.
Sr. Jekielek: Muchas de las personas son hombres solos en edad militar, y también hay un buen número de chinos. ¿Cómo ve usted esto?
Sr. Wolf: Hay familias y niños, pero la mayoría siguen siendo adultos solos de entre 18 y 35 años. El número de ciudadanos chinos ha aumentado tanto que algo está pasando. Nunca habíamos visto tantos chinos cruzar ilegalmente esa frontera.
Sr. Jekielek: Si recuperara su antiguo trabajo, ¿qué haría?
Sr. Wolf: Esto no va a cambiar de la noche a la mañana. Pero hay cosas que se pueden hacer, desde el primer día, que envían una señal no sólo al pueblo estadounidense sino también a los cárteles, los traficantes y a todos los involucrados de que las cosas no seguirán como siempre y que vamos a volver a aplicar la ley de seguridad fronteriza. Se puede reiniciar la construcción del muro fronterizo. Es un multiplicador de fuerzas para la Patrulla Fronteriza. Hay que cambiar toda la política de captura y liberación. Hay que dejar que los agentes del ICE hagan su trabajo y empiecen a expulsar a los individuos.
Sr. Jekielek: Hay comentarios en nuestros artículos relacionados con la frontera que preguntan: «¿Qué está haciendo el Congreso al respecto?»
Sr. Wolf: El Congreso tiene un papel, absolutamente. La crisis surgió en 2021.
La administración Biden tomó 94 acciones ejecutivas sobre inmigración en los primeros 100 días y provocó la crisis. El Congreso no creó esta crisis, pero la administración Biden dice que son los únicos que pueden solucionarla. Simplemente ese no es el caso.
El presidente y el secretario del DHS tienen mucha autoridad que durante años les ha otorgado el Congreso. Podrían implementar políticas que pondrían esta crisis bajo control. Eligen no hacerlo. Le están pasando la pelota al Congreso.
Sr. Jekielek: ¿Una última reflexión?
Sr. Wolf: Esta es una crisis humanitaria. Los migrantes son objeto de trata, abusos, violaciones y, en algunos casos, están perdiendo la vida, en una magnitud que nunca antes habíamos visto. Las políticas de inmigración de la administración Biden son las más inhumanas que jamás hayamos visto.
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