BURBANK, California — «Si te vuelves woke, vas a la quiebra» fue el mensaje principal de los manifestantes que se reunieron frente a la sede de The Walt Disney Company en Burbank el 6 de abril.
Unas 150 personas asistieron a la concentración en oposición a la postura de la empresa de entretenimiento familiar contra una ley recientemente aprobada en Florida que prohíbe a las escuelas enseñar a sus alumnos más jóvenes sobre orientación sexual e identidad de género.
Llevando un palo alto adornado con la bandera estadounidense, el organizador político Charles DiMauro, de Santa Bárbara, condujo durante horas para asistir a la protesta. Dijo que no estaba de acuerdo con la decisión de la empresa de despojar a sus parques de la identificación de género.
«Realmente espero que puedan ir y ver lo que estamos haciendo hoy, y lo que vamos a seguir haciendo, y que cambien su forma de actuar y no sean ‘woke'», dijo DiMauro a The Epoch Times.
Florida aprobó en marzo una ley de derechos de los padres que prohíbe a los profesores de las escuelas públicas impartir lecciones sobre la orientación sexual o la identidad de género, o cualquier enseñanza que no sea «apropiada para la edad o el desarrollo», con niños desde el jardín de infancia hasta el tercer grado.
Ohio y Texas están estudiando una legislación similar.
Disney se posicionó en contra de la aprobación de la legislación de Florida el 28 de marzo, después de que los empleados de la empresa organizaran una protesta contra el proyecto de ley en su resort de Florida.
«El proyecto de ley HB 1557 de Florida, también conocido como ‘No digas gay’, nunca debería haber sido aprobado y nunca debería haberse convertido en ley», según un comunicado emitido por un portavoz de Disney. «Nuestro objetivo como empresa es que esta ley sea derogada por la legislatura o anulada en los tribunales, y seguimos comprometidos a apoyar a las organizaciones nacionales y estatales que trabajan para conseguirlo».
La compañía de entretenimiento familiar estaba defendiendo los derechos y la seguridad de los miembros LGBTQ+ de la familia Disney, así como de la comunidad LGBTQ+ de Florida y de todo el país, según el portavoz.
La multitud crecía constantemente a medida que se desarrollaba la concentración frente al Studio Lot de Disney en la avenida Alameda de Burbank el 6 de abril.
Un puñado de empleados de Disney observaba mientras padres, niños y otras personas sostenían pancartas y coreaban «Boicot a Disney» y «¡USA!».
Dos hombres utilizaron cuernos para gritar a los empleados y a los guardias de seguridad a través de una puerta de entrada de hierro forjado negra.
«Es un acontecimiento absolutamente necesario», dijo a The Epoch Times Rob McCoy, exalcalde de Thousand Oaks (California) y pastor de la Capilla del Calvario de Godspeak.
Mucha gente creció con las películas de Disney, pero ahora la icónica compañía de entretenimiento familiar ha sido tomada por una agenda «woke», dijo McCoy, utilizando el término acuñado por primera vez por un activista liberal progresista.
«Este es un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo», dijo McCoy. «Si quieren tratar de infundir esto, son una empresa que llega a su final».
«Si se van a volver ‘woke’, van a la quiebra», dijo.
El grupo planea seguir protestando contra Disney y contra cualquier funcionario electo que apoye la ampliación de la licencia de derechos de autor de la compañía para su mascota Mickey Mouse, que está pendiente de renovación por el Congreso, dijo McCoy.
El personaje de la mascota de Disney fue registrado por primera vez en 1928. Los derechos de autor expirarán y pasarán a ser de dominio público dentro de dos años.
La multitud rezó mientras los oradores leían versos de la Biblia y hablaban de luchar por el país.
«Ya no hay término medio», dijo uno de los oradores a la multitud. «O están a favor o en contra de nosotros».
Steve West, de Moorpark, California, dijo que asistió al evento porque quería ser parte del cambio.
«No basta con decir que sabes que algo va mal y que las cosas no son como deberían ser», dijo West. «Tienes que poner algo de piel en el juego si quieres hacer un cambio. Esto es increíble».
Matt Burr, de Victorville (California), condujo unos 90 minutos para apoyar la causa.
«No me importa ir en coche a las cosas», dijo Burr. «Esto me molestaba. Lo investigué un poco… lo que me hace raro es que no es realmente un proyecto de ley de derechos de los homosexuales. Está bastante claro».
Kennedy Lindsey, de Los Ángeles, dijo que creía que los niños no deberían ser sexualizados.
«Son niños y deberían poder tener su infancia y su inocencia», dijo Lindsey.
Anna Vina, de Santa Paula, California, dijo que a Disney no le correspondía sexualizar a los niños.
«No estoy de acuerdo con lo que están haciendo», dijo Vina. «Los niños tienen que ser niños».
Rocco Romano, de la cercana localidad californiana de Glendale, dijo a The Epoch Times que era agradable ver a un número tan grande de personas acudir a Burbank.
«Es la capital del entretenimiento en la Costa Oeste», dijo Romano. «Es alentador ver a la gente defender los valores familiares y ver a la gente defender a Cristo. Es alentador ver que la gente defiende al país».
Marci Donovan, de Rosemead (California), participó porque pensó que era importante.
«Creo que todo el mundo está convirtiendo esto en una cuestión de ‘izquierda’ y ‘derecha’ y realmente no se trata de eso», dijo Donovan a The Epoch Times. «Se trata de la teología ‘woke’ que se está adoctrinando en las empresas y en los niños. Siento que los niños son tan susceptibles y vulnerables. Realmente me molesta que estén tratando de luchar [contra el gobernador de Florida Ron DeSantis] en un proyecto de ley que tiene todo el sentido. Incluso algunos demócratas con los que he hablado dicen que el proyecto de ley es lógico».
Unas 150 personas se reunieron a ambos lados de la concurrida calle, según la estimación de un oficial de la Policía de Burbank que observaba la protesta desde un coche patrulla al otro lado de la calle.
Otros oficiales en motocicleta patrullaron la zona, pero no se registraron incidentes.
La protesta en ese lugar estaba permitida, pero la música en vivo, los altavoces y los cuernos que se oían en el barrio residencial cercano podrían haber cruzado el límite, dijo el oficial a The Epoch Times. Sin embargo, la policía estaba dando al grupo cierto margen, dijo el oficial.
El departamento no había recibido quejas sobre la protesta de casi dos horas que comenzó a las 6 de la tarde, dijo el oficial.
Antes de la publicación de este artículo Disney no había respondido a la solicitud de comentarios.
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