La nueva iniciativa social, Reconciliació.cat, presentó hoy su manifiesto fundacional en el que propone avanzar hacia la «reconciliación» de Cataluña hablando «con todo el mundo» y buscando «fórmulas de entendimiento mínimas que permitan establecer un diálogo entre todos los catalanes».
Uno de los impulsores de la iniciativa, el abogado, economista y presidente de la Fundació Catalunya Societat Civil, Jacint Soler Padró, expresó su voluntad de «hablar con ciudadanos y entidades de diferentes signos y opiniones», de las que no ha excluido a las soberanistas, como Òmnium Cultural.
«Estamos empezando», explicó otro de sus impulsores, el economista y fundador de Societat Civil Catalana, Ferran Brunet, aventurando que habrá un «clamor catalán unánime en esta reconciliación» porque ahora «es tiempo de concordia y de entendimiento».
Los impulsores de Reconciliació.cat presentaron en el Colegio de Periodistas de Cataluña su manifiesto, en el que expresan que «la división existente entre los catalanes» debilita a toda Cataluña y reclaman «trabajar y hablar con todo el mundo» para llegar a la concordia y evitar dar «una imagen de confrontación y separación».
El manifiesto establece que es «urgente» emprender esta tarea y también «tejer relaciones y complicidades» que lleven a que «un día, Cataluña se afane y trabaje como un solo pueblo».
El jurista Ramon Soler-Padró aclararó que con Reconciliació.cat quieren acercarse primero a la gente y luego a las instituciones, y también explica que ahora empieza la ronda de contactos y en septiembre harán la primera presentación de las firmas recogidas.
Según Soler-Padró, el objetivo del proyecto es «dar voz» a las personas que están «en medio», es decir, las que no defienden ninguna posición en la situación catalana, y así facilitar el acercamiento entre las personas que sí están «enfrentadas», para que puedan «darse la mano».
Para el jurista es necesario que «no se generen frustraciones», ahora que «un camino y otro han llegado a su fin», en referencia al final del gobierno del PP y también al gobierno de Carles Puigdemont.
Jacint Soler celebra, en este sentido, que ahora haya «atmósfera de diálogo» entre los gobiernos catalán y español, pese a que «todos se mantengan en sus posiciones», y expresó que «en su momento, el Gobierno hubiese tenido que reaccionar de otra forma».
El periodista y fundador del semanario «El Triangle», Jaume Reixach, calificó el manifiesto de «absolutamente oportuno» y se mostró «optimista, pese a todo», porque «los estragos que se produjeron se pueden considerar graves, pero podrían haber degenerado en un conflicto peor».
Reixach argumentó que, para él, Cataluña ha vivido «el final de un régimen, el pujolista», tras cuyo «derrumbe» ha quedado «un solar», y añadió que, hasta que las empresas que cambiaron su sede social con motivo del 1 de octubre no vuelvan, como «la Caixa» y Aigües de Barcelona, «no se podrá reconstruir Cataluña».
El abogado y economista Francesc Granell, que también se sumó a la iniciativa, expresó su deseo de que «a través de la concordia se pueda recuperar el empuje de Cataluña y de Barcelona, que ahora ha decaído».
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