Una pesadilla recurrente en China: productos de sangre contaminada con HIV

Por Xiaoxu Sean Lin
25 de febrero de 2019 6:03 PM Actualizado: 25 de febrero de 2019 6:03 PM

Análisis

La Comisión Nacional de Salud de China emitió el 5 de febrero una orden para retirar del mercado un lote de inmunoglobulina humana para inyección intravenosa por estar posiblemente contaminada con VIH (prueba positiva para anticuerpos contra el VIH). Un bebé de la provincia de Jiangxi inyectado con este lote de inmunoglobulina humana también dio positivo en la prueba de anticuerpos de VIH. La Administración de Productos Médicos de Shanghai indicó que el lote contaminado fue identificado con el número 20180610Z, fabricado por China Meheco Xinxing Pharma. Este lote sospechoso consistía de 12.226 unidades, que expirarán en 2021.

Esto desencadenó rápidamente otra ola de indignación pública por la preocupación sobre la seguridad de los productos médicos en China, ya que en los últimos meses se expusieron escándalos sobre la vacuna contra la rabia contaminada y el uso de productos caducados de la vacuna contra la polio para bebés en China.

El 7 de febrero, la Administración Nacional de Productos Médicos de China publicó rápidamente un informe que indicaba que el producto de inmunoglobulina humana relacionado y la muestra de sangre del bebé resultaron negativos para la carga viral de material genético (ARN) del VIH.

Cao Xiaonian (Izq.), enfermo de SIDA, y su esposa Zhou Xiaoneng (Der.) sostienen a su bebé de 9 meses en su hogar de la aldea de la provincia de Henan, en el sur de China, el 2 de agosto de 2006. (Peter Parks/AFP/Getty Images)

Sin embargo, obviamente se trata de un esfuerzo típico del régimen chino para quitarle presión al asunto entre el público. Dado que la orden de retiro fue emitida por una autoridad sanitaria nacional de alto nivel, todas las pruebas de anticuerpos o de ARN relacionadas deberían haberse realizado y confirmado. De lo contrario, sería una incompetencia total de las autoridades emitir una orden de retiro sin pruebas de confirmación. Por otro lado, un resultado negativo en la prueba de ARN viral que al mismo tiempo es positivo para anticuerpos contra el VIH podría sugerir que el virus del VIH no se estaba replicando activamente y estaba suprimido a un nivel en el que no era detectable por el método de prueba de ARN viral aplicado. Pero si el producto fue inyectado en un paciente con un sistema inmunológico comprometido, la replicación viral podría volver a activarse.

La producción de inmunoglobulina humana implica el agrupamiento de miles de muestras de plasma humano. Este reciente escándalo de contaminación con el VIH en productos sanguíneos volvió a suscitar la preocupación del público sobre la situación de la epidemia del VIH en China y la práctica en su industria de productos sanguíneos.

En la década de 1990, los modos más frecuentes de transmisión del VIH en China eran compartir agujas contaminadas entre los usuarios de drogas inyectables y las prácticas antihigiénicas durante la extracción de plasma remunerada. Cuando las autoridades de algunas provincias chinas trataron a la recolección y la venta de plasma como una importante industria local impulsada por el régimen, esto instigó el auge desenfrenado de los centros ilegales de recolección de plasma.

Un gran número de agricultores rurales pobres fueron atraídos a estos centros para vender su plasma para complementar sus pequeños ingresos. En estos centros, la sangre de muchos donantes se mezclaba después de la extracción. Luego, el plasma acumulado se separaba de los glóbulos rojos, que se volvían a inyectar en los donantes, de modo que pudieran recuperarse rápidamente y vender su plasma con más frecuencia. En una práctica tan arriesgada, incluso un solo donante VIH positivo infectaría a un gran número de personas en una sola ocasión. Esto dio lugar a una grave epidemia de infecciones por VIH, con cientos de miles de pobres campesinos que contrajeron el VIH al vender su plasma. En algunas “aldeas del SIDA” de la provincia de Henan, la situación es catastrófica, con más del 80% de los habitantes infectados con el VIH. Se calcula que solo en la provincia de Henan, más de 100.000 personas murieron a causa de la infección por VIH debido al negocio del plasma.

A finales de 2001, el Ministerio de Salud estimó que el total de casos de VIH positivo en adultos era de entre 800.000 y 1.500.000 en China.

Después de la exposición pública de esta epidemia de VIH por parte de algunos valientes médicos chinos como el Dr. Gao Yaojie, el gobierno chino cerró los infames centros de extracción de sangre en la provincia de Henan. En 1998, China aprobó una ley de donación de sangre que prohibía la venta comercial de sangre y fomentaba la donación voluntaria. También endureció las normas sobre la recolección de plasma y aumentó el número de análisis de sangre.

Personal médico mientras espera distribuir una variedad de medicamentos para el tratamiento del SIDA en una clínica de VIH/SIDA en Wenlou, provincia de Henan, el 28 de mayo de 2004.  (Frederic J. Brown/AFP/Getty Images)

Sin embargo, impulsados por los enormes beneficios del negocio del plasma, los agentes sanguíneos (también llamados “cabezas de sangre”) se trasladaron a regiones más remotas y empobrecidas de las provincias de Guangxi y Guizhou, en el suroeste de China, para buscar nuevas fuentes de sangre.

En 2006, la provincia de Guizhou había establecido 25 centros de recolección de sangre, que proporcionaban alrededor del 40% del suministro de plasma en todo el país. Sin embargo, la práctica antihigiénica en estos centros de recolección de sangre inevitablemente resultó en nuevas catástrofes de salud pública. En 2006, según los datos de salud pública de la provincia de Guizhou, la tasa de incidencia de enfermedades debidas a infecciones de VIH y hepatitis B aumentó en un 21,36%, y la tasa de mortalidad relacionada aumentó en un 65,38%, debido a cuestiones de contaminación de la sangre. En consecuencia, las autoridades locales de la provincia de Guizhou tuvieron que cerrar todos los centros comerciales de extracción de sangre en 2006.

Sin embargo, muchos de estos centros de sangre reabrieron en 2007. Y este tipo de centros de donación de sangre semioficiales o clandestinos siempre habían estado funcionando en el pasado, ya que China todavía enfrenta una grave escasez de sangre debido a la escasa participación de donaciones de sangre voluntarias. En 2017, en la ciudad de Nanning (provincia de Guangxi), las autoridades locales arrestaron a tres grupos de ‘cabezas de sangre’ con más de 800.000 cc de sangre extraída y vendida.

No se realizaron investigaciones oficiales sobre el negocio del plasma y el encubrimiento de la epidemia del VIH en Henan en la década de 1990. Por lo tanto, ningún funcionario fue responsabilizado por este desastre. Incluso 20 años después, en 2017, todavía había representantes en el Congreso Popular de China que planteaban la misma cuestión para pedir una investigación oficial de la catástrofe y la debida indemnización para las víctimas. Del mismo modo, hasta ahora no se ha sabido que ningún ejecutivo corporativo o funcionario del gobierno que haya sido interrogado o responsabilizado por este reciente incidente sobre la inmunoglobulina humana contaminada. No hubo informes sobre cuántas unidades de este lote de inmunoglobulina humana potencialmente contaminada se utilizaron y si las autoridades sanitarias están haciendo un seguimiento sistemático de estas personas.

Liu Ximei (Izq.), portadora del VIH, junto a su amiga Tao Jing Lan (Der.), también VIH positiva, descansando en una cama durante una visita a Beijing, el 2 de agosto de 2012. Ximei contrajo el virus del VIH después de que unos vendedores de sangre de un hospital rural le inyectaran una aguja usada después de un grave accidente que tuvo cuando era joven. (Ed Jones/AFP/GettyImages)

Las autoridades chinas siempre prometieron una supervisión más estricta y medidas enérgicas contra las empresas y los funcionarios cuando estallaron escándalos relacionados con la seguridad de los alimentos y los medicamentos. Sin embargo, la Xinxing Pharma se estableció originalmente bajo la órbita del Ejército Popular de Liberación Chino (EPL), y ahora su mayor accionista es la empresa estatal de salud pública China Meheco Group. Por lo tanto, a pesar de que Xinxing Pharma parece ahora un negocio privado, es esencialmente una empresa controlada por el Estado. No es de extrañar que sean un proveedor de productos médicos asignado por el Estado.

El Dr. Xiaoxu Sean Lin es un exoficial del Ejército de Estados Unidos con experiencia en monitoreo de enfermedades infecciosas y salud pública mundial. Es el cofundador y exvicepresidente ejecutivo de la red radial Sonido de la Esperanza y fue presentador de programas sobre actualidad china en New Tang Dynasty TV. Actualmente es fundador y gerente general de la emisora de radio WQER-LP. También es analista de actualidad para la radio Sonido de la Esperanza, con un foco en la salud pública mundial, la seguridad nacional y las relaciones internacionales relacionadas con asuntos de Asia. 

Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.

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