Una investigación llevada a cabo por el Departamento de Educación de Estados Unidos determinó que la Universidad del Sur de California falló en proteger a las estudiantes que habían sido víctimas de abusos por parte de un ginecólogo del campus.
Los detalles de la investigación se dieron a conocer en una carta a la presidenta de la USC, la Dra. Carol Folt, el 27 de febrero.
«Lo que hemos encontrado en la USC es estremecedor y reprensible», dijo Kenneth L. Marcus, el secretario asistente del Departamento para los derechos civiles, en un comunicado. «Ningún estudiante debería tener que enfrentarse a la repugnante conducta que las estudiantes de la USC tuvieron que soportar».
Desde que comenzó la investigación, en mayo de 2018, la Oficina de Derechos Civiles (OCR) del Departamento revisó 300 quejas de pacientes estudiantes y entrevistó a 43 pacientes cuyas acusaciones contra el ginecólogo, Dr. George Tyndall, abarcaron desde principios de los años 90 hasta 2016.
De acuerdo con el informe, las pacientes describieron haber experimentado una serie de daños médicos, emocionales, académicos y financieros como resultado de sus interacciones con el ginecólogo deshonrado.
Más de una docena de pacientes se negaron a regresar al Centro de Salud Estudiantil de la USC después de sus citas con Tyndall —algunas en detrimento de su propia salud.
Una paciente dijo a OCR que estaba «tan temerosa de ir a los médicos después de su examen (…) que dejó sin tratar una dolorosa infección de vejiga», decía la carta.
Después de sus experiencias con Tyndall, seis expacientes se negaron a buscar atención médica de médicos varones. Algunas se negaron a permitir que sus hijas recibieran atención de médicos varones.
Dieciséis pacientes dijeron que sus experiencias con Tyndall tuvieron un impacto negativo severo en su salud mental. La mitad de esas pacientes buscaron terapia para abordar las repercusiones de sus acciones. Trece pacientes usaron los términos «cicatrizante» y «traumatizante» para describir sus visitas.
Las antiguas pacientes también informaron de reveses académicos. Describieron dificultades para concentrarse, perdida de clases, reprobación de cursos, abandono de la escuela o traslado a otra universidad.
Las acusaciones contra Tyndall abarcan una amplia gama de conductas inapropiadas, incluyendo la realización de exámenes pélvicos sin guantes, ver a sus pacientes vestirse o desvestirse, así como tomar fotos —y hacer comentarios poco profesionales— de los cuerpos de sus pacientes.
El informe de la OCR concluye que la USC violó las regulaciones del Título IX y «sistemáticamente falló en múltiples puntos en el tiempo y en múltiples niveles de responsabilidad para responder pronta y efectivamente a la notificación del supuesto acoso sexual».
En 2016, después que la universidad descubriera 200 fotografías inapropiadas en la oficina de Tyndall. La USC permitió que el doctor continuara viendo pacientes durante un día y medio después que las fotografías fueran descubiertas.
A Tyndall se le permitió posteriormente salir de la Universidad con un historial limpio de la junta médica del estado y un pago financiero.
El 21 de febrero de 2020, la presidenta de la USC Folt y el presidente del Consejo de Administración Rick Caruso firmaron un acuerdo para resolver las violaciones y las preocupaciones de cumplimiento detalladas en la carta de la OCR.
Además, la USC tendrá que entregar un registro de todas las quejas de acoso y violencia sexual a los reguladores federales durante los próximos tres años.
En un comunicado, la secretaria de Educación Betsy DeVos caracterizó el manejo de las quejas contra Tyndall por parte de la universidad como un «fracaso total y completo en la protección de las estudiantes. Es desgarrador e inexcusable».
«Las conclusiones de la OCR se alinean con mi resolución personal de fortalecer las políticas, procedimientos y prácticas del USC para promover el bienestar de los pacientes y prevenir futuras conductas indebidas», dijo la presidente Folt en un comunicado del 27 de febrero. «La Universidad está enfrentando su pasado e implementando los cambios necesarios para informar su futuro».
A principios de esta semana, un juez aprobó una demanda colectiva de 215 millones de dólares para compensar a casi 18,000 antiguas pacientes de Tyndall. Se espera que cada mujer reciba entre 2500 y 250,000 dólares de la Universidad del Sur de California.
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