A raíz de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que prohíbe que el dinero federal se destine a programas que enseñan «conceptos divisorios», algunas universidades han pausado sus esfuerzos de capacitación en diversidad para ajustarse a la directiva.
La orden, emitida el 22 de septiembre, instaba a poner fin a los programas de capacitación financiados con fondos federales y «basados en la crítica» que refuerzan la idea de que algunos individuos son «inherentemente racistas, sexistas u opresivos» solo porque pertenecen a un determinado sexo o raza.
«Tales ideas pueden estar de moda en las instituciones, pero no tienen cabida en los programas y actividades apoyadas por el dinero de los contribuyentes federales», decía la orden.
Citando a la Declaración de Independencia, a Abraham Lincoln y a Martin Luther King Jr., la orden describió las «premisas fundamentales» de la república estadounidense como «todos los individuos son creados iguales y se les debe permitir una oportunidad igual bajo la ley para buscar la felicidad y prosperar basados en el mérito individual».
«Hoy, sin embargo, mucha gente está impulsando una visión diferente de Estados Unidos que se basa en jerarquías basadas en identidades colectivas sociales y políticas en lugar de en la inherente y equivalente dignidad de cada persona como individuo», decía la orden. «Esta ideología se basa en la perniciosa y falsa creencia de que Estados Unidos es un país irremediablemente racista y sexista; que algunas personas, simplemente por su raza o sexo, son opresores; y que las identidades raciales y sexuales son más importantes que nuestro estatus común como seres humanos y estadounidenses».
La orden de Trump ha llevado a la Universidad de Iowa, un contratista del gobierno y receptor de subvenciones federales, a detener sus programas de capacitación de diversidad durante dos semanas. La universidad promete usar ese período para examinar el lenguaje o los materiales usados en esas capacitaciones para ver si están en violación de la orden.
«Permítannos declarar inequívocamente que la diversidad, la equidad y la inclusión siguen siendo valores fundamentales dentro de nuestra institución»,escribió en un comunicado Liz Tovar, la vicepresidenta asociada interina de la universidad para la diversidad, equidad e inclusión. «Sin embargo, tras consultar con múltiples entidades y dada la gravedad de las sanciones por incumplimiento de la orden, que incluyen la pérdida de fondos federales, recomendamos que todas las unidades hagan una pausa temporal durante un período de dos semanas».
Del mismo modo, la Universidad Estatal de Texas también ha puesto en pausa su capacitación en materia de diversidad, equidad e inclusión, diciendo que la orden «puede requerir en última instancia algunos cambios» en la forma en que la universidad capacita a sus empleados.
«La Universidad Estatal de Texas recibe dinero federal en diversas capacidades», escribió Denise Trauth, la presidenta de la universidad, en una carta al profesorado y al personal. «No queremos poner en peligro este apoyo financiero crítico del que tantos en nuestra comunidad dependen».
Mientras tanto, la Universidad de Michigan criticó la orden, diciendo que socava su compromiso de acabar con la desigualdad racial, no expresando ninguna intención de detener su capacitación en diversidad.
«Estamos consternados por una orden ejecutiva que es una violación directa de nuestro derecho a la libertad de expresión y tiene el potencial de socavar los esfuerzos serios para reconocer y abordar las prácticas racistas de larga data que no tienen en cuenta el tratamiento desigual de nuestros ciudadanos en toda nuestra sociedad», escribió el presidente de la UMich, Mark Schlissel. «La universidad continuará examinando las implicaciones de esta orden y se pronunciará en contra de ella».
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