Internet impulsa los ciclos de noticias y afecta prácticamente a todos los aspectos de nuestras vidas, desde la comunicación con amigos y familiares hasta la búsqueda de empleo. La actual generación de adolescentes es única con respecto a las anteriores en el sentido de que están inmersos en un mundo virtual que puede presentarse de forma muy distinta a la realidad. Muchos adolescentes se han vuelto adictos a él.
Una encuesta de Statista de 2023 reveló que los adolescentes estadounidenses pasaban una media de 4.8 horas al día en plataformas de medios sociales, y las chicas una media de 5.3 horas, frente a las 4.4 horas de los chicos.
«Dado que el uso excesivo y adictivo de las pantallas figura habitualmente como una de las mayores preocupaciones de los padres para sus hijos, creo que ya es hora de que empecemos a educar a los niños lo antes posible sobre los peligros del uso poco saludable y sin sentido de las pantallas», declaró a The Epoch Times Anthony Anzalone, psicólogo clínico de Stony Brook Medicine.
El desarrollo cerebral de los adolescentes se ve afectado
Los científicos han empezado a investigar las consecuencias de vivir la vida online, y lo que han descubierto es desalentador.
Una revisión sistemática del University College de Londres, publicada en junio en PLOS Mental Health, analizó 12 estudios en los que participaron 237 jóvenes de entre 10 y 19 años que tenían un diagnóstico formal de adicción a internet entre 2013 y 2023. Todos los estudios se realizaron en países asiáticos.
Los investigadores definieron la adicción a internet como la incapacidad de resistir el impulso de usar internet, lo que afecta negativamente al bienestar mental, así como a aspectos de la vida social, educativa y laboral.
Todos los estudios analizados utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) para examinar cómo interactúan entre sí las áreas del cerebro (conectividad funcional) en participantes con adicción a internet mientras están en reposo y mientras completan una tarea. Los efectos se observaron en múltiples regiones del cerebro adolescente.
Los estudios mostraron una mezcla de aumento y disminución de la actividad en partes del cerebro que se activan durante el descanso, junto con una disminución general de la conectividad funcional en partes del cerebro utilizadas en el pensamiento activo.
Los hallazgos indican que estos cambios conducen a conductas y tendencias adictivas en los adolescentes y a cambios de comportamiento asociados con la capacidad intelectual, la coordinación física y la salud y el desarrollo mental.
Cambios funcionales en el cerebro
Otro estudio, publicado en 2023 en JAMA Pediatrics, investigó a un grupo de 169 estudiantes de sexto y séptimo curso de una escuela secundaria de una zona rural de Carolina del Norte. Los investigadores dividieron a los estudiantes en grupos más pequeños, según la frecuencia con la que informaron revisar sus feeds de Facebook, Instagram y Snapchat.
Los miembros del grupo de usuarios habituales consultaban sus feeds 15 o más veces al día, los usuarios moderados entre una y 14 veces, y los usuarios no habituales menos de una vez al día.
Los niños fueron sometidos a tres escáneres cerebrales a intervalos de aproximadamente un año mientras jugaban a un juego de ordenador que ofrecía recompensas y castigos en forma de caras sonrientes o ceñudas.
Mientras jugaban, los usuarios frecuentes mostraban cambios en las regiones cerebrales vinculadas al procesamiento de recompensas, que suele responder a experiencias como ganar dinero o asumir riesgos. También tenían dificultades para controlar comportamientos impulsivos o habituales.
Los resultados indican que los adolescentes que crecen consultando las redes sociales con más frecuencia se vuelven hipersensibles a la retroalimentación de otros chicos. También experimentan menos, o menos intensos sentimientos positivos ante estímulos previamente gratificantes, lo que podría llevarles a perseguir sentimientos más potentes a través de un mayor comportamiento de búsqueda de recompensas.
Sin embargo, según los autores, los efectos del control habitual de las redes puede depender de cada persona.
En algunos niños, controlar las redes puede convertirse en algo «compulsivo y problemático», mientras que en otros se trata de «un comportamiento adaptativo que les permite desenvolverse mejor en un entorno cada vez más digital», sugieren los autores.
Señales de perturbación
El Sr. Anzalone señaló que, al igual que ocurre con otras adicciones, las personas adictas a internet tienden a mostrar un patrón de conductas que impiden el funcionamiento diario, como una preocupación excesiva por el uso de la pantalla y síntomas de abstinencia cuando no es posible utilizarla.
Otras características notables de la adicción a internet son las siguientes
*Incapacidad para reducir el tiempo que se pasa conectado.
*Falta de interés por otras actividades.
*Uso continuado de la pantalla a pesar de los problemas del mundo real.
*Uso del juego para eliminar estados de ánimo negativos.
*Poner en peligro el trabajo, los estudios o las relaciones debido al uso de la pantalla.
Tratamiento
Según Anzalone, el tratamiento de la adicción de los adolescentes a Internet requiere una fuerte implicación familiar.
Él señaló que la mayoría de las pruebas sobre el tratamiento de la adicción a internet giran en torno a una combinación de terapia familiar «para ayudar a promover una comunicación y colaboración eficaces entre los cuidadores y los niños», la promoción de otras actividades para sustituir el «uso peligroso de los medios» y la terapia cognitivo-conductual (TCC) para abordar las distorsiones que los pacientes pueden tener sobre sí mismos o sobre el uso que hacen de las pantallas.
La TCC se basa en la idea de que la forma en que las personas piensan sobre las situaciones puede afectar a sus sentimientos y comportamientos. La terapia familiar es un tipo de terapia de conversación centrada en la mejora de las relaciones entre los miembros de la familia, que puede ayudar a tratar problemas específicos de salud mental o de conducta.
Una revisión sistemática y un metaanálisis de 57 ensayos controlados aleatorizados descubrieron que la TCC, en combinación con otros tratamientos, se encontraba entre las terapias mejor clasificadas para tratar eficazmente la adicción a internet.
«En muchos casos, la adicción a Internet es el síntoma y no la causa del problema, por lo que es esencial que abordemos cualquier problema de salud mental subyacente que pueda estar exacerbando los problemas, como la depresión, la ansiedad o el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad)», añade Anzalone.
Sin embargo, el psicólogo subraya que en casos graves puede ser necesaria una «desintoxicación digital». En esta desintoxicación, la exposición al uso no esencial de pantallas se reduce gradualmente, y los hábitos conscientes y las actividades de mejor calidad sustituyen a la estimulación digital constante. Sólo después de esta desintoxicación se puede reintroducir a los niños en la tecnología de forma segura.
Prevención
El Sr. Anzalone sugiere que se eduque a los padres sobre lo perjudicial que es para los niños el uso excesivo de las pantallas y que se les proporcionen herramientas que les ayuden a criar a sus hijos con hábitos saludables frente a las pantallas, de las cuales la más importante es el apoyo y la interacción de los padres.
«Para los niños pequeños, nada podrá sustituir el tiempo de calidad que un cuidador pasa con su hijo».
Cuantos más padres ayuden a sus hijos a explorar su entorno, a fomentar el juego al aire libre y proporcionar a los niños entrenamiento emocional, social y de persistencia para ayudarles a conectar mejor con el mundo y a desarrollar resiliencia para manejar los factores estresantes de la vida, «menos les veremos involucrarse en diversos comportamientos negativos y desadaptativos».
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