Un país vecino de Kazajistán canceló sus exportaciones de gas licuado de petróleo (GLP) a China.
La decisión se produjo después que las manifestaciones contra la fuerte alza de precios del gas licuado de petróleo en el oeste de Kazajistán se extendieran por todo el país. Esto hizo que el presidente kazajo, Kassym-Jokmart Tokayev, pidiera a sus aliados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), respaldada por Rusia, que enviaran fuerzas de mantenimiento de la paz mientras sus efectivos de seguridad gubernamental reprimían los continuos disturbios.
Uzbekistán, país de 34 millones de habitantes en la frontera con Kazajistán, cancelará todas sus exportaciones de gas licuado de petróleo a China por primera vez desde agosto de 2021, después de que el presidente del país, Shavkat Mirziyoyev, señalara su frustración ante la escasez de combustible.
Funcionarios del gobierno kazajo dijeron que las protestas, que en un principio fueron tranquilas y pacíficas, formaban parte de un ataque terrorista híbrido que pretendía aprovechar el asunto y utilizarlo para lanzar un ataque contra el gobierno. De otra parte, en informes de las redes sociales no confirmados, muchos kazajos afirman que no es así.
Un representante del ministerio de Energía uzbeko declaró que el país ya no está enviando gas al extranjero, informó Eurasianet.
«Las exportaciones de gas se han detenido por completo y todos los volúmenes de gas se están dirigiendo a los consumidores domésticos dentro del país», dijo un representante del ministerio de Energía uzbeko.
Se calcula que en 2021 Uzbekistán produjo unos 53,800 millones de metros cúbicos (bcm) de gas para el consumo interno y externo, con unos cuatro bcm de GLP —por un valor estimado de 600 millones de dólares— que fueron directamente a China.
En 2020, Uzbekistán también cortó las exportaciones de combustible al estado comunista después de que el gobierno cerrara las exportaciones durante la pandemia.
La noticia de la moratoria de las exportaciones de GLP surge después de la admisión del presidente Mirziyoyev en agosto del año pasado, de que el país no estaba contento con el gobierno tras haber importado 917 millones de metros cúbicos de combustible al país, informó Gazeta.ru.
«Es una cifra importante», dijo Mirziyoyev. «Lo importamos y lo pagamos con divisas».
«La gente está muy descontenta con nosotros por los [problemas] de la electricidad y, sobre todo, del gas», dijo el presidente uzbeko.
El GLP es el principal combustible utilizado por los vehículos uzbekos en todo el país. Se calcula que el 60 por ciento de los coches uzbekos lo utilizan como fuente de combustible. Sin embargo, durante los meses de invierno, el combustible también se ocupa para la calefacción, lo que puede provocar escasez.
No es la primera vez que los uzbekos están descontentos con la gestión del gobierno en relación al suministro de combustible en el país. Entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020, los uzbekos protagonizaron numerosas protestas por la incapacidad del Gobierno de arreglar la envejecida y fallida industria del gas, informó Radio Free Europe.
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