Un número creciente de ciudadanos chinos están denunciando que se les ha diagnosticado leucemia después de recibir las vacunas nacionales contra COVID. Ellos afirman que las autoridades consideran que sus denuncias son una amenaza para el orden social y no les dan respuesta a sus consultas.
A la mujer de Wang Jun (seudónimo) se le diagnosticó leucemia aguda tras recibir dos vacunas Sinovac, dijo el esposo, un residente del municipio de Hujia, en la ciudad de Panjin, provincia de Liaoning, en declaraciones a The Epoch Times el 31 de mayo.
«El 14 de mayo del año pasado se vacunó por primera vez en nuestro pueblo (…) «con un producto Sinovac de Beijing. Luego (recibió) la segunda el 4 de junio», dijo Wang.
Cuatro días después, ella desarrolló un dolor de cabeza persistente que se producía a diario y era resistente a los analgésicos. Hubo que esperar hasta el 22 de septiembre para que los médicos concluyeran, por su bajísimo nivel de plaquetas, que tenía leucemia.
Anteriormente, su mujer estaba sana, sin antecedentes de exposición a sustancias tóxicas o transfusiones de sangre, según Wang. Su familia tampoco tenía antecedentes de leucemia.
El entrevistado indicó que uno de sus antiguos colegas desarrolló la misma enfermedad, y que, al parecer, hubo seis casos de leucemia en su ciudad el año pasado.
En relación a otro caso, la Sra. Lin, madre de una niña de 14 años que vive en la ciudad de Loudi, en la provincia de Hunan, declaró a The Epoch Times que a su hija le diagnosticaron leucemia mieloide en noviembre de 2021, dos meses después de recibir su segunda inyección de Sinovac.
«Creo que la enfermedad de mi hija [la leucemia] tiene algo que ver con las vacunas», dijo la madre. «Mi hija había sido operada por una cardiopatía congénita. Antes de ponerle las vacunas, consulté al CDC [local], preguntando si estaba capacitada para recibir las vacunas COVID, y me dijeron que sí».
También un varón de apellido Yang, de la ciudad de Jincheng, en la provincia de Shanxi, señaló que en abril de 2022 le confirmaron que tenía leucemia mieloblástica aguda M2a, y que tenía síntomas de anemia grave y debilidad en las extremidades. Yang recibió la vacuna Sinovac en julio de 2021 y un mes más tarde desarrolló una gran mancha de petequias (puntos de sangrado dentro de la piel) en su cuerpo.
Una pesada carga económica
Según Wang, su familia gastó más de 200,000 yuanes (unos 30,000 dólares) a lo largo de ocho meses para el tratamiento de la enfermedad de su esposa, lo que según él, supone un duro revés para la familia.
Por su parte Lin dijo a The Epoch Times que los cinco cursos de quimioterapia de su hija le costaron más de 500,000 yuanes (unos 75,072 dólares) por lo que para hacer frente a los gastos médicos tuvo que hipotecar su casa.
En China, los pacientes deben pagar la mayoría de los tratamientos médicos porque el seguro médico general cubre un número limitado de artículos que han sido aprobados previamente por las autoridades, y excluye un gran número de medicamentos importados que son más caros pero más eficaces y suelen tener menos efectos secundarios.
Respuesta oficial cuestionable
En uno de los casos, un alto experto de los CDC chinos dio una respuesta vaga a una pregunta sobre la leucemia posvacunación en una conferencia de alto nivel sobre COVID organizada el 27 de mayo por el Mecanismo Conjunto de Prevención y Control del Consejo de Estado.
Cuando se le preguntó sobre el tema, el experto jefe de planificación de inmunización del CDC de China, Wang Huaqing, no confirmó ni negó la posibilidad de una conexión entre las vacunas contra COVID y el posterior desarrollo de la leucemia. Tampoco citó ningún estudio comparativo que indicara un cambio en el número de casos de leucemia antes de la pandemia y durante la misma.
En su lugar, hizo hincapié en el cumplimiento de los procedimientos de notificación y en la confianza sobre una base razonable para evaluar los resultados.
Ninguna autoridad asume la responsabilidad
Wang se quejó de que, a la hora de realizar una evaluación médica sobre la leucemia de su mujer, las distintas autoridades optaron por trasladar la responsabilidad a otro lugar.
«Nuestra queja se quedó en nuestra ciudad incluso un mes después de haberla presentado», dijo Wang. «Ellos [los funcionarios locales de la ciudad] dijeron que no podían informar de nuestro caso a un nivel superior, lo que consideran que demuestra indirectamente que han reconocido que las inyecciones de COVID provocaron la leucemia».
Lo que es peor, los funcionarios locales no le facilitaron ninguna prueba de vacunación.
Wang se puso en contacto con la comisión local de salud, con el fabricante de la vacuna y con el CDC, pero los funcionarios o expertos encontraron diversas excusas para retrasar su respuesta o negarse a proporcionar un papel oficial o a firmar su nombre en cualquier documento.
Wang sigue esperando que las autoridades resuelvan sus dudas.
Censuran carta abierta en la que se pide ayuda
A principios de mayo circuló por Internet una carta abierta en la que se pide que se preste atención a la comunidad de personas diagnosticadas con leucemia. Sin embargo, el texto original fue fuertemente censurado en la red china y en WeChat apareció un mensaje en el que se decía que el contenido no podía mostrarse «bajo la sospecha de violar las leyes, reglamentos y políticas pertinentes».
«Hemos recopilado voluntariamente información sobre más de 1000 casos, incluidos las vacunaciones, la hora y el lugar de la vacunación, el estado de salud antes de la vacunación, los síntomas después de la vacunación, el tipo de leucemia y los cursos de tratamiento. Estos datos e informaciones detalladas tienen cierta importancia estadística», dice la documento.
Además, este expresa su desconfianza en la evaluación de los expertos aprobados por los CDC, quienes afirman, sin excepción, lo que denominan una relación «casual» entre la recepción de vacunas COVID y el desarrollo de leucemia
«Una mera teoría de ‘vínculo casual’ no puede justificar la aparición de más de 1000 casos [de leucemia] entre nosotros», afirma la carta al refutar la explicación oficial.
Las víctimas también están enfadadas porque las autoridades las tratan con rudeza y las consideran una amenaza para la estabilidad social y objetivos de supresión, citando un documento supuestamente filtrado de la Comisión Nacional de Salud.
El documento oficial sugiere que la máxima autoridad médica había reconocido a los pacientes de leucemia antes de marzo de 2022. Incluye una lista con sus nombres, que fue entregada a sus sucursales de cada provincia para controlar su paradero en nombre de «mantener la estabilidad social».
Las víctimas y sus familias intentaron ponerse en contacto con periodistas y abogados nacionales, pero ninguno se comprometió a proporcionarles ayuda, según la carta abierta.
A su vez advierte de una posible crisis, ya que los casos confirmados podrían aflorar sin cesar mientras continúen las vacunaciones y la sociedad siga ignorando la presencia de una posible consecuencia.
No existe ningún estudio oficial que vincule la administración de la vacuna contra COVID y un posterior diagnóstico de leucemia.
Por último, la carta insta al principal fabricante nacional de vacunas, Sinovac Biotech, a ofrecer fondos humanitarios para ayudar a las víctimas y pide al régimen chino que deje de indicarlos como «enemigos».
No fue posible contactar con la Comisión Nacional de Salud de China para que hiciera comentarios, a pesar de los repetidos intentos al cierre de esta edición. Tampoco Sinovac Biotech aceptó una solicitud de entrevista.
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