El ministro de Salud alemán, Karl Lauterbach, que en su día afirmó que la vacunación contra el COVID-19 no tenía efectos secundarios, admitió la semana pasada que estaba equivocado, afirmando que las reacciones adversas se producen a un ritmo de una de cada 10,000 dosis y pueden causar «discapacidades graves».
El 14 de agosto de 2021, Lauterbach afirmó en Twitter que las vacunas no tenían «ningún efecto secundario», cuestionando aún más por qué algunos alemanes se negaban a vacunarse contra el COVID-19.
Durante una entrevista en el programa «Heute Journal» de la ZDF el 12 de marzo, el presentador Christian Sievers preguntó a Lauterbach sobre la afirmación que hizo en el verano de 2021, confrontando al ministro de Salud con su tuit anterior en el que afirmaba que las vacunas prácticamente no tenían efectos secundarios.
Lauterbach respondió que el tuit era «erróneo» y una «exageración» que hizo en su momento, señalando que «no representaba mi verdadera posición».
«Siempre he sido consciente de las cifras y se han mantenido relativamente estables… uno de cada 10,000 [sufre lesiones]», dijo Lauterbach. «Algunos dicen que son muchos y otros que no son tantos».
El comentario de Lauterbach sobre los efectos adversos de la vacuna se produjo después de que la cadena alemana emitiera un segmento sobre varios alemanes que han sufrido lesiones graves tras recibir la inyección, entre ellos una gimnasta de 17 años que anteriormente compitió en los Campeonatos Alemanes de Gimnasia Artística antes de ser hospitalizada durante más de un año poco después de recibir la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 de BioNTech.
«¿Qué les dice a quienes se han visto afectados [por lesiones causadas por vacunas]?», preguntó Sievers a Lauterbach.
«Lo que les ha ocurrido a estas personas es absolutamente consternador, y cada caso es uno de más», respondió Lauterbach. «Sinceramente, lo siento mucho por estas personas. Tienen discapacidades graves, y algunas de ellas serán permanentes».
Steve Kirsch, director ejecutivo de la Fundación para la Investigación sobre la Seguridad de las Vacunas, no estuvo de acuerdo con Lauterbach, pero elogió al ministro de Salud por haber hecho «progresos» al comparar su última observación con sus comentarios anteriores sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra el COVID-19.
«La verdadera tasa de efectos adversos graves es aproximadamente 100 veces mayor que las cifras citadas por Lauterbach: ‘más cerca de 1 de cada 100 dosis’ y ‘para la muerte, es ~1 de cada 1000 dosis'», dijo Kirsch en Twitter.
Hasta el 31 de octubre de 2022, el Paul-Ehrlich-Institut recibió un total de 333,492 informes de casos individuales sobre sospechas de reacciones adversas o efectos secundarios de la vacuna contra el COVID-19 en Alemania, según datos oficiales (pdf) publicados en diciembre de 2022 por el organismo médico regulador que investiga vacunas y biomedicinas.
A pesar de estos hallazgos, el sitio web del Ministerio de Salud del país afirma, a partir del 16 de marzo, que «las vacunas modernas son seguras y los efectos adversos s0lo ocurren en casos esporádicos».
Demandas pendientes
A medida que el tema de las lesiones posvacunales ha empezado a ser objeto de una mayor cobertura por parte de algunos medios de comunicación alemanes, han empezado a aparecer las demandas contra BioNTech, y también contra otros fabricantes de la vacuna contra el COVID-19.
BioNTech ha negado toda responsabilidad, reportó la ZDF.
Los fabricantes de vacunas, como Pfizer y Moderna, gozan de inmunidad en caso de que algo salga mal involuntariamente con sus vacunas, lo que les coloca en una posición legal muy fuerte.
«Es cierto que, en el marco de estos contratos de la UE, las empresas estaban en gran medida exentas de responsabilidad y que, por lo tanto, la responsabilidad recae en el Estado alemán», dijo Lauterbach.
Sin embargo, a pesar de ello, el ministro de Salud señaló que «sin duda» sería una buena idea que las empresas biofarmacéuticas «mostraran voluntad de ayudar» a los afectados por los efectos adversos de las vacunas, especialmente debido a que sus beneficios son «exorbitantes».
«Eso no sería sólo un buen gesto, sino que deberíamos esperarlo», dijo.
Lauterbach dijo que la prioridad ahora es facilitar la atención a quienes sufren el síndrome posvacunación. Añadió que ha estado «negociando con la comisión de presupuestos» para poner en marcha un programa de ayuda a los lesionados.
«Por lo tanto, es algo que también tenemos que llevar a buen puerto, es una obligación, y pondría en red a los expertos en este campo de tal forma que aumentaría la probabilidad de una buena terapia en Alemania», dijo.
Tratamiento de las lesiones causadas por las vacunas
La Dra. Elizabeth Lee Vliet declaró en una entrevista reciente para el programa «Crossroads» de EpochTV que ya se sabía que la toxicidad de la proteína espicular y de otro componente de la vacuna contra el COVID-19 podía causar complicaciones y reacciones adversas poco después de que se pusieran en marcha las inyecciones.
«Durante los seis primeros meses tras la implementación de las vacunas contra el COVID-19, tuve toda una gama de pacientes con todo tipo de problemas que no habían tenido antes», dijo, y añadió que el único denominador común de estos casos era que todos habían recibido las vacunas contra el COVID-19.
Para ayudar a las personas que sufren lesiones por vacunas, Truth for Health Foundation preparó un folleto educativo en el que se explican las reacciones adversas a las vacunas y las opciones de tratamiento, dijo Vliet, que también trabaja gratuitamente como presidenta y directora ejecutiva de la fundación.
Los tratamientos incluyen una combinación de medicamentos recetados, nutracéuticos, suplementos, alimentos, neuroprotección, refuerzos inmunológicos y también cambios en el estilo de vida, dijo Vliet, añadiendo que ella utiliza este enfoque combinado para tratar a sus pacientes, y ha tenido resultados positivos.
«Uno de los medicamentos fundamentales que ha tenido enormes beneficios para los pacientes que trato, por ejemplo, es la hidroxicloroquina», dijo Vliet, «porque es antiinflamatoria, es un modulador inmunológico, es antiviral».
«Nunca en la historia del programa de vacunación en todo el mundo, hemos tenido una vacuna experimental que atraviese la barrera hematoencefálica, llegue al propio cerebro y al sistema nervioso», dijo Vliet.
«Estas inyecciones de terapia génica COVID lo consiguen», añadió. «También atraviesan la barrera placentaria… así que es comprensible por qué estas vacunas experimentales de terapia génica están causando tanto daño a los bebés en desarrollo en el útero, al cerebro y al sistema nervioso central en niños y adultos».
Dado que los médicos comprenden el mecanismo de funcionamiento de las vacunas, pueden utilizar los medicamentos existentes para tratar los efectos adversos, explicó Vliet.
Con información de Ella Kietlinska.
De NTD News
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