Un destacado cardiólogo chino ha reconocido que las vacunas contra el COVID-19 pueden causar miocarditis grave, y ha propuesto la creación de centros dedicados a la mejora del diagnóstico y la formación para el tratamiento.
Experto en medicina interna cardiovascular, Wang Daowen es director del Departamento de Medicina Interna del Hospital Tongji de Wuhan y profesor de la Facultad de Medicina Tongji de la Universidad Huazhong de Ciencia y Tecnología de Wuhan. Wang es también una figura política, ya que es delegado en la legislatura títere china.
Durante la reciente reunión de las «Dos Sesiones» —las sesiones plenarias de la Asamblea Popular Nacional y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino— Wang aconsejó a la Comisión Nacional de Salud de China que creara centros para tratar el fenómeno tan extendido de la miocarditis fulminante.
La miocarditis es una inflamación del músculo cardiaco que puede reducir la capacidad del corazón para bombear sangre, provocando dolor en el pecho, dificultad respiratoria y latidos rápidos o irregulares. Sin embargo, su forma fulminante (repentina y grave) puede provocar la muerte por shock cardíaco, arritmia o fallo multiorgánico.
Wang ha tratado varios casos de miocarditis fulminante causada por la vacuna contra el COVID. «Tanto si se trata de una vacuna proteica como de una vacuna inactivada o de una vacuna de ARNm, existe la posibilidad de causar una miocarditis fulminante», dijo, según un reporte de los medios de comunicación chinos.
Alta mortalidad
Wang declaró a los medios de comunicación chinos el 10 de marzo que la tasa de mortalidad de la miocarditis fulminante es superior al 50%.
Afirmó que la variante ómicron del COVID —que es la variante vírica predominante en Estados Unidos— ha causado muchos casos de miocarditis fulminante en China.
Según Wang, todas las vacunas disponibles contra el COVID-19 también tienen la capacidad de causar la forma grave de miocarditis.
Explicó que la miocarditis fulminante está causada predominantemente por infecciones víricas, y que los niños y los adultos jóvenes son muy susceptibles a esta enfermedad.
«Es una afección potencialmente mortal caracterizada por un curso rápidamente progresivo, con fatiga, insuficiencia circulatoria, shock hipotensivo o incluso muerte súbita», dijo, según el informe.
Wang también afirmó que se dispone de un diagnóstico fiable. Sin embargo, afirmó que «la mayoría de los médicos no están familiarizados con ella, suelen tomarlo por un resfriado y pasan por alto el tratamiento temprano», dijo Wang.
El reporte ha provocado un acalorado debate entre los internautas chinos.
Uno de ellos dijo: «Han pasado dos años desde la vacunación: A menudo tengo molestias en el pecho, y el hospital no puede darme una respuesta». Otro afirmaba: «¡Siguen obligando a los niños a vacunarse! ¡Sinvergüenzas!», mientras que otro preguntaba: «Si es así, ¿quién asumirá la responsabilidad?».
Defectos de las vacunas fabricadas en China
Sin embargo, las reacciones adversas graves asociadas a las vacunas contra el COVID-19 no se limitan a la miocarditis.
Anteriormente, The Epoch Times había reportado sobre la elevada incidencia de leucemia —en particular en niños de entre tres y once años— tras la inyección de vacunas fabricadas en China.
Cuando las víctimas de las reacciones adversas relacionadas con las vacunas chinas pidieron ayuda al gobierno, fueron sometidas a un acoso y una represión sin fin.
En 2021, el entonces director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) chino, Gao Fu, admitió que las vacunas chinas «no tienen tasas de protección muy altas». Sin embargo, más tarde negó haber hecho esos comentarios y afirmó que los medios de comunicación habían interpretado excesivamente unas palabras que él había querido decir como una sugerencia de realizar más investigaciones para confirmar la eficacia de las vacunas contra el COVID-19.
La admisión accidental de la verdad por parte de Gao en 2021 puede haberle costado el puesto. Fue destituido como director de los CDC en julio de 2022.
Con información de Li Jing.
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