Una escuela rural, maquinaria forestal y vehículos resultaron destruidos este lunes a causa de múltiples ataques incendiarios registrados en la región de La Araucanía, sur de Chile, hechos que llevaron a la oposición a pedir el «estado de sitio» en la zona.
Durante esta madrugada, según informaron diversos medios locales, un grupo de desconocidos atacó el establecimiento educacional ubicado en el sector de Las Cardas, comuna de la Victoria, inmueble que ha sido siniestrado en ocasiones anteriores y reparado por el Gobierno local.
“Hoy día estaba aproximadamente el 70 % o 75 % de la escuela quemada de su infraestructura. Hemos tenido que suspender las clases. En esta escuela estudian 35 niños”, señaló el alcalde de la comuna de Victoria, Javier Jaramillo.
“Por supuesto que lamentamos tremendamente este atentado y para nosotros resulta incomprensible que alguien queme una escuela y le termine haciendo daño a los niños de una misma comunidad”, agregó.
A estos hechos se sumó el ataque a un predio la Empresa CMPC, holding forestal controlado por la familia Matte, uno de los grupos económicos más poderosos del país.
Al menos cinco equipos forestales pertenecientes a esta compañía habrían resultado destruidos en la comuna de Gobea, en la región de La Araucanía, ataque que se suma a la quema de una camioneta en Ercilla durante horas de la madrugada.
Además, se registraron cortes de camino con árboles en la Ruta Internacional CH-181, entre Victoria y Curacautín, junto a barricadas entre Collipulli y Angol.
La región de La Araucanía y algunas provincias del Biobío están desde mayo bajo un estado de excepción constitucional, medida que ha sido prorrogada por el Congreso en 17 ocasiones.
Esta herramienta constitucional permite el despliegue militar en la zona para que ayuden a Carabineros (Policía militarizada) a controlar el orden público, incluyendo vigilancia en las principales carreteras y caminos aledaños.
Según cifras del Ministerio Público, los delitos vinculados a hechos de violencia rural disminuyeron un 43 % en La Araucanía, en tanto las denuncias por usurpación de terrenos bajaron un 74 % en 2022.
En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuche y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la «Pacificación de La Araucanía» y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.
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