Venezuela es el país con el más grave retroceso democrático en los últimos 40 años en el mundo; así lo señala un informe realizado por el Instituto para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA), que analiza la situación en 158 naciones.
La investigación reseñada por el diario ABC de España revela que el país gobernado por la tiranía de Nicolás Maduro, es el único en el mundo que «ha pasado de ser una democracia con altos niveles de gobierno representativo en 1975 a un régimen no democrático en la actualidad».
Want to learn more about the global challenges to #democracy? Don’t miss the launch of The Global State of Democracy 2019: Addressing the Ills, Reviving the Promise, the second edition of @Int_IDEA’s flagship report. Register here: https://t.co/xcw5CDZDTt pic.twitter.com/Nz91WzbP4W
— International IDEA (@Int_IDEA) November 12, 2019
El informe titulado «El estado global de la democracia 2019», alerta sobre el deterioro de la calidad democrática y el auge del populismo en el mundo y advierte que la «calidad de la democracia se está erosionando a lo largo de todas las regiones del mundo y su valor está más cuestionado que nunca».
IDEA afirma además que el retroceso de la democracia en América Latina, Europa y Asia estaría estrechamente relacionado con el aumento de partidos políticos populistas tanto de izquierda como de derecha.
«El porcentaje de democracias débiles y frágiles se ha incrementado de forma significativa en la última década», mientras que el buen funcionamiento se ha reducido a más de la mitad desde 1980, de un 48 % a solo el 22 % de las democracias en 2018.
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, el Gobierno se caracterizó por la violación a la propiedad privada, la persecución contra la disidencia, el aumento de presos políticos, la escasez de bienes y servicios ligados, además, a la censura y cierre de medios de comunicación.
El universo de las empresas que actualmente operan en el país es de 2500 industrias, mientras que cuando el chavismo asumió el poder eran de 12,700; lo que significa que desaparecieron 10,200 tras normativas de violación al libre mercado como la Ley de Costos y Precios Justos y el férreo control de cambio.
A esto se suma el aumento de los casos de tortura contra la disidencia, donde en tan solo nueve meses de este 2019 se reportaron 554 víctimas de torturas.
De acuerdo con la ONG Provea, la mayoría de las lesiones infligidas contra miembros de oposición son golpes, culatazos, descargas eléctricas, crucifixión, patadas e insultos por parte de funcionarios de los cuerpos de Seguridad de Nicolás Maduro.
Asimismo 21 personas murieron entre los meses de enero y septiembre de 2019 a consecuencia de las torturas recibidas por agentes de la fuerza pública.
Pero además de torturas, en el país suramericano se mantienen —según cifras del Foro Penal Venezolano— 402 presos políticos.
Con libertades y derechos restringidos, y una crisis económica sin precedentes, los venezolanos se han visto obligados a huir a otros países en busca de un mejor futuro y de aires democráticos.
Estimaciones de ACNUR y del Gobierno del presidente encargado Juan Guaidó, señalan que para diciembre de 2020 la cifra de venezolanos en el exilio podría superar los ocho millones, si en el país suramericano no se da un cambio político.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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