La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Transporte de los Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés) anunció hoy que «el régimen venezolano no cumple con los estándares de seguridad de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) bajo el programa de Evaluación de la Seguridad de la Aviación Internacional (IASA, por sus siglas en inglés) y se le ha asignado una calificación de Categoría 2».
Después de que la FAA hizo una revisión de la información de seguridad disponible de Venezuela, se le asignó a la Categoría 2 de IASA, lo que significa que el país venezolano «carece de las leyes o reglamentos necesarios para supervisar a las compañías aéreas de conformidad con las normas internacionales mínimas, o que su autoridad de aviación civil (…) es deficiente en una o más áreas, tales como conocimientos técnicos, personal capacitado, mantenimiento de registros, procedimientos de inspección o resolución de problemas de seguridad».
Debido a esto, los vuelos entre Venezuela y Estados Unidos están prohibidos tanto por el Departamento de Transporte de los Estados Unidos como por el Departamento de Seguridad Nacional.
Una calificación de Categoría 1 significaría que la autoridad de aviación civil del país cumple con las normas de la OACI, agencia técnica de aviación de las Naciones Unidas que establece normas internacionales y prácticas recomendadas para la operación y el mantenimiento de aeronaves.
El programa de Evaluación de la Seguridad de la Aviación Internacional de la FAA, evalúa a las autoridades de aviación civil de todos los países con compañías aéreas que han solicitado volar a los Estados Unidos, que actualmente realizan operaciones a el país o que participan en acuerdos de código compartido con aerolíneas asociadas del mismo.
El 1 de mayo de 2019, la FAA emitió una notificación a los aviadores prohibiendo las operaciones de vuelo civil de los Estados Unidos en el territorio y espacio aéreo de Venezuela a altitudes inferiores a 260FL (7900 metros).
Esto de acuerdo al comunicado como una respuesta a la inestabilidad y tensiones políticas en Venezuela, además de los cortes de energía eléctrica, las posturas militares de Venezuela y la posible fractura de elementos de las fuerzas militares y de seguridad, así como de miembros de las fuerzas militares que han sido observados apoyando a Guaidó.
En el mismo señaló que el régimen de Maduro había amenazado públicamente con defender su soberanía de cualquier agresión militar extranjera.
La milicias armada y los grupos colectivos también fueron indicados en el comunicado como un potencial creciente de violencia, lo cual provocaba la pérdida de seguridad en los aeropuertos y sus alrededores y posibles errores de cálculo y/o identificación de las aeronaves civiles.
Las fuerzas militares venezolanas «tienen grandes reservas de sistemas avanzados de defensa antiaérea portátiles (MANPADS) (…). Algunos MANPADS pueden ser capaces de disparar a aeronaves de hasta 25,000 pies (7620 metros). Además, las milicias pro régimen y los grupos colectivos están equipados con armas pequeñas y pueden tener acceso a sistemas de armas con capacidad antiaérea, incluidos los sistemas portátiles de defensa antiaérea».
También existe la posibilidad de que Venezuela opere periódicamente interferentes del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) en un papel de protección de la fuerza de liderazgo en Caracas y sus alrededores, por lo que los operadores de aviación civil de EE.UU. podrían llegar a experimentar cortes temporales del GPS mientras operan en el territorio y el espacio aéreo de Venezuela.
La FAA indicó que las evaluaciones determinan si las autoridades extranjeras de aviación civil cumplen o no con las normas de seguridad de la OACI, no con los reglamentos de la administración federal de Estados Unidos.
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