Las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos cayeron por tercer mes consecutivo en junio, con un descenso del 6.6 por ciento, alcanzando el nivel más bajo en más de un año, mientras que el precio medio de la vivienda nueva bajó un 5 por ciento intermensual, según un informe del Gobierno.
Las ventas de viviendas nuevas cayeron a una cifra anual ajustada estacional de 676,000 en junio, lo que supone un 6.6 por ciento menos que la cifra de mayo y un 19.4 por ciento menos que el nivel de junio de 2020, de 839,000, reveló un informe del Departamento de Comercio (pdf), publicado el lunes.
Los economistas encuestados por Reuters preveían que las ventas de viviendas nuevas aumentarían un tres por ciento en junio.
La política fiscal masiva y los tipos hipotecarios históricamente bajos alimentaron la demanda de viviendas, impulsada aún más por la pandemia, ya que millones de estadounidenses trabajaron desde su casa y tomaron clases en línea.
Pero la oferta se quedó rezagada, ya que los constructores se vieron limitados por la subida de los precios de la madera y la escasez de otros materiales de construcción, electrodomésticos, terrenos y mano de obra.
«Los constructores de viviendas siguen reteniendo la entrada de los contratos de nuevas viviendas dada la incertidumbre de los costes y la disponibilidad, con una importante incertidumbre sobre lo que costará construir una casa y cuándo se podrá entregar», dijo David Berson, economista jefe de Nationwide. «Hasta que los costes de construcción y los problemas de la cadena de suministro dejen de convertirse en un impedimento, es difícil ver que las nuevas ventas se recuperen de forma significativa a corto plazo».
Al mismo tiempo, el precio medio de una vivienda nueva vendida en junio fue de 361,800 dólares, un cinco por ciento menos que en mayo, no obstante, sigue siendo un 6.1 por ciento más alto que hace un año, lo que sugiere que el incremento de los precios puede estar disminuyendo a medida que aumenta el inventario.
La oferta de viviendas nuevas en venta a finales de junio ascendió a 353,000, un siete por ciento más que en mayo, según el informe, que siguió a la noticia de la semana pasada de que los permisos de construcción cayeron a un mínimo de nueve meses en junio, mientras que las ventas de viviendas de segunda mano experimentaron un moderado repunte.
Los precios de la madera, un insumo clave en las viviendas de una nueva construcción, disminuyeron considerablemente después de haberse disparado alrededor de un 300 por ciento durante el año en mayo, cuando alcanzaron máximos históricos y añadieron alrededor de 36,000 dólares al coste promedio de una vivienda unifamiliar nueva.
Pero si bien los precios de la madera bajaron, esto se ve atenuado por los incendios forestales en el oeste de Estados Unidos y la Columbia Británica, de Canadá.
«Probablemente se necesiten meses para que el descenso de los precios de la madera se traslade al precio de las viviendas nuevas. Además, parte del reciente descenso de los precios de la madera se ha invertido debido al impacto de los incendios forestales», dijo Nancy Vanden Houten, economista principal de Estados Unidos en Oxford Economics, de Nueva York.
Con información de Reuters.
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