El número de viviendas nuevas vendidas en Estados Unidos alcanzó el mes pasado el nivel más alto desde mayo de 2023, en medio de una disminución de las tasas hipotecarias, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.
La venta de casas nuevas en septiembre alcanzaron una tasa desestacionalizada de 738,000 unidades anuales, un 4.1 por ciento más que en agosto y un 6.3 por ciento más que hace un año, según un comunicado de la agencia del 24 de octubre. Las ventas de viviendas aumentaron en el noreste y el sur, mientras que disminuyeron en el medio oeste en términos mensuales. En el Oeste, el crecimiento fue plano. El aumento de la venta de viviendas nuevas se produjo cuando las tasas hipotecarias bajaron el mes pasado.
Entre la semana que terminó el 29 de agosto y el 26 de septiembre, la tasa hipotecaria promedio para una hipoteca a tasa fija a 30 años bajó del 6.35 al 6.08 por ciento, el nivel más bajo en dos años, según datos de Freddie Mac. Desde entonces, las tasas aumentaron hasta el 6.54 por ciento en la semana que terminó el 24 de octubre.
Comentando los datos del censo, Realtor.com señaló en un informe de investigación del 24 de octubre pasado el inventario de viviendas en venta se recuperó hasta los niveles de abril de 2020.
Sin embargo, los precios continúan siendo altos, con un precio promedio de las casas nuevas vendidas el mes pasado de 426,300 dólares.
Mientras que las tasas hipotecarias más bajas tienen proporcionado un cierto alivio para los compradores potenciales, que todavía «no están viendo tantas casas que caen en su rango de presupuesto como el crecimiento del inventario sugiere que debería haber», decía la publicación.
«Muchos, como hemos visto, se están orientando hacia la nueva construcción, aprovechando las promociones de los constructores, como las reducciones de las tasas hipotecarias, y centrándose en las ofertas más asequibles que ofrecen los constructores».
En medio del repunte de la venta de viviendas nuevas, la confianza de los constructores también aumentó. En octubre, la confianza de los constructores en el mercado de viviendas unifamiliares de nueva construcción subió dos puntos respecto al mes anterior, según un comunicado del 17 de octubre de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (NAHB por sus siglas en inglés).
El presidente de la NAHB, Carl Harris, constructor de viviendas personalizadas de Wichita, Kansas, señaló que los constructores se sienten ahora »más optimistas» sobre la situación del mercado en 2025, a pesar de que la asequibilidad de la vivienda continúa planteando un reto.
El «factor imprevisible» para las perspectivas del mercado inmobiliario son las elecciones generales estadounidenses del 5 de noviembre, señaló.
«Dado que la política de vivienda es uno de los temas principales de los candidatos, los responsables políticos deberían centrarse en las soluciones a la crisis de la vivienda desde el punto de vista de la oferta», afirmó.
La vivienda y las elecciones
Ambos candidatos presidenciales, el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, presentaron propuestas sobre cómo piensan abordar los problemas de vivienda a los que se enfrenta el país.
Harris aseguró que «pondrá fin a la crisis nacional de la oferta de vivienda en su primer mandato», proponiendo la construcción de 3 millones de viviendas asequibles y unidades de alquiler. También tiene previsto conceder a los compradores de su primera vivienda una ayuda inicial de hasta 25,000 dólares.
La candidata demócrata pretende acabar con la burocracia para acelerar el proceso de construcción de viviendas. Harris dijo que firmaría una legislación para prohibir nuevas formas de fijación de precios por parte de «propietarios corporativos».
Mientras, Trump promete bajar los precios y «hacer a América asequible de nuevo».
Según la plataforma 2024 del Comité Nacional Republicano publicada en el sitio web de la campaña de Trump, el GOP planea ayudar a los nuevos compradores de vivienda bajando las tasas hipotecarias. Esto se hará «reduciendo drásticamente la inflación».
Además, los republicanos pretenden «abrir porciones limitadas de Tierras Federales para permitir la construcción de nuevas viviendas, promover la propiedad de la vivienda a través de Incentivos Fiscales y apoyo a los compradores por primera vez, y recortar regulaciones innecesarias que aumentan los costos de la vivienda».
En marzo del año pasado, el expresidente también lanzó la idea de construir nuevas ciudades en Estados Unidos que darían a «cientos de miles de jóvenes y familias trabajadoras una nueva oportunidad de ser propietarios de una vivienda».
Una encuesta realizada el 15 de octubre por la agencia inmobiliaria Redfin reveló que más de una cuarta parte de los encuestados consideraba que la asequibilidad de la vivienda es una cuestión clave que influye en el candidato al que apoyan en la carrera presidencial.
Los votantes que apoyan a Harris son «ligeramente más propensos» que los votantes de Trump a considerar la asequibilidad de la vivienda como un problema importante. La empresa especuló que esta diferencia podría deberse a que «los demócratas son más propensos a vivir en zonas costeras caras».
Chen Zhao, jefe de investigación económica de Redfin, atribuye en parte el reciente aumento de las tasas hipotecarias en las últimas semanas al cambio de expectativas entre los inversores con respecto a las próximas elecciones.
«Los inversores en el mercado de bonos están especialmente preocupados por la posibilidad de que aumente la deuda pública tras las elecciones», dijo.
«Les preocupa que un partido pueda acabar controlando tanto la Casa Blanca como el Congreso, lo que aumentaría más el gasto público. Esa preocupación, junto con los fuertes datos económicos, está haciendo subir los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años y las tasas hipotecarios».
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