La vicepresidenta y primera dama del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, criticó este viernes el periodismo no oficialista al que acusó de «inventar cualquier cosa para sembrar el terror» y llamó a los periodistas «urracas parlanchinas», “terroristas de la comunicación”, entre otros.
Los comentarios de la vicepresidenta Murrillo surgen en el contexto de una crisis sociopolítica que se ha extendido más de tres años en Nicaragua y entorno a una carrera electoral que ha llevado a prisión a cinco aspirantes a la presidencia por la oposición.
«Las chachalacas (aves bulliciosas), las urracas parlanchinas, todos los días inventan cualquier cosa para sembrar terror en la gente, qué calidad humana la que muestran las chachalacas, las urracas parlanchinas, si no es una cosa es otra, pero siempre están queriendo instalar temor», señaló Murillo.
Y agregó: «Nuestro pueblo sabe cómo mienten, nuestro pueblo sabe cómo son de malignos, de hipócritas, de criminales, de terroristas, y terroristas de la comunicación».
La esposa del presidente Ortega, quien busca su tercera reelección consecutiva en los comicios del 7 de noviembre próximo, dijo que los medios de comunicación no oficiales «son espacios de destrucción masiva».
Esto sucede tras las detenciones de dos periodistas y candidatos opositores al régimen de Nicaragua, Cristiana Chamorro y Miguel Mora, cometidas desde el 20 de mayo. Así como la detención del periodista deportivo Miguel Mendoza, y del exilio del país de otros tres periodistas.
La Policía Nacional arrestó al periodista deportivo, Miguel Mendoza, la noche del lunes pasado bajo la acusación de realizar actos que menoscaban la soberanía de Nicaragua.
Mendoza es un cronista deportivo que publica comentarios políticos en sus redes sociales, la mayoría críticos con el régimen de Nicaragua y donde tiene miles de seguidores, no pertenece a ningún partido político.
Por otro lado, uno de los periodistas en el exilio es Julio López, del portal digital Onda Local, informó que salió de Nicaragua como «última alternativa para preservar» su vida y libertad.
El segundo es el periodista, Carlos Fernando Chamorro, una de las voces más críticas al régimen de Ortega y galardonado en los 38 Premios de Periodismo Ortega y Gasset, hermano de los candidatos opositores detenidos, Cristiana Chamorro y Pedro Joaquín Chamorro Barrios, se exilió también por segunda vez en los últimos tres años y lo hizo junto a su esposa.
«Ante esta persecución que pone en riesgo mi integridad física, la de mi familia, y a mis compañeros de trabajo, me he visto obligado, nuevamente a salir al exilio, para proteger mi libertad y poder seguir haciendo periodismo», escribió Carlos F. Chamorro el 28 de junio, en una columna de opinión del medio nicaragüense Confidencial.
Y el tercero es el periodista, Sergio Marín Cornavaca, director del portal digital La Mesa Redonda, dijo se vio «obligado a abandonar el país por amenazas directas del régimen».
Estas detenciones arbitrarias y exilios de periodistas ocurren en un contexto en el que casi una treintena de periodistas fueron llamados para testificar ante el Ministerio Público de Nicaragua sobre un supuesto caso de lavado de dinero de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro para la Paz y la Reconciliación. Y a menos de cinco meses de que se lleven a cabo los comicios generales de Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega, busca una tercera reelección.
Además esto ocurre pese a la presión internacional para la libertad de los presos políticos por parte del gobierno de Ortega y una búsqueda a la celebración de comicios libres y democráticos en el país.
Con información de EFE.
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