El vicepresidente afgano, Amrullah Saleh, dijo el viernes que el grupo terrorista Talibán que tomó el control de Kabul el 15 de agosto, sostiene una creencia en Dios retorcida y asesina.
«Esta es la diferencia entre nosotros y los talibanes», dijo Saleh a la presentadora del programa Fox Nation, Lara Logan. «Nosotros creemos que Dios es el creador de todo y de todos, y desafortunadamente los talibanes creen que Dios los mira a ellos a través de un prisma que es radiante y brillante».
El grupo extremista islámico cree que Dios está contento con los talibanes, pero «mira a todos los demás a través de una ventana muy oscura» y está «muy enojado con todos los demás (…) y que Dios les dice a los talibanes: ‘Sigan matando gente, cuanto más maten, más anchas se abrirán las puertas del cielo para ustedes’”, dijo Saleh.
«Las naciones deben respetar el estado de derecho, no la violencia», posteó Saleh en Twitter el 19 de agosto. «Afganistán es demasiado grande para que se lo trague Pakistán y demasiado grande para que sea gobernado por los talibanes. No permitan que sus historias tengan un capítulo de humillación y sometimiento a los grupos terroristas», escribió en un posteo aparentemente dirigido a los distintos líderes tribales de Afganistán.
Desde entonces, él prometió resistir a los talibanes desde el valle de Panjshir junto con Ahmad Shah Massoud, hijo de un excomandante muyahidín antisoviético.
Las remanentes fuerzas armadas del gobierno afgano y otros grupos de milicias se reunieron en el valle de Panjshir, incluido el ministro de Defensa, el general Bismillah Mohammadi, y declararon que el valle es la última ciudadela libre de Afganistán.
Massoud dijo que Estados Unidos y sus aliados democráticos eran la «única esperanza restante» de un Afganistán libre, según un artículo de opinión publicado en The Washington Post el 18 de agosto. “Aún hay mucho que se puede hacer para ayudar a la causa de la libertad”, escribió. «Necesitamos más armas, más municiones y más suministros».
El expresidente afgano, Hamid Karzai, y el jefe del consejo de paz, Abdullah Abdullah, también permanecen en el país. Han estado negociando con los talibanes en Kabul desde la huida de Ghani.
Saleh también dijo a la presentadora Lara Logan que no se debe confiar en los talibanes. Hay pocas diferencias ideológicas entre ISIS, al-Qaeda y los talibanes, añadió.
“Ideológicamente, la diferencia entre ISIS, al-Qaeda y los talibanes es la diferencia entre el sabor de Coca-Cola y Pepsi”, dijo. «Si uno quita las etiquetas, ¿puede uno decir cuál es Coca-Cola y cuál es Pepsi?».
Los talibanes «creen que pueden conquistar» y «creen que prevalecerá su discurso yihadista», añadió.
A medida que la administración Biden reflexiona sobre la posibilidad de extender la fecha límite del 31 de agosto, autoimpuesta por el presidente de Estados Unidos para retirar las tropas restantes de Afganistán, un portavoz del grupo terrorista advirtió en la madrugada del lunes que habrá consecuencias si lo hace.
Desde el 14 de agosto, los militares evacuaron a 28,000 personas de Kabul, dijo el domingo el presidente.
«Nuestra esperanza es que no tendremos que extendernos, pero sospecho que habrá conversaciones sobre cuán avanzados estamos en el proceso», dijo Biden.
Con información de Melanie Sun.
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