Según un estudio reciente dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona, las vacunas contra COVID-19 aumentan el riesgo de padecer tinnitus.
«Durante las oleadas de COVID-19, observamos un aumento de los pacientes que declaraban problemas auditivos, incluido el tinnitus. Del mismo modo, tras las oleadas de vacunas, se produjo un notable aumento de los casos de tinnitus entre las personas vacunadas, sobre todo entre aquellas con antecedentes metabólicos específicos o que experimentaron reacciones tras la vacunación», declaró a The Epoch Times por correo electrónico Anusha Yellamsetty, audióloga, profesora adjunta de la Universidad Estatal de San José y segunda autora del estudio.
El estudio, publicado en Frontiers in Pharmacology, evaluó los datos sobre acúfenos o tinnitus relacionados con la vacuna contra COVID-19 en el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS) y realizó una encuesta en un grupo de apoyo de Facebook sobre tinnitus (zumbidos en los oídos) y problemas auditivos tras la vacunación.
«La frecuencia de informes sobre tinnitus en la base de datos del VAERS es mayor para COVID-19 que para otras vacunas», escribieron los autores.
Cuando compararon los datos de la encuesta con los del VAERS, también descubrieron que si los resultados de la encuesta eran exactos, el VAERS subestimaba significativamente el tinnitus relacionado con la vacuna contra COVID-19.
Factores de riesgo del tinnitus relacionado con la vacuna
Los investigadores analizaron 12,532 casos de tinnitus relacionado con la vacuna contra COVID notificados a VAERS entre el 1 de enero de 2020 y el 26 de noviembre de 2021. También evaluaron 398 respuestas a encuestas de un grupo de Facebook compuesto por unos 2000 miembros.
En el grupo de Facebook, 336 encuestados fueron evaluados por factores de riesgo compartidos. Cuarenta tenían hipertensión, 39 eran obesos y 40 padecían trastornos tiroideos. Así pues, los autores sugirieron que los trastornos metabólicos aumentan el riesgo de padecer tinnitus.
La hipertensión, o tensión arterial alta, puede dañar los vasos sanguíneos que suministran sangre a los oídos, provocando lesiones auditivas. Los trastornos hipotiroideos pueden inflamar el oído interno.
La encuesta también reveló una posible relación entre el tinnitus postvacunal y los genes. Treinta y seis encuestados informaron que al menos otro miembro de la familia también había desarrollado tinnitus tras la vacunación.
La audióloga Yellamsetty se interesó por el tinnitus postvacunal tras desarrollar esta afección después de la vacunación contra COVID.
«Los casos de tinnitus general suelen presentarse con un inicio más gradual en comparación con el inicio abrupto que se observa en el tinnitus postvacunal», dijo, y añadió que el tinnitus postvacunal puede ser más grave.
A través de la encuesta, los investigadores identificaron un medicamento que parecía ayudar con el tinnitus: el esteroide prednisona. Los esteroides suelen utilizarse para aliviar el tinnitus.
El Dr. Keith Berkowitz, internista y director médico del Center for Balanced Health de Nueva York, que no participó en el estudio, añadió que 88 de los 336 participantes padecían alergias, y que este riesgo no se analizó en el artículo.
Una persona propensa a las reacciones alérgicas suele tener altos niveles de histamina. El Dr. Berkowitz dijo que observó esto en pacientes que trató y que tuvieron tinnitus tras la vacunación contra COVID. A veces, estos casos de tinnitus pueden aliviarse con antihistamínicos como la loratadina y la cetirizina. Los suplementos como la quercetina, la N-acetil cisteína (NAC) y la vitamina C también pueden ayudar a reducir la histamina.
También se recetaron esteroides para reducir la inflamación provocada por las reacciones histamínicas y las alergias, aunque no son fármacos antihistamínicos.
Las personas con trastornos metabólicos y reacciones histamínicas suelen tener altos niveles de inflamación. Los antihistamínicos ayudan a reducir la presencia y la actividad de la histamina, lo que también reduce la inflamación.
Cómo pueden causar tinnitus las vacunas
Las vacunas interactúan con el sistema inmunitario. Cuando el organismo reacciona de forma exagerada a ellas, puede provocar una respuesta inmunitaria sistémica que afecta a tejidos y estructuras adyacentes, lo que posiblemente provoque tinnitus.
Sin embargo, dado que la mayoría de los casos de tinnitus son de aparición rápida, inmediata o en el plazo de dos días, los autores del estudio especularon con la posibilidad de que la causa fuera una respuesta inmunitaria hiperactiva a las vacunas.
«Es probable que el efecto adverso de la vacuna se produjera por una vía más directa», escribieron los autores, sugiriendo que las proteínas de espiga, proteínas víricas que el cuerpo produce después de ser vacunado para desencadenar anticuerpos, podrían estar causando el daño.
«Se demostró que las proteínas de espiga alteran la barrera hematoencefálica, activan la microglía/neuroinflamación y causan la muerte neuronal», escribieron los autores. Si esto ocurre cerca de los oídos o en los nervios que los irrigan, puede provocar tinnitus.
Además, las proteínas de espiga pueden agregarse y formar placas proteicas que, en masa, conducen a la neurodegeneración.
«Estas… inflamaciones podrían alterar la barrera hematoencefálica y otras funciones cerebrales, y conducir potencialmente a tinnitus y otros problemas de salud mental», escribieron los autores.
El Dr. Berkowitz se mostró gratamente sorprendido de que se considerara a la proteína de espiga como mecanismo de las lesiones postvacunales. Dado que todas las vacunas contra COVID-19 producen proteínas de espiga en el organismo, las implicaciones de que las proteínas de espiga sean potencialmente nocivas pueden ser controvertidas.
Otro posible mecanismo que propuso como causa del tinnitus son las reacciones alérgicas o histamínicas.
«Las alergias son tan comunes que mucha gente no las considera un factor de riesgo médico grave», dijo el Dr. Berkowitz.
La histamina se libera durante las reacciones alérgicas. Dado que las histaminas pueden acceder a las neuronas del cerebro y de los oídos, es posible que la fuerte liberación de histamina provoque inflamación cerca de los oídos, lo que provoca tinnitus y daños auditivos.
Tinnitus post COVID versus post Vacuna
«En comparación con la vacunación contra COVID-19, la infección por COVID-19 presenta un riesgo mucho mayor de desarrollar tinnitus», escriben los autores al final del estudio, citando un artículo de investigadores de la Universidad de Lethbridge en Canadá.
El Dr. Berkowitz, que ha tratado a cientos de pacientes con COVID prolongado y pacientes post-vacunas, dijo que las observaciones del estudio no reflejan lo que él observó en su clínica.
«No vi ningún caso de tinnitus post COVID», afirmó. Sin embargo, el estudio canadiense señala que alrededor del 5 por ciento de las personas infectadas con COVID-19 desarrollan tinnitus.
Según las estimaciones del VAERS, el riesgo de tinnitus postvacunal es inferior al 0.1 por ciento. Si los autores se basaran únicamente en la incidencia de la encuesta, el riesgo podría superar el 8 por ciento.
«La vacunación reduce la tasa de infección y la gravedad de los síntomas del COVID-19, reduciendo potencialmente el riesgo general de desarrollar tinnitus y otras enfermedades neurológicas y psiquiátricas», añadieron los autores.
Reconocimiento de efectos adversos de las vacunas en la investigación
El Dr. Berkowitz considera que el reciente estudio sobre el tinnitus forma parte de una tendencia en la que los investigadores reconocen cada vez más las afecciones postvacunales y sus mecanismos.
«El clima de la investigación sobre los efectos adversos de las vacunas está evolucionando», afirmó Yellamsetty.
«Al principio, el debate sobre los efectos adversos era controvertido y delicado debido a la urgente necesidad de generalizar la vacunación y los mensajes de salud pública». Sin embargo, a medida que avanza el tema de la pandemia, se reconoce cada vez más la importancia de comprender y abordar estos efectos adversos.
«Cada vez son más los investigadores que se ocupan de este tema, con el objetivo de proporcionar datos exhaustivos que garanticen la seguridad y eficacia de las vacunas y, al mismo tiempo, respondan a las preocupaciones de la población. Este cambio hacia un enfoque más equilibrado y abierto es crucial para avanzar en el conocimiento científico y mantener la confianza pública en los programas de vacunación», añadió.
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