El Concejo de la Ciudad de Virginia Beach aprobó una resolución que convierte a la ciudad en un santuario de la Segunda Enmienda, el más reciente esfuerzo en Virginia mientras los legisladores del estado presionan por leyes estrictas de control de armas.
La votación del 6 de enero en la ciudad más grande de Virginia fue de 6-4.
Los miembros del público se opusieron durante más de tres horas antes de que los miembros del consejo votaran. «Esta resolución está equilibrada de acuerdo con nuestra Constitución y la reciente decisión de la Corte Suprema, y pedimos a la Asamblea General que respete los derechos de los ciudadanos mientras deliberan en Richmond sobre estos temas tan importantes y sensibles», dijo el alcalde Bobby Dyer antes de la reunión.
La resolución declara a Virginia Beach una «Ciudad Constitucional de la Segunda Enmienda».
La ciudad tiene un «compromiso continuo de apoyar todas las disposiciones de la Constitución de los Estados Unidos y de la Constitución del Estado de Virginia, incluyendo el derecho del pueblo a tener y llevar armas», dice la resolución.
El gobierno de la ciudad no utilizará recursos para procesar las leyes de control de armas, según la resolución. Los funcionarios de la ciudad también pidieron, en la resolución, que los legisladores estatales no aprueben ninguna ley que viole las libertades esbozadas por el estado o en la Declaración de Derechos, declarando que «el Consejo de la Ciudad expresa su oposición a cualquier ley que restrinja inconstitucionalmente los derechos de los ciudadanos a poseer y llevar armas».
El gobernador de Virginia, Ralph Northam, dijo en una conferencia de prensa con los líderes demócratas el martes que los proyectos de ley de control de armas incluyen una ley de bandera roja, una ley que restringe la compra de armas de fuego a una vez al mes y una ley universal de verificación de antecedentes.
«Número uno: nuestras ocho piezas de legislación sobre armas no amenazan la Segunda Enmienda. Número dos: todas son constitucionales», dijo Northam.
«No tenemos intención de llamar a la Guardia Nacional. No vamos a cortar la electricidad de la gente. No vamos a ir puerta por puerta y confiscar las armas de la gente», agregó. «Vamos a aprobar una legislación de sentido común que mantendrá las armas fuera de las manos peligrosas y mantendrá a Virginia más segura».
El Procurador General de Virginia, el demócrata Mark Herring, dijo el mes pasado que resoluciones como la aprobada por Virginia Beach «no tienen efecto legal«.
El impulso para declarar condados y ciudades como santuarios de la Segunda Enmienda se produce después que los demócratas ganaran el Senado estatal y la Cámara de Delegados en noviembre de 2019. Con Northam también en el cargo, los demócratas tienen un estrecho control sobre el poder de hacer leyes y han prometido aprobar una serie de medidas de control de armas.
Uno de los proyectos de ley presentados por los demócratas entrantes, el proyecto de ley 16 del Senado, propuesto por el líder de la mayoría del Senado entrante, Dick Saslaw, cambiaría la definición de «arma de fuego de asalto» en el estado y convertiría en un delito grave la posesión de algunas pistolas, rifles y escopetas etiquetadas como tales armas en virtud de la ley.
La batalla por la Segunda Enmienda se ha desarrollado en todo el país. En Virginia, una serie de condados han tomado medidas desde noviembre.
En el condado de Matthews, por ejemplo, la Junta de Supervisores votó el mes pasado para hacer de la jurisdicción un santuario de la Segunda Enmienda. En otro caso, el Consejo de la Ciudad de Chesapeake aprobó una resolución el mes pasado afirmando su compromiso con los derechos de los ciudadanos bajo la Segunda Enmienda.
En total, 14 condados o ciudades de Virginia han votado para afirmar sus derechos o hacer declaraciones de santuario de la Segunda Enmienda.
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