La batalla legal persiste entre las Escuelas Públicas del Condado de Loudoun (LCPS) y un profesor que fue suspendido por oponerse a la política del distrito escolar sobre los pronombres transgénero, mientras las partes en conflicto discuten sobre si el Tribunal Supremo de Virginia debe revisar el caso.
Alliance Defending Freedom (ADF), un grupo legal conservador que representa al profesor, Byron «Tanner» Cross, dijo que está pidiendo al Tribunal Supremo del estado que rechace una apelación del distrito escolar, que busca revocar la orden judicial de un tribunal inferior que ordena que Cross sea restituido a su puesto de profesor.
Cross, que enseña educación física en Leesburg Elementary School, fue puesto en licencia en mayo después de que habló en contra de una norma propuesta que requeriría que los profesores y empleados se dirigieran a los estudiantes por sus pronombres de identidad de género preferidos. Se dirigió al consejo escolar de LCPS durante una reunión pública en la que se discutió la propuesta, diciendo que «no afirmará que un niño biológico puede ser una niña, y viceversa», porque eso violaría sus creencias cristianas.
“Quiero a todos mis alumnos, pero nunca les mentiré, independientemente de las consecuencias”, dijo Cross. “Soy profesor, pero sirvo a Dios en primer lugar y no afirmaré que un niño biológico puede ser una niña y viceversa porque va en contra de mi religión».
Cross demandó al LCPS tras su suspensión, y en junio un juez de Virginia le dio la razón, ordenando su reincorporación inmediata hasta que se celebre un juicio completo. El distrito escolar, en respuesta, apeló la decisión ante el Tribunal Supremo del estado, citando las quejas de cinco padres como prueba de la «perturbación anticipada y real» supuestamente causada por los comentarios de Cross.
«Muchos estudiantes y padres de la escuela primaria de Leesburg han expresado miedo, dolor y decepción al venir a la escuela», dijo el distrito escolar en un comunicado. «Mientras que LCPS respeta los derechos de los empleados de las escuelas públicas a la libertad de expresión y al libre ejercicio de la religión, esos derechos no superan los derechos de los estudiantes a ser educados en un ambiente de apoyo y cariño».
En un escrito breve en contra, presentado la semana pasada, la ADF argumentó que la demanda del distrito no es válida, y que el Tribunal Supremo de Virginia debería rechazar la petición.
«Los peticionarios violaron la Primera Enmienda porque Tanner habló como ciudadano privado, en su propio tiempo, sobre un asunto de interés público importante», dice el escrito. «Y su discurso no causó una perturbación significativa: Los peticionarios solo señalaron su propia decisión de reasignar a Tanner de un deber menor por temor infundado a una confrontación, y las quejas de cinco padres por correo electrónico, en una escuela de casi 400 estudiantes, sobre el discurso de Tanner».
Tyson Langhofer, director del Centro para la Libertad Académica de la ADF, dijo en un comunicado de prensa que no hay razón para que el Tribunal Supremo de Virginia acepte esta apelación, calificando la decisión del tribunal inferior de «bien razonada».
«Las escuelas públicas no tienen derecho a suspender a alguien simplemente por dar respetuosamente su opinión en una reunión pública», dijo Langhofer. «El distrito escolar quiere obligar a Tanner a respaldar sus ideales y silenciar cualquier opinión contraria. Eso viola la Constitución y las leyes de Virginia, al igual que la medida de la escuela de poner a Tanner en licencia administrativa».
Se espera que el caso vaya a juicio en el Tribunal de Circuito este otoño, independientemente de lo que decida el Tribunal Supremo de Virginia sobre la petición.
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