El excongresista estadounidense, Dave Brat (R-Va.), dijo el viernes que votar por las políticas de un «gran estado» equivale a cambiar las libertades por protecciones efímeras y en última instancia conducirá a la tiranía.
Los estadounidenses que valoran un gobierno limitado deben actuar y oponerse a lo que Brat describió como una izquierda resurgente, según una entrevista a The Epoch Times en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) —la mayor conferencia anual de los conservadores.
«La izquierda nos sobrepasó en el frente cultural, ellos son dueños de todas las instituciones y no solo culturalmente», dijo el excongresista, señalando el dominio liberal en la educación superior, los medios de comunicación y en Wall Street.
También argumentó que ante esta captura cultural —que según él tiene sus raíces en la ideología marxista— «el estado en este momento de nuestro carácter es de debilidad. Todo el mundo está asustado».
Brat dijo que lo que busca el marxismo es maximizar el poder en lugar de buscar el bien del pueblo. Además apuntó a los fenómenos como la censura proyectada por las grandes empresas de tecnología sobre la libertad de conversación pública, la creciente amenaza de la «cultura de la cancelación» en sentido amplio, y la creciente influencia de la izquierda en los principales componentes del poder estatal, tales como la comunidad de inteligencia.
«¿Qué viene después de la democracia? La tiranía», dijo. «Así que hay que preguntarse —los republicanos que quieren un estado pequeño, ¿podemos ser responsables?».
«Si les gusta el gran estado, sigan votando como lo hacen y estarán bajo su pulgar en unos años», dijo.
Brat también lamentó lo que describió como un asalto a los valores impulsado por el marxismo, que deja a la gente débil y abatida.
«Ahora mismo no se enseña ética en la educación K-12», dijo a continuación, «no existe el bien o mal».
«No hay ningún sistema de pensamiento, no hay filosofía, no hay ética, no se enseña religión», añadió. «Entonces nosotros quedamos shockeados al acabar en el abismo».
El excongresista expuso entonces el objetivo marxista de derribar las estructuras religiosas y morales, tras afirmar que no son más que un sistema de control social.
«Moisés y Jesús y Confucio y Buda —e ahí sus culturas», dijo. «Marx y la izquierda intentan aplastar esos fundamentos de la cultura».
«Si se fijan, cuando los marxistas derriban una estatua, ellos no tienen a nadie con qué sustituirla», dijo. «No hay nadie lo suficientemente bueno, ¿verdad? Así ellos simplemente dicen: ‘confíen en nosotros. Nosotros vamos a tomar el poder y luego veremos cómo se hace'».
«No me gusta esa apuesta», añadió.
El tema de la CPAC de este año es «Estados Unidos no se cancela», y muchos de los discursos se centran en denunciar que la «cultura de la cancelación» ataca las libertades estadounidenses.
Con información de Joshua Philipp.
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