CHICAGO— El gobernador de Minnesota, Tim Walz, pronunció uno de los discursos más importantes de su carrera el jueves por la noche en la Convención Nacional Demócrata, al aceptar la nominación de su partido para la vicepresidencia.
«Es el honor de mi vida aceptar su nominación a la vicepresidencia de Estados Unidos», dijo Walz ante una atronadora recepción en la tercera noche de la convención.
«Todos nosotros estamos aquí esta noche por una hermosa y sencilla razón: Nosotros amamos a este país».
Durante sus 15 minutos de discurso, Walz se centró en su vida personal, atacando ocasionalmente a JD Vance, que aceptó la candidatura republicana a la vicepresidencia el mes pasado.
Comenzó su discurso pregonando sus raíces de pueblo rural.
«Yo crecí en Valentine, Nebraska, un pueblo de 400 habitantes. En mi clase había 24 niños, y ninguno de ellos fue a Yale», dijo el candidato.
«También les diré una cosa, creciendo en un pueblo pequeño como ese, ustedes aprenden a cuidarse los unos a los otros».
A continuación, destacó su servicio militar, su experiencia política y el tiempo que pasó enseñando en escuelas públicas.
«Yo aprendí a trabajar en temas como el crecimiento de las economías rurales y el cuidado de los veteranos, y aprendí a comprometerme sin comprometer mis valores».
Hacia el final de su discurso, Walz aprovechó su experiencia como entrenador de fútbol americano de instituto para dar una «palabras de aliento» sobre las próximas elecciones.
«Estamos en el último cuarto, perdemos por un gol de campo, pero estamos en el ataque y tenemos el balón», dijo Walz. «Estamos recorriendo el campo y tenemos el equipo adecuado. Kamala Harris es dura, Kamala Harris tiene experiencia y Kamala Harris está preparada».
El 6 de agosto, la vicepresidenta Kamala Harris eligió a Walz como su compañero de fórmula tras un proceso de selección de dos semanas.
Ese mismo día, en su primer mitin conjunto en Filadelfia, Harris describió a Waltz como «un luchador por la clase media» y «un patriota».
De la Guardia Nacional a la política
El Sr. Walz, de 60 años, comenzó su carrera en la Guardia Nacional del Ejército, donde sirvió durante 24 años, antes de convertirse en profesor de instituto en Mankato, Minnesota. Fue elegido congresista en 2006, derrotando al republicano Gil Gutknecht en el Primer Distrito Congresual de Minnesota, y fue reelegido para otros cinco mandatos.
Fue el soldado alistado de más alto rango que sirvió en el Congreso y fue calificado como el séptimo representante más bipartidista en el 114º Congreso por el Lugar Center de la Universidad de Georgetown.
En 2018, Walz derrotó al comisionado republicano del condado de Hennepin, Jeff Johnson, para convertirse en el 41º gobernador de Minnesota.
El Sr. Walz aprovechó su discurso de aceptación para compartir su historia personal, lo que permitió a los estadounidenses conocer mejor al gobernador de Minnesota.
«Yo amo a Tim desde que éramos profesores en el mismo instituto», declaró su esposa, Gwen Walz, en X el 22 de agosto.
«Ya sea en una granja, en un barco de pesca o en un campo de fútbol, su compromiso con el servicio proviene de los valores con los que crecimos. Estoy muy contenta de que el mundo le conozca ahora».
El Sr. Walz goza de popularidad entre los votantes del Medio Oeste y los sindicatos, y a veces se le destaca por su pasado militar. Su atractivo para los votantes rurales y los veteranos militares podría ayudarle en estados de tendencia azul como Michigan y Wisconsin.
Sin embargo, el gobernador de Minnesota ha sido objeto de crecientes críticas por parte de los republicanos por haber tergiversado supuestamente su servicio militar.
Antes de su discurso, 50 legisladores republicanos, todos ellos veteranos militares, enviaron una carta a Walz acusándole de «tergiversaciones atroces» sobre la naturaleza de su servicio militar y le instaron a «sincerarse ante el pueblo estadounidense».
Sin embargo, Walz rechazó esas críticas y defendió su historial de servicio militar.
«Yo creo firmemente que nunca se debe denigrar la hoja de servicios de otra persona», dijo Walz en un acto celebrado en Los Ángeles el 13 de agosto.
Rural y progresista
El representante Dean Phillips (D-Minn.), que hizo una breve campaña contra Biden, alabó la trayectoria de Walz.
«Tim Walz es guardia nacional, profesor, procede de la América rural, sabe cómo arar su camino de entrada y arreglar un cortacésped, y su superpoder es la normalidad», declaró el Sr. Phillips a The Epoch Times.
«Sirvió en el Congreso en un distrito esencialmente rojo, se movió un poco a la izquierda, por supuesto, como gobernador de Minnesota, pero creo que en su corazón, un hombre de sentido común y decencia y será bastante refrescante, si se convierte en vicepresidente».
El Sr. Phillips también dijo que el Medio Oeste suele estar infrarrepresentado en la política estadounidense.
«Estoy muy contento, francamente, de ver que ambas candidaturas tienen candidatos a la vicepresidencia, que no son de Nueva York o California», declaró el representante, refiriéndose a Walz y JD Vance.
Un grupo de casi 50 líderes progresistas de estados de todo el país firmaron conjuntamente una carta el 30 de julio, instando a Harris a dejar de lado al gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y elegir a Walz o al gobernador de Kentucky, Andy Beshear.
El grupo sugería que el Partido Demócrata necesitaba un candidato a la vicepresidencia que «representara y conectara con las comunidades rurales que se han sentido dejadas de lado en las últimas elecciones».
En el cargo, Walz encabezó un plan para proporcionar comidas gratuitas universales a los estudiantes, presionó para que Minnesota tuviera un 100% de «electricidad limpia» en 2040 y amplió los permisos retribuidos para los trabajadores. El gobernador también promulgó una ley de manos libres que prohíbe el uso del teléfono móvil al volante.
En su discurso del segundo día de la convención, el expresidente Barack Obama elogió a Walz.
«Déjenme decirles algo, me encanta este tipo», dijo Obama sobre Walz. «Tim es el tipo de persona que debería estar en política: alguien que nació en un pueblo pequeño, sirvió a su país, enseñó a niños, entrenó al fútbol, cuidó de sus vecinos».
El expresidente también bromeó sobre las camisas de franela de Walz, provocando un guiño de parte de su esposa, Gwen Walz.
«Se nota que esas camisas de franela que lleva no son de un asesor político, son de su armario, ¡y han pasado por muchas cosas!».
Con la contribución de Jacob Burg
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