Raphael Warnock, uno de los dos demócratas que esperan reemplazar un escaño republicano por uno demócrata en la segunda vuelta de Georgia para el Senado, eludió una invitación a renunciar al marxismo y al socialismo, planteada durante el debate de ayer.
Warnock se enfrenta a la senadora Kelly Loeffler (R-Ga.) en la segunda vuelta.
Durante el debate del 6 de diciembre, a ambos se les permitió hacerse una pregunta el uno al otro.
Warnock le preguntó a Loeffler si aceptaba que el presidente Donald Trump había perdido las elecciones. Ella eludió la pregunta y dijo que apoyaba las impugnaciones legales del presidente.
Tras la pregunta de Warnock, Loeffler le preguntó si renunciaría al socialismo.
«En sus escritos y enseñanzas, ha elogiado repetidamente el marxismo y la redistribución de la renta», dijo Loeffler. «¿Puede usted, aquí y ahora, para todos los georgianos, renunciar al socialismo y al marxismo?»
Warnock evadió la pregunta diciendo: «Creo en nuestro sistema de libre empresa».
Warnock, que es sacerdote, continuó diciendo que su padre era dueño de un pequeño negocio y que durante la recesión encausó a su iglesia para que construyera un centro comunitario.
“Entre otras cosas, teníamos un centro de educación financiera que le enseñó a la gente cómo mejorar su crédito, crear una comunidad con 700 puntos de crédito, cómo crear un negocio, cómo comprar una casa, cómo participar en nuestro sistema de libre empresa”, dijo, utilizando el tema para atacar los negocios de Loeffler.
Loeffler se refirió a Warnock repetidamente como un «liberal radical», y describió la segunda vuelta como una elección entre el sueño americano y el socialismo.
Warnock trató de pintar a Loeffler como una rica y privilegiada mujer de negocios que había comprado su escaño en el Senado y dijo que votar por él tenía que ver con la reforma de la salud y la justicia.
Ambos candidatos afirman ser forasteros políticos desde sus humildes comienzos. Loeffler, una mujer de negocios, fue nombrada para ocupar su escaño en el Senado el año pasado, después de que el senador Johnny Isakson, un republicano, se retirara a principios de 2019.
Cuando se le preguntó dos veces sobre posibles reformas a la Corte Suprema, Warnock no respondió la pregunta y pasó a otros temas.
«Realmente no estoy enfocado en eso», dijo Warnock cuando se le preguntó directamente si apoyaba la expansión de la Corte Suprema, antes de pasar a hablar sobre atención médica.
En el debate se plantearon varias preguntas sobre la elección presidencial y la seguridad electoral.
Frente a la posición de Trump ante los resultados de las elecciones presidenciales Loeffler evadió las preguntas, pero dijo que «estaba muy claro que había problemas en estas elecciones», señalando que había pedido que se investigaran los fraudes de los votantes en Georgia y destacando repetidamente las investigaciones que se están llevando a cabo en el estado.
«El presidente Trump tiene todo el derecho a todos los recursos legales», dijo. “Pero también tenemos que asegurarnos de que los georgianos sepan que tenemos un proceso que funciona para que se cuente su voto y que no se cuenten los votos ilegales. Y eso es por lo que voy a seguir luchando, para asegurarme de que los georgianos sepan que todo está en juego en esta elección, el futuro de nuestro país».
Loeffler dijo que Warnock quería desfinanciar a la policía. Warnock negó que este fuera el objetivo de su agenda de «reinventar la relación entre los departamentos de policía y las comunidades».
Warnock, quien por larga data ha sido partidario de Black Lives Matter, ha mantenido una posición por largo tiempo en la que pide una reforma al sistema de justicia, que incluye pedir la abolición de la fianza en efectivo y «poner fin al encarcelamiento masivo».
Warnock trató repetidamente de enmarcar a Loeffler como parte de una élite rica y privilegiada.
En un momento, Loeffler rechazó la posición de su contrincante y dijo: “Nací y crecí en una granja. Crecí trabajando en el campo. Trabajé como camarera en la escuela y fui la primera en mi familia en graduarme de la universidad”.
Los dos también mostraron puntos de vista disimiles sobre sus creencias cristianas.
Warnock citó las enseñanzas de la Biblia sobre los males de adorar al dinero.
A su vez, Loeffler acusó a Warnock de «atacar» a los militares desde su púlpito, algo que Warnock niega.
La carrera electoral entre Loeffler y Warnock es una de las dos que se llevarán a cabo del 5 de enero y que decidirán el destino del Senado de Estados Unidos.
En la otra carrera electoral, el senador David Perdue (R-Ga.) se enfrenta al retador Jon Ossoff, un cineasta.
En el recuento actual de elecciones, los republicanos tienen una ventaja de 50 a 48 sobre los demócratas en el Senado. Si los dos escaños de Georgia se vuelven azules para los demócratas, el consiguiente empate 50–50 significa que el vicepresidente obtiene un voto de desempate, vinculando el destino del Senado al resultado final del proceso de las elecciones presidenciales.
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