La senadora Elizabeth Warren (demócrata por Massachusetts) dijo que crearía un grupo de trabajo del Departamento de Justicia para investigar al Presidente Donald Trump y a los funcionarios que sirvieron en su administración si ella es elegida presidente.
La candidata presidencial demócrata, de 70 años de edad, dio a conocer el martes un plan que incluye el grupo de trabajo, que «haría responsables a los funcionarios del gobierno por las actividades ilegales» cometidas durante la administración de Trump.
«Si vamos a avanzar para restaurar la confianza del público en el gobierno y disuadir futuras malas acciones, no podemos simplemente barrer esta corrupción bajo la alfombra en una nueva administración», escribió Warren en el plan.
«Es por eso que ordenaré al Departamento de Justicia que establezca un grupo de trabajo para investigar las violaciones por parte de los funcionarios de la administración Trump de las leyes federales de soborno, las leyes de información privilegiada y otras leyes anticorrupción e integridad pública, y otorgaré a ese grupo de trabajo autoridad independiente para perseguir cualquier violaciones criminales y civiles comprobadas».
«También me he comprometido a establecer un grupo de trabajo para investigar las acusaciones de graves violaciones por parte de los funcionarios de inmigración durante la era Trump», añadió.
Warren también afirmó que si Trump pierde, «dejará atrás un gobierno que fue infectado por la corrupción y la incompetencia, y sus acciones vengativas como presidente sugieren que es probable que haga todo lo posible para socavar al próximo presidente».
«No podemos asumir que todo estará bien una vez que Donald Trump deje el cargo», dijo.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios al respecto para The Epoch Times.
El plan se centra en «cómo hacer que el gobierno trabaje para el pueblo», dijo la senadora, que estuvo en Washington el martes para el juicio de impeachment.
Otra parte de la propuesta es la aplicación de reglas para evitar que las personas nombradas para cargos en el gobierno eludan las prácticas de contratación estándar y conviertan los nombramientos políticos en cargos de carrera en una práctica conocida como «burrowing» (cavar una madriguera).
Warren prometió no contratar a ninguna persona que haya trabajado como cabildero corporativo en los últimos seis años, o a cabilderos no corporativos a menos que hayan pasado seis años desde que fueron cabilderos y a ningún cabildero no corporativo a menos que hayan pasado por lo menos dos años desde que desempeñaron ese cargo.
Los miembros de alto rango de la administración Warren tendrían que comprometerse a no aceptar un puesto de cabildeo en el futuro y no trabajar «para ningún banco o grandes empresas con un valor de más de 150,000 millones de dólares, ningún contratista federal que reciba más de 5000 millones de dólares en ingresos por contratos federales, o cualquier empresa que domine el mercado, según lo determine el Fiscal General, durante cuatro años después de dejar su puesto».
Warren dijo que tanto Trump como el Presidente Barack Obama emitieron promesas éticas al comienzo de sus administraciones, pero que ambos no lograron frenar la cantidad de cabilderos y funcionarios de gobierno que «pasan a través de la puerta giratoria».
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