La senadora Elizabeth Warren (D-Mass.) y la representante Ayanna Pressley (D-Mass.) dijeron el viernes que presentarán un proyecto de ley que convierte en delito que la policía no proporcione atención médica a las personas bajo su custodia.
Según un borrador del proyecto de ley (pdf), la legislación busca «requerir que los oficiales de la ley federales y de las prisiones obtengan o proporcionen atención médica inmediata a las personas bajo custodia que muestren problemas médicos».
Los senadores Kirsten Gillibrand (D-N.Y.) y Edward J. Markey (D-Mass.) son copatrocinadores del proyecto de ley, que lleva el nombre de Andrew Kearse, un hombre negro de 36 años que murió en 2017 de un ataque al corazón en la parte trasera de una patrulla de la policía después de suplicar a los oficiales que le dieran asistencia médica.
«Andrew Kearse murió rogando por ayuda y el oficial de policía que miró hacia el otro lado salió impune», dijo Warren en un comunicado refiriéndose al hecho de que no se presentaron cargos contra los oficiales en el caso.
El proyecto de ley lleva el título de «Ley de Responsabilidad por Denegación de Atención Médica de Andrew Kearse».
«Andrew Kearse debería estar vivo. Negarle la atención médica mientras estaba bajo custodia policial es cruel e inhumano», dijo Pressley. «Demasiados negros estadounidenses han muerto bajo custodia policial. Como la pandemia de COVID 19 hace estragos en nuestras comunidades, incluyendo las que están detrás del muro, debemos codificar en la ley que los oficiales deben ser responsables criminalmente por negar atención médica a las personas en custodia».
Warren añadió que el proyecto de ley es «solo un paso» en el camino hacia «una completa revisión de nuestros sistemas de policía y justicia».
El proyecto de ley se produce durante una campaña más amplia de reforma de los métodos policiales tras la muerte bajo custodia policial de George Floyd, que murió en Minneapolis el Día de la Recordación, después de que un policía lo sujetara con su rodilla en el cuello durante casi nueve minutos mientras jadeaba buscando aire y decía, «No puedo respirar».
El nominado presidencial demócrata Joe Biden dijo el jueves en un conversatorio online que la muerte de Floyd, que resultó en cargos criminales contra cuatro oficiales de policía de Minneapolis, ha añadido urgencia a los llamados para la reforma de la aplicación de la ley.
«Cuando lo vieron, los radicalizó para decir que teníamos que actuar y funcionó», dijo Biden sobre el video que mostraba al ahora expolicía de Minneapolis Derek Chauvin con su rodilla sobre Floyd.
La causa oficial de la muerte de Floyd, según el informe completo de 20 páginas hecho público el miércoles por la Oficina del Examinador Médico del Condado de Hennepin, fue un paro cardiopulmonar mientras Floyd estaba siendo retenido por la policía.
La autopsia también citaba «la aplicación de la ley le causo complicaciones en la sujeción, restricción y compresión del cuello». La forma de muerte fue catalogada como homicidio.
«El país ahora tiene problemas para respirar. Están enojados. Y creo que están preparados para avanzar», dijo Biden. «Y tenemos que cambiar las estructuras institucionales, todo desde la brutalidad policial, el racismo en general, pero también las cosas que hacen la vida mejor para la gente», dijo Biden, señalando un mejor acceso a la atención médica, el cuidado de los niños durante el día y la educación».
Biden enumeró los cambios en la policía que cree necesarios, incluyendo la mejora de la supervisión y la rendición de cuentas y la prohibición de los estrangulamientos.
«Necesitamos revisar nuestras prácticas de contratación, entrenamiento, desescalada y responsabilizar a los policías malos», dijo el aspirante a la Casa Blanca para 2020.
En medio de los movimientos para reformar las prácticas policiales, el Consejo de la Ciudad de Minneapolis votó el viernes para aprobar un acuerdo que ya no permitirá a las fuerzas policiales de la ciudad usar restricciones en el cuello y estrangulaciones.
El acuerdo también impone medidas destinadas a aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en torno a los casos de disciplina policial y el uso de armas de control de multitudes, incluyendo agentes químicos, balas de goma, granadas de humo, macanas y balas de señalización.
Además, todo agente que vea a otro agente cometer cualquier uso no autorizado de la fuerza, incluido cualquier estrangulamiento o restricción del cuello, debe tratar de intervenir verbalmente e incluso físicamente. El hecho de que un oficial no intervenga lo someterá a una disciplina tan severa como si él mismo hubiera hecho uso de la fuerza.
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