El Gobierno del presidente Donald Trump consideró este jueves prioritario que se organicen elecciones «libres, justas y transparentes» en Bolivia, sumida en una profunda crisis tras los comicios del pasado 20 de octubre, y llamó a respetar el derecho a la protesta pacífica.
«Bolivia vive un momento histórico para su sociedad y para su democracia y en este periodo de transición hay que poner prioridad en la organización de elecciones libres, justas y transparentes», aseguró el subsecretario de estado adjunto para Latinoamérica, Kevin O’Reilly, en una conferencia telefónica con periodistas.
El funcionario se pronunció un día después de que el Movimiento al Socialismo (MAS) -el partido de Evo Morales (quien renunció a su cargo de presidente forzado por las Fuerzas Armadas)- presentara ante el Congreso un proyecto para que un nuevo órgano electoral convoque a las urnas «lo más antes posible», incluso en enero próximo.
También el Gobierno interino entregó una propuesta para celebrar comicios con un nuevo padrón electoral, nuevas candidaturas políticas y sin pasar por las primarias.
Ya previamente en un comunicado, el secretario de Estado, Mike Pompeo, hizo un llamado a la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia «a apoyar los esfuerzos para nombrar un nuevo Tribunal Supremo Electoral a fin de allanar el camino» para que los bolivianos participen «tan pronto como sea posible en unas elecciones verdaderamente libres y justas que reflejen su voluntad».
Morales abandonó Bolivia el pasado 11 de noviembre después de que las Fuerzas Armadas le forzaran a dejar el cargo y recibió asilo en México.
«Un escándalo electoral muy grave dejó a Bolivia en esta situación ahora después del abandono de Evo Morales de su mandato y su país», apuntó por su parte O’Reilly en aparente alusión al informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las irregularidades en las votaciones de octubre.
El subsecretario de Estado adjunto aseguró que confían en que «los bolivianos pueden trabajar juntos para construir una democracia cada vez más solida, un Estado basado en el respeto e igualdad de todos».
«Bolivia está en el medio de un debate muy fructífero buscando una salida de esta situación», resaltó el funcionario, quien señaló que «los que han participado en el fraude tienen que tomar un paso hacia atrás y dejar el proceso democrático avanzar».
Y al referirse a las muertes ocurridas el martes en la localidad de El Alto (vecina a La Paz, la sede de Gobierno) durante un operativo militar y policial en respuesta a las fuertes protestas contra el Gobierno interino, O’Reilly expresó sus condolencias y condenó el uso de la violencia «y cualquier uso indebido de la fuerza».
«Expresamos nuestras condolencias a las familias de todos los que han muerto en los disturbios civiles desde el 20 de octubre, reconociendo particularmente lo que ocurrió en El Alto y en Cochabamba. Sus muertes subrayan la necesidad de diálogo y paz», sentenció.
Para el subsecretario, «la violencia no tiene lugar en la resolución de disputas políticas y sociales».
«Las instituciones del Estado, de la seguridad, tienen que respetar el derecho de la protesta pacífica y eso es elemento esencial para cualquier sociedad democrática», añadió.
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