Cercas con alambres de púas en espiral, barricadas, puestos de control de seguridad y guardias fuertemente armados son lo que se esperaría en un campamento militar para una zona de guerra, no en el centro de Washington D.C. Sin embargo, estas son solo algunas de las medidas que se han implementado en preparación para la inauguración del presidente electo, Joe Biden, la próxima semana.
Las medidas de seguridad en la capital del país son una señal reveladora de que las autoridades y los funcionarios están extremadamente preocupados de que los disturbios civiles y la violencia, observada el 6 de enero, se repita la próxima semana.
Las autoridades federales han dicho que están rastreando una cantidad «extensa» de «preocupantes charlas por Internet» sobre posibles amenazas a la inauguración, incluidas protestas armadas, posibles amenazas vinculadas con la irrupción al Capitolio y otros tipos de amenazas potenciales.
La fortificación de la ciudad, particularmente alrededor de la Casa Blanca y del Capitolio de Estados Unidos, comenzó en los últimos días y se espera que aumente en el período previo al 20 de enero.
Vídeos de reporteros, trabajadores y residentes en el área muestran cierres de calles, trabajadores levantando millas de barricadas y cercas, tiendas y oficinas cerradas con tablas y una mayor presencia militar. Se ven vehículos militares estacionados en las calles del centro y guardias armados verifican la identificación de las personas que entran y salen de la ciudad.
La ciudad se ha dividido en zonas verdes y rojas, como parte del plan de transporte de los subcomités inaugurales presidenciales de 2021. El Servicio Secreto de EE.UU. ha publicado una lista de todos los cierres de calles en su sitio web, muchos de los cuales comenzaron a las 6 a.m., del sábado 16 de enero, y terminaran a las 6 a.m. del jueves 21 de enero. Varios puentes y carreteras interestatales, conectadas con Washington, se cerrarán a las 6 a.m. del martes 19 de enero.
Hasta 25,000 miembros de la Guardia Nacional de los 50 estados, de tres territorios y de Washington estarán estacionados en la ciudad la próxima semana, confirmó el Ejército de EE.UU., lo que es un aumento de 5000 tropas con respecto a las cifras entregadas a principios de esta semana. El número de guardias enviados a Washington supera el número de fuerzas estadounidenses en Afganistán, país en donde el número de tropas se redujo a 2500, dijo el viernes el Pentágono.
El 12 de enero los miembros de la Guardia Nacional recibieron la autorización para portar sus armas, con el propósito de apoyar a las fuerzas del orden en el Capitolio y en la ciudad, según un comunicado de la Guardia Nacional de D.C. La autorización llegó luego de una solicitud de las autoridades federales. Las tropas han estado de guardia las 24 horas en el Capitolio de Estados Unidos y tropas fuera de servicio han sido fotografiadas durmiendo en los pasillos de los edificios.
Los miembros de la Guardia Nacional estarán allí para complementar las fuerzas, ya reforzadas, del FBI, del Servicio Secreto de EE.UU., del Departamento de Seguridad Nacional, la Policía del Capitolio de EE.UU. y del Departamento de Policía Metropolitana de D.C.
Antes de renunciar a su cargo, el exsecretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, dijo en un comunicado el 11 de enero que había dado instrucciones al servicio secreto de Estados Unidos para que comenzara las operaciones del Evento Nacional Especial de Seguridad, para la toma de posesión, a partir del 13 de enero.
La Administración de Seguridad del Transporte (TSA) también ha aumentado sus medidas de seguridad antes de la inauguración. El administrador de la TSA, David Pekoske, dijo en un comunicado que la agencia actualmente está procesando cientos de nombres, con las agencias policiales, como parte de una evaluación de riesgos. La agencia también agregará capas adicionales de seguridad en los tres aeropuertos del área de D.C.
“Esas capas de seguridad incluyen más equipos caninos de fuerzas de seguridad y detección de explosivos, controles aleatorios de puertas, mayor número de Alguaciles Aéreos Federales en ciertos vuelos y equipos adicionales de Prevención y Respuesta Intermodal Visible (VIPR) para brindar una mayor presencia de seguridad en ciertos centros de transporte ferroviario, dijo Pekoske.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, y los funcionarios de seguridad también han instado a los estadounidenses a quedarse en casa para ver virtualmente la inauguración.
«Sabemos que esta es la solicitud correcta para nuestra seguridad pública y nuestra salud pública», dijo el viernes.
Los funcionarios de D.C. estiman que la inauguración costará aproximadamente USD 45 millones debido al aumento de las medidas de seguridad. Hasta ahora, el Congreso ha aprobado USD 34,9 millones, dijo Christopher Rodríguez, director de la Agencia de Seguridad Nacional y Manejo de Emergencias de D.C., en una conferencia de prensa llevada a cabo el 15 de enero.
Rodríguez dijo que la cantidad de dinero asignada tenía en cuenta los déficits que el Distrito había tenido «debido a la mayor cantidad de manifestaciones relacionadas con la Primera Enmienda» que se llevaron a cabo a lo largo de 2020.
En 2017, la seguridad para la toma de posesión del presidente Donald Trump costó alrededor de USD 27 millones, según Rodríguez, unos USD 7 millones más que los USD 19,9 millones que había aprobado el Congreso.
Libertades civiles
El senador Rand Paul (R-Ky) ha criticado la forma en que el gobierno y las autoridades han reaccionado a los eventos del 6 de enero, señalando que las libertades civiles de las personas pueden perderse “muy rápidamente” durante tiempos de crisis.
“Ya conoces al gobierno. O reaccionan de forma insuficiente o exagerada. Entonces, creo que obviamente hubo muy poca seguridad la semana pasada, y ahora vamos a convertirnos en una zona militarizada”, dijo Paul durante una entrevista en el programa “Ingraham Angle” de Fox News.
“Y están revisando a los congresistas cuando entran para ver si tienen un lápiz o un bolígrafo afilado. Entonces, [la situación] se ha vuelto ridícula. Y entonces, veremos qué sucede y si es permanente. La mayoría de las personas que escriben sobre libertades civiles dicen que, en tiempos de guerra, o en tiempos de estrés o en tiempos de crisis, pierdes tus libertades civiles muy rápidamente”.
También señaló que una vez que se pierdan las libertades civiles de los estadounidenses, «será muy difícil recuperarlas».
“Porque el gobierno, una vez que crece, nunca quiere renunciar a esto. Pero sí, tenemos que resistirnos a esto. Y tenemos que tener seguridad, obviamente. No obstante, creo que vivir en un estado de guerra con… tenemos tropas en el Capitolio, se quedan en el Capitolio. Están en pelotón y acampando en el Capitolio. Entonces entiendo que la semana pasada, no estábamos preparados y eso fue un problema real, y lamento todo lo que pasó la semana pasada con eso, pero en el futuro, y durante esta semana, creo que existe el peligro de reaccionar exageradamente”, agregó.
A otros les preocupa que los bloqueos por la inauguración puedan perjudicar a los negocios de D.C., los cuales ya están pasando apuros debido las restricciones implementadas debido a la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
El vicepresidente Mike Pence, durante una conferencia de seguridad que se realizó el jueves, dijo que la administración Trump está comprometida a garantizar una transición segura.
“Todos vivimos ese día, el 6 de enero. Y como dejó en claro ayer el presidente, estamos comprometidos con una transición ordenada y una toma de posesión segura. El pueblo estadounidense no se merece menos”, dijo Pence.
La Policía del Capitolio de Estados Unidos anunció el sábado que había arrestado a un hombre en un puesto de control de seguridad inaugural el viernes, quien había presentado una credencial no emitida por el gobierno. El hombre, Wesley Allen Beeler, de 31 años, de Virginia, portaba una pistola a plena vista en su vehículo. Una búsqueda en su automóvil reveló numerosas rondas de municiones, dijeron las autoridades.
El hombre fue acusado por llevar una pistola sin licencia, posesión de un arma de fuego no registrada y posesión de munición no registrada.
Beeler les dijo a los medios, tras ser liberado el sábado, que trabajaba como guarda de seguridad en el centro de Washington, según The Washington Post. Dijo que había olvidado que su arma de fuego estaba en su camioneta cuando salió de su casa, en Virginia, donde tiene una licencia para portarla.
“Me detuve en un puesto de control después de perderme en D.C. porque soy un chico de campo”, dijo al periódico. “Les mostré la insignia de la inauguración que me dieron”.
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