El FBI está examinando cómo mejorar sus fuentes de información después de no haber detectado, antes de la irrupción en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, que era posible que se produjera un caos a gran escala, según declaró el director de la agencia el 4 de agosto.
Aunque el FBI publicó varios documentos de inteligencia que advertían sobre la posibilidad de violencia por motivos políticos antes de la irrupción, «también es una realidad que no teníamos, creo, ninguna inteligencia específica creíble que apuntara a que miles de personas entraran en la capital», dijo el director Christopher Wray.
La oficina recibió avisos por parte de empresas como Parler y Facebook sobre posteos en las redes sociales que sugerían la posibilidad de violencia en Washington el 6 de enero, mientras que las fuerzas de seguridad también enviaron mensajes preocupantes antes de que el Congreso se reuniera para certificar los votos electorales ese día.
Sin embargo, el FBI «no tenía ninguna preocupación específica» durante una reunión celebrada el 2 de enero en relación con los actos programados en Washington, según un informe del Inspector General del Departamento de Defensa, y el senador Mark Warner (D-Va.) ha dicho que el 4 de enero se le aseguró que el FBI estaba al tanto de las conversaciones.
El día antes de la irrupción, la oficina del FBI en Norfolk, Virginia, compartió un boletín sobre la posible violencia en relación con la protesta «Stop the Steal», con un hilo que hablaba de acciones específicas como romper cristales y patear puertas en el Capitolio para que los miembros del Congreso pudieran escuchar.
«Ponte violento…. deja de llamar a esto una marcha, o una concentración, o una protesta. Vayan preparados para la guerra», decía el hilo.
Wray ha dicho antes que no fue informado del boletín hasta después de la irrupción.
«Se trataba de un hilo en un tablero de mensajes que no era atribuible a una persona individual», dijo a los periodistas Steven D’Antuono, el funcionario a cargo de la Oficina de Campo del FBI en Washington en 2021.
La información se comunicó a los socios de las fuerzas policiales en los 40 minutos siguientes a su recepción, dijo. La Policía del Capitolio de EE. UU. fue alertada, pero una copia no llegó a manos del entonces jefe de la Policía del Capitolio, Steven Sund, según dijo el exjefe a los miembros del Congreso un mes después de la filtración. Michael Stenger y Paul Irving, exsargentos del Congreso, también declararon que no la vieron.
Sund dijo que la información era «datos en bruto» y que otros datos de inteligencia no indicaban que se produciría una irrupción, mientras que Irving describió a los funcionarios como mal preparados.
Más acusaciones
Hasta el 6 de julio, más de 855 personas han sido acusadas en relación con la filtración en los tribunales federales y del Distrito de Columbia.
El senador Dick Durbin (D-Ill.) dijo que aún no se han presentado cargos contra otras 350 personas involucradas en el caos, y se preguntó por qué era así.
El FBI sigue trabajando en el asunto, dijo Wray.
«En algunos casos, muchas de las personas principales que pudimos encontrar, detener y acusar se hicieron ampliamente visibles y fácilmente identificables en las redes sociales o de otro modo, pero hubo un cierto número de personas que se ocultaron de manera más eficaz, por lo que en parte es un poco más difícil conseguir que esas personas sean identificadas. Eso es parte de ello», dijo, añadiendo después: «Seguimos desarrollando algunas de las partes más complicadas de la investigación en términos de cargos de conspiración».
Confirmación de promoción de D’Antuono
D’Antuono era el agente del FBI a cargo de la oficina de campo de Detroit, Michigan, mientras los agentes allí investigaban a un grupo que finalmente fue acusado de conspirar para asesinar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.
Al menos 12 informantes o agentes del FBI estaban involucrados con el grupo, y los acusados han dicho que les tendieron una trampa.
Se presentaron cargos federales contra algunos de los hombres, pero dos fueron absueltos en abril, mientras que se declaró la nulidad del juicio para otros dos.
El senador Ted Cruz (R-Texas) preguntó cuántos agentes habían sido sancionados por participar en la operación, a lo que Wray se negó a responder.
Cruz señaló entonces que D’Antuono fue promovido posteriormente a dirigir la oficina de Washington, lo que Wray pareció negar inicialmente.
«El agente especial a cargo de ese caso ha sido enviado ahora a D.C. … y ahora dirige la investigación relativa al 6 de enero, ¿es eso correcto?» preguntó Cruz.
«Eso no me parece correcto», dijo Wray.
Cuando Cruz nombró a D’Antuono, Wray dijo que pensaba que Cruz estaba hablando de otra persona.
«Pensé que estaba preguntando por el agente responsable de esto», dijo Wray.
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