El líder chino Xi Jinping se aseguró de darle la mano al presidente Donald Trump antes de la «foto familiar» en la Cumbre del G-20 en Osaka, Japón, el 28 de junio.
Cuando los líderes mundiales se trasladaron a sus posiciones asignadas durante la sesión fotográfica, Xi, después de darle la mano a la canciller alemana Angela Merkel se dirigió directamente a Trump que estaba a varios lugares de distancia en la primera fila, se estrecharon las manos e intercambiaron brevemente algunas palabras.
Xi luego regresó para tomar su lugar asignado. En su camino hacia Trump, Xi pasó por al lado del presidente ruso Vladimir Putin, a quien el líder chino había calificado como su «mejor amigo» a principios de este mes, sin darle mucha importancia.
Esto marcó la primera interacción cara a cara entre los dos líderes desde que se reunieron en el marco de la Cumbre del G-20 en Buenos Aires en diciembre pasado donde acordaron un alto a la guerra comercial, una tregua que terminó en mayo cuando las negociaciones comerciales se rompieron. Los Estados Unidos acusó al régimen chino de incumplir las disposiciones acordadas.
Trump y Xi están programados para reunirse a las 11:30 a.m. hora local del 29 de junio en un compromiso muy esperado. Muchos esperan que la reunión conduzca a otra tregua comercial y allanen el camino para que se reanuden las conversaciones entre las dos economías más grandes del mundo.
Trump dijo al final de las reuniones el 28 de junio, que esperaba que las conversaciones con Xi al día siguiente fueran productivas.
“Como mínimo será productivo. Veremos qué pasa y qué sale de eso», dijo Trump a los reporteros. “Será un día muy emocionante. Estoy seguro».
Sin embargo, cuando le preguntaron si le había prometido a Xi una prórroga de seis meses para imponer nuevos aranceles en una lista de importaciones chinas de USD 325.000 millones, como informaron algunos medios, Trump dijo: «No».
Trump elevó los aranceles a las importaciones chinas de USD 200.000 millones en mayo en respuesta al retroceso del régimen, y ha amenazado con imponer aranceles adicionales sobre otros USD 325.000 millones de bienes, para incluir efectivamente todo lo que China exporta a Estados Unidos. China ha tomado represalias con un aumento arancelario en las importaciones de Estados Unidos.
En Beijing, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, dijo el 28 de junio que esperaba que Estados Unidos pudiera llegar a un acuerdo con China.
Los Estados Unidos ha insistido en que un acuerdo entre EE.UU. y China debe abordar las prácticas comerciales desleales del régimen chino, incluido el robo de la propiedad intelectual de los Estados Unidos, la transferencia de tecnología forzada, los subsidios que impulsan las industrias nacionales y la manipulación de la moneda.
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