Reporteros sin Fronteras (RSF) ha publicado la lista de 2021 de depredadores de la libertad de prensa, que identifica a 37 jefes de Estado o de gobierno que aplican restricciones a los reportes de noticias. La lista incluye al líder chino Xi Jinping y a la jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, una señal del deterioro de la libertad de prensa tanto en China comunista como en Hong Kong.
China ocupa el puesto 177 de los 180 países y regiones de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 de RSF, apenas mejor que Turkmenistán, Corea del Norte y Eritrea. Hong Kong ocupa el puesto 80 en la clasificación.
Reporteros sin Fronteras ofrece un perfil para cada depredador en el que se describe su comportamiento opresivo.
En el caso de Xi Jinping, RSF acusa a la China de Xi de ser «la mayor prisión del mundo para los defensores de la libertad de prensa. En 2021 hay al menos 115 personas encarceladas en condiciones que a menudo hacen temer por sus vidas».
Señala que los periodistas cuyos reportajes no se ajustan al discurso del régimen suelen estar bajo vigilancia residencial en un lugar designado (RSDL), un eufemismo para la detención en incomunicación en una de las «cárceles negras» de China, donde los detenidos se enfrentan al riesgo de ser torturados.
Desde que llegó al poder en 2013, Xi endureció aún más la censura del régimen comunista chino y «restauró en pocos años una cultura mediática digna de la era maoísta», ha señalado RSF.
El 19 de febrero de 2016, Xi se dirigió a una conferencia sobre el trabajo de prensa y opinión del PCCh en Beijing después de inspeccionar los tres principales medios de comunicación estatales: el Diario del Pueblo, la Agencia de Noticias Xinhua y la Televisión Central de China (CCTV).
«Los medios dirigidos por el Partido y el gobierno son herramientas de propaganda que deben tener al Partido como apellido», subrayó Xi. «Los periodistas deben amar al Partido, proteger al Partido y seguir fielmente el liderazgo del Partido con el pensamiento, en lo político y con sus actos».
Los reporteros extranjeros en China también se enfrentan a amenazas e intervenciones cuando muestran interés por lo que el PCCh ha considerado temas sensibles, como las violaciones de los derechos humanos en la región de Xinjiang.
El 23 de marzo, John Sudworth, corresponsal de la BBC en China, se vio obligado a abandonar China continental con su familia por temor a su seguridad, después de haber vivido en China durante nueve años.
«Incluso cuando nos íbamos nos siguieron policías vestidos de civil a través de la sala de salidas del aeropuerto», dijo el galardonado periodista a BBC World News.
En 2019, cuando el virus del PCCh, también conocido como nuevo coronavirus, estalló por primera vez en Wuhan, el PCCh trató de ocultar la noticia al público. Ningún medio estatal rompía filas para revelar los brotes sin el visto bueno de Xi.
Los primeros ocho denunciantes —todos médicos, incluido Li Wenliang, que murió a causa del virus del PCCh— expusieron la noticia en grupos de chat privados de las redes sociales y recibieron una advertencia administrativa de la policía local.
Los periodistas ciudadanos Zhang Zhan, Chen Qiushi, Fang Bin y Li Zehua, que buscaban la verdad en Wuhan, fueron detenidos y silenciados uno tras otro, Zhang sigue encarcelado y Fang está desaparecido.
En consecuencia, la infección se extendió a nivel nacional y mundial, y ha causado 4 millones de muertes, según el sitio web estadounidense Worldometer.
Es la primera vez que el nombre de la líder de Hong Kong, Carrie Lam, aparece en la lista de depredadores de la libertad de prensa.
Reporteros sin Frontera critica a Lam por respaldar abiertamente las políticas depredadoras de Xi hacia los medios de comunicación desde 2017, considerándola una marioneta de Xi.
En 2019, los periodistas fueron objeto de violencia física por parte de la policía de Hong Kong mientras reportaban las protestas en las calles por el proyecto de ley de extradición que permitiría al PCCh enviar a las personas acusadas de un delito en Hong Kong a China para ser juzgadas. Sin embargo, Lam se negó a reconocer o investigar la violencia denunciada.
Ha sido durante su mandato cuando las autoridades de Hong Kong encarcelaron al fundador de Apple Daily, Jimmy Lai, galardonado en 2020 con el premio a la libertad de prensa de RSF, alegando motivos de seguridad nacional.
Congelaron los activos del principal periódico independiente de la ciudad, lo que paralizó financieramente al periódico y provocó su cierre el 24 de junio de 2021.
Además, al menos cinco ejecutivos del Apple Daily han sido detenidos por cargos similares de violación de la ley de seguridad nacional de Hong Kong.
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