Estados Unidos podría caer en el incumplimiento de sus obligaciones financieras a contar del 1 de junio, a menos que el Congreso tome medidas para elevar el techo de la deuda nacional de 31.4 billones de dólares, según la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
Yellen anunció la noticia el 1 de mayo con una carta dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.).
«Tras revisar los recientes ingresos fiscales federales, nuestra mejor estimación es que no podremos seguir satisfaciendo todas las obligaciones del Gobierno a principios de junio, y potencialmente ya el 1 de junio, si el Congreso no eleva o suspende el techo de la deuda antes de esa fecha», escribió Yellen.
La secretaria del Tesoro advirtió al Congreso el 13 de enero de que la vulneración del techo de deuda estaba a días de producirse, pero que se evitaría tomando «medidas extraordinarias» para gestionar las cuentas del país.
En aquel momento, Yellen estimó que esas tácticas mantendrían al Tesoro por debajo del límite hasta principios de junio. Más tarde, la Oficina Presupuestaria del Congreso pronosticó una fecha desconocida para finales del verano.
Ahora, debido a unos ingresos fiscales inferiores a los previstos esta primavera, Yellen reafirmó la previsión anterior.
Esta noticia se produjo días después de que los republicanos aprobaran la Ley de Límite, Ahorro y Crecimiento, un proyecto de ley que elevaría el techo de la deuda en 1.5 billones de dólares, suficiente para mantener el gobierno hasta principios de 2024.
Sin embargo, el aumento iba acompañado de una serie de recortes y topes del gasto que los demócratas han calificado de inaceptables.
El presidente Joe Biden se ha negado a negociar el aumento del techo de la deuda, afirmando que hacerlo pondría en riesgo la «plena fe y crédito» de Estados Unidos.
«Ahora depende de usted», dijo McCarthy a los periodistas el 26 de abril, como si se dirigiera a Biden. «Si la economía tiene problemas, depende de usted. Porque los republicanos han elevado el techo de la deuda. Usted no lo ha hecho. Tampoco lo ha hecho [el líder de la mayoría en el Senado, Chuck] Schumer».
Pero, al día siguiente, cuando se le preguntó a la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sobre si el presidente estaba dispuesto a negociar, repitió la negativa de Biden a hablar del techo de deuda.
«Estados Unidos nunca ha incumplido su obligación de deuda», dijo Jean-Pierre en la rueda de prensa del 27 de abril.
«Los republicanos de la Cámara de Representantes amenazan con un default y con hundir la economía. Como dijo ayer el presidente, él está encantado de reunirse con el presidente McCarthy, pero no para negociar el techo de la deuda».
McCarthy ha dicho en repetidas ocasiones que los republicanos no permitirán que el país incumpla sus obligaciones financieras, pero el aumento del techo de la deuda debería ir acompañado de debates serios sobre la reducción del gasto federal deficitario.
Yellen también dijo que el Tesoro dejaría de emitir valores del Tesoro de la Serie de Gobiernos Estatales y Locales (SLGS).
«El Tesoro tomará esta medida para gestionar los riesgos asociados al techo de deuda, pero no está exenta de costos, ya que privará a los gobiernos estatales y locales de una importante herramienta para gestionar sus finanzas», escribió la secretaria del Tesoro.
También señaló que las acciones de última hora sobre el techo de la deuda corren el riesgo de dañar la confianza de los consumidores y pueden provocar una rebaja de la calificación crediticia del país.
«Si el Congreso no aumenta el techo de la deuda, esto causaría graves dificultades a las familias estadounidenses, perjudicaría nuestra posición de liderazgo mundial y plantearía dudas sobre nuestra capacidad para defender nuestros intereses de seguridad nacional», escribió Yellen.
«Insto respetuosamente al Congreso a que proteja la plena fe y el crédito de Estados Unidos actuando lo antes posible».
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