La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, anunció el 22 de octubre que Estados Unidos y sus socios del Grupo de los Siete (G7) están cerca de acordar un plan definitivo para prestar hasta 50,000 millones de dólares a Ucrania, que continúa luchando contra la invasión rusa.
Las naciones del G7 —Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido— alcanzaron en junio un acuerdo provisional para proporcionar 50,000 millones de dólares en nuevos préstamos a Ucrania, utilizando como garantía activos rusos congelados.
Se espera que la contribución estadounidense a este plan sea de unos 20,000 millones de dólares.
«Estamos muy cerca de finalizar la parte que le corresponde a Estados Unidos en este paquete de préstamos de 50,000 millones de dólares», declaró Yellen en una conferencia de prensa que dio inicio a las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Estados Unidos ya ha destinado alrededor de 175,000 millones de dólares de los contribuyentes a gastos relacionados con Ucrania desde 2022, lo que lo convierte en el mayor respaldo financiero de Kiev durante toda la guerra.
Yellen insistió en que los activos rusos garantizarían el préstamo y que los contribuyentes estadounidenses no asumirían los costos de esta nueva medida de apoyo a Ucrania.
La mayor parte del préstamo provendría de los estados europeos.
Yellen reconoció que la Unión Europea debe renovar cada seis meses las sanciones que congelan los activos rusos bajo su control.
Sin embargo, restó importancia a la preocupación de que este requisito de renovación periódica pudiera interrumpir la participación europea en el plan de préstamo, afirmando que sería «impensable» que la UE no mantuviera congelados los activos rusos mientras continúe la guerra en Ucrania.
Señaló que los activos rusos están bloqueados bajo el control de la UE desde 2014, cuando las fuerzas rusas tomaron Crimea.
Yellen comentó que Estados Unidos ha pedido «un modesto refuerzo» de las garantías de que los activos rusos en poder de la UE ayudarán a respaldar el préstamo a Ucrania, pero que está segura de que «se trata de un préstamo seguro que será respaldado por los activos rusos, por Rusia, y no por los contribuyentes estadounidenses».
El Parlamento Europeo votó el 22 de octubre a favor de un plan para prestar hasta 35,000 millones de euros (38,000 millones de dólares) a Ucrania.
El órgano legislativo señaló que la contribución final de la UE al plan de préstamo a Ucrania podría ser menor, dependiendo de lo que aporten los miembros del G7 que no pertenecen a la UE.
El Reino Unido anunció el 22 de octubre que también contribuiría al préstamo con 2260 millones de libras (2930 millones de dólares).
Yellen afirmó que Estados Unidos continúa monitoreando los esfuerzos rusos por eludir las sanciones vigentes.
Dijo que Estados Unidos también está preparándose para anunciar «nuevas y fuertes sanciones» tan pronto como la próxima semana, dirigidas a terceros países que «suministran a Rusia insumos críticos para su ejército».
La secretaria del Tesoro no especificó qué entidades serían el objetivo de esta próxima ronda de sanciones.
Las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre podrían determinar el nivel de apoyo adicional de Estados Unidos a Ucrania.
La vicepresidenta Kamala Harris ha indicado que seguiría el curso actual de Estados Unidos con respecto a Ucrania si fuera elegida presidenta.
El expresidente Donald Trump, que busca regresar a la Casa Blanca por los republicanos, ha mostrado más reticencia a continuar financiando el esfuerzo bélico ucraniano y ha señalado que aceleraría las negociaciones para poner fin a la guerra.
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