La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, confirmó el 12 de marzo que el gobierno estadounidense no rescatará a Silicon Valley Bank (SVB), pero admitió que las autoridades deben evitar un efecto contagio en el sistema financiero.
Desde la quiebra de SVB, se han generalizado los temores de contagio, y algunos expertos advierten de que esto podría afectar a bancos pequeños y grandes, especialmente en el caso de instituciones que no estén bien capitalizadas.
En una entrevista concedida el domingo al programa «Face the Nation» de la cadena CBS, Yellen confirmó que el rescate no es una opción sobre la mesa, ya que las autoridades están centradas en satisfacer las necesidades de los depositantes. Durante este proceso, señaló, los reguladores están determinando que los problemas de SVB no tengan consecuencias más amplias para otros bancos.
«Queremos asegurarnos de que los problemas que existen en un banco no creen un contagio a otros que son sólidos», dijo la exjefa de la Reserva Federal. «Y nuestro objetivo siempre es la supervisión y la regulación es asegurarnos de que no pueda ocurrir un contagio».
Yellen, sin embargo, se abstuvo de comentar los detalles específicos de la situación, señalando que «ciertamente estamos trabajando para hacer frente a la situación de manera oportuna».
El presidente Joe Biden habló el sábado con el gobernador de California, Gavin Newsom, para discutir los esfuerzos para contener los desafíos a los que se enfrenta SVB y potencialmente el sector financiero en general, anunció la Casa Blanca en un comunicado.
Yellen se había reunido con varios funcionarios de la Reserva Federal, la FDIC y las agencias reguladoras de California tras su comparecencia ante la audiencia del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.
La FDIC anunció el viernes que cubriría hasta 250,000 dólares por depositante y que podría empezar a pagar a los clientes a partir del lunes.
«Todos los depositantes asegurados tendrán pleno acceso a sus depósitos asegurados a más tardar el lunes 13 de marzo de 2023 por la mañana», dijo la agencia federal en un comunicado. «La FDIC pagará a los depositantes no asegurados un dividendo anticipado durante la próxima semana. Los depositantes no asegurados recibirán un certificado de administración judicial por el importe restante de sus fondos no asegurados. A medida que la FDIC venda los activos de Silicon Valley Bank, es posible que se realicen futuros pagos de dividendos a los depositantes no asegurados».
Dado que muchos de los clientes del SVB son pequeñas empresas, existe el temor generalizado de que éstas no puedan pagar a sus empleados en los próximos días. En consecuencia, se especula con la posibilidad de que la FDIC emplee medidas extraordinarias y ayude financieramente a las empresas afectadas a pagar sus nóminas.
Sheila Bair, expresidenta de la FDIC entre 2006 y 2011, afirmó que «el mejor resultado» sería encontrar un comprador privado para SVB.
¿Contagio?
Larry Kotlikoff, reconocido economista y catedrático de Economía de la Universidad de Boston, está preocupado por la posibilidad de que se produzca un contagio.
En un reciente artículo de Substack, Kotlikoff señalaba que la situación actual podría dar lugar a una corrida de grandes depositantes y bancos contra los bancos «malos».
«La banca apalancada sobrevive gracias a la confianza y las quiebras sucesivas suponen una pérdida de confianza cada vez mayor. Por eso las quiebras bancarias se producen en serie y no simultáneamente», escribió. «Primero quiebran los bancos más débiles, luego los siguientes más débiles, y así sucesivamente. Y las quiebras en un país sacuden a los prestamistas en otro».
El multimillonario gestor de fondos de cobertura Bill Ackman argumentó en un extenso tuit que el gobierno federal tendrá 48 horas para remediar «un error que pronto será irreversible». El mercado financiero mundial ha aprendido que un depósito no asegurado no es más que «un crédito sin liquidez no garantizado sobre un banco en quiebra», dijo Ackman.
«En ausencia de @jpmorgan @citi o @BankofAmerica adquiriendo SVB antes de la apertura del lunes, una perspectiva que creo que es poco probable, o que el gobierno garantice todos los depósitos de SVB, el gigantesco sonido de succión que se escuchará será la retirada de sustancialmente todos los depósitos no asegurados de todos menos los ‘bancos sistémicamente importantes’ (SIBs)», escribió.
Los críticos afirman que no debería utilizarse dinero de los contribuyentes para financiar un rescate de SVB, pero Anthony Scaramucci cree que se trata de «detener el contagio y proteger el sistema».
«No es una decisión política rescatar a SVB. No cometamos el error de Lehman. No se trata de ricos o pobres [o] de quién se beneficia, se trata de detener el contagio y proteger el sistema. Rescaten a los depositantes o esperen un montón de trágicas consecuencias imprevistas», escribió el exdirector de comunicación durante la Administración Trump.
Sea cual sea la opción elegida, la Cámara de Comercio de EE. UU. instó a la Casa Blanca a emplear medidas rápidas y eficaces, incluida una «adquisición rápida, que garantice a todos los depositantes del banco el acceso a su efectivo».
«Los depositantes del banco, incluida una alta concentración de empresas del sector tecnológico y del ecosistema de startups, necesitan la certeza de que podrán acceder a su efectivo. Esto permitirá a las empresas hacer frente a las nóminas, pagar sus rentas y mantener la vista puesta en el crecimiento», dijo Tom Quaadman, vicepresidente ejecutivo del Centro para la Competitividad de los Mercados de Capitales de la Cámara de Comercio de EE. UU.
Bloomberg reportó que los reguladores federales iniciaron una subasta para SVB el sábado, con las ofertas finales previstas para el domingo.
La desaparición en 48 horas de SVB es una historia que confirma que la institución financiera no estaba «realmente preparada para los riesgos de fila larga», afirma Sandy Fliderman, CTO de Industry FinTech, una empresa de tecnologías financieras que apoya a startups que dependen del capital riesgo.
«No se sabe si el equipo directivo de SVB infringió alguna norma u operó de forma inadecuada», dijo Fliderman a The Epoch Times. «Es posible que solo sepamos con el tiempo lo que realmente ocurrió allí. Pero, si SVB o cualquier otra empresa similar adoptara las funciones que ayudan a definir una organización de calidad y que cumple las normas, quizá el colapso aparentemente instantáneo no se hubiera producido tan rápidamente y no hubiera sido tan impactante».
SVB desempeñó un papel fundamental en el sector de las nuevas empresas tecnológicas, prestando servicios a miles de ellas. Se convirtió en la mayor quiebra de un banco estadounidense desde la de Washington Mutual en 2008.
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